Explosión más poderosa del universo alcanza nuestro sistema solar
Los astrónomos creen que es el resultado de que una estrella “probablemente 20 veces más masiva” que el Sol colapsara sobre sí misma para formar un agujero negro
El sistema solar podría haber sido alcanzado por la explosión más brillante jamás vista, según los científicos.
La intensidad de la explosión fue tal que los investigadores no pudieron estudiarla de manera adecuada, ya que cegó los instrumentos que normalmente se utilizarían para medir su intensidad.
El pulso de radiación intensa comenzó en una explosión cósmica a dos mil millones de años luz de nosotros. Desde entonces, ha estado atravesando el universo y llegó a nuestro sistema solar en octubre del año pasado.
Los científicos dijeron que este tipo de evento es un GRB (brote de rayos gamma), conocido por ser una de las explosiones más fuertes y brillantes del universo.
Dicho GRB se consideró tan excepcional que los astrónomos dijeron que es el más brillante de todos los tiempos desde el comienzo de la civilización humana.
Los investigadores explicaron que el evento, denominado GRB 221009A, cegó a la mayoría de los instrumentos de rayos gamma en el espacio.
Significó que los astrónomos no pudieron medir la intensidad real de la emisión y tuvieron que reconstruir el gasto de energía a partir de datos pasados y presentes.
Un análisis de 7.000 GRB sugiere que GRB 221009A es 70 veces más brillante que cualquier otro visto hasta ahora y este tipo de evento astronómico ocurre una vez cada 10.000 años.
El Dr. Dan Perley, del Instituto de Investigación de Astrofísica de la Universidad John Moores de Liverpool, que siguió el evento con el telescopio Liverpool de la universidad en la isla española de La Palma, dijo: “No hay nada en la experiencia humana que se acerque remotamente a tal efusión de energía. Nada”.
Aunque duran unos segundos, los GRB producen la misma energía que emitirá el Sol durante toda su vida.
El Dr. Perley indicó que el evento GRB 221009A produjo “una cantidad fenomenal de energía”, y agregó: “Sin duda es el valor más alto jamás registrado para un estallido de rayos gamma”.
Según la ESA (Agencia Espacial Europea), la explosión depositó alrededor de un gigavatio de energía en la atmósfera superior de la Tierra, el equivalente a la producción de energía de una central eléctrica.
Los astrónomos creen que el GRB 221009A es el resultado de que una estrella masiva colapsara sobre sí misma para formar un agujero negro.
El Dr. Perley dijo: “La estrella habría sido muchas veces más masiva que el Sol, probablemente 20 veces más masiva o más”.
Los GRB también producen una supernova, pero a los astrónomos les falta determinar si eso ocurrió en este caso.
Se cree que el GRB 221009A era tan brillante porque estaba mucho más cerca de la Tierra en comparación con otros GRB conocidos y el haz de radiación electromagnética apuntaba en la dirección del planeta.
Andrew Levan, profesor de astrofísica en la Universidad de Radboud en Nijmegen, Países Bajos, dijo: “No podemos decir de manera concluyente que hay una supernova, lo cual es sorprendente dado el brillo de la explosión”.
“Si está ahí, es muy débil”.
“Planeamos seguir buscando, pero es posible que la estrella entera colapsara directamente en el agujero negro en lugar de explotar”.
Los GRB suelen ir seguidos de una onda de choque que emite radiación de menor energía, conocida como resplandor residual, que se desvanece poco a poco con el tiempo.
El Dr. Gavin Lamb, beneficiario de la beca de investigación Dorothy Hodgkin de Royal Society en la Universidad John Moores de Liverpool, que formó parte de un equipo internacional que utilizó el telescopio espacial James Webb de la NASA para observar el resplandor residual de GRB 221009A, dijo que las observaciones proporcionan “una visión única de los mecanismos responsables de estos destellos de luz transitorios”.
Señaló: “Aún hay muchos más datos por filtrar y buscaremos pistas para explicar la relación entre los GRB y las supernovas de estrellas masivas, y la dinámica dentro del resplandor residual”.
“Seguimos sin comprender por completo muchos aspectos de estos chorros de alta energía”.
Los hallazgos se informan en dos artículos separados en Astrophysical Journal y Astrophysical Journal Letters.
Informes adicionales de Press Association
Traducción de Michelle Padilla