Food Fighters: el libro de cocina de caridad que se asegura de que ningún niño pase hambre
Indignadas por el debate sobre comidas escolares gratuitas del pasado octubre, Gemma Combellack y Becky Tanner-Rolf hicieron un llamado a las armas en las redes sociales para un libro de cocina de recaudación de fondos. La respuesta fue épica, le dicen a Hannah Twiggs.
En octubre de 2020, los parlamentarios británicos se pasaron el día en el parlamento discutiendo si los niños vulnerables del Reino Unido deberían pasar hambre mientras las escuelas estaban cerradas durante el cierre. En un movimiento asombroso, 322 políticos, todos conservadores, rechazaron la moción, cortando el acceso a comidas escolares gratuitas vitales para millones de niños en edad escolar confinados en casa.
Hubo un revuelo. Marcus Rashford y otros activistas expresaron su "desesperación". Hasta Nigel Farage cuestionó por qué el gobierno era capaz de subsidiar Eat Out to Help Out, pero no podía proporcionarles el almuerzo a los niños de bajos recursos durante las vacaciones escolares.
Y dos blogueros gastronómicos del sureste de Londres empezaron a conspirar.
"Recibimos una llamada telefónica la mañana después de que anunciaron que no iban a alimentar a los niños y ambos estábamos furiosas por eso", dice Gemma Combellack, una mitad de Gills Gals, un dúo de apasionadas de la gastronomía, y que se especializa en platos de mariscos sostenibles. "Sentimos que podíamos hacer algo en este espacio".
“La gente estaba indignada y nosotras estábamos furibundas”, dice la otra mitad, Becky Tanner-Rolf. "Siento que hay muchas cosas por las que estar enojado en este momento, pero pensamos, 'Bueno, tenemos esta plataforma muy modesta, hagamos el intento'".
Hicieron un llamado a las armas en las redes sociales, pidiendo a otros blogueros gastronómicos, chefs, diseñadores, escritores, y a cualquier otra persona que estuviera igualmente indignada por el debate, que se involucrara en su proyecto de recetas, y todos los ingresos se destinaron a una plataforma de donación de alimentos.
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“Fue una locura”, dice Combellack. De la noche a la mañana, la publicación recibió cientos de respuestas y, para el fin de semana, se apresuraron a armar un plan más concreto. Pidieron a los colaboradores que enviaran una receta que respondiera a la pregunta: ¿qué es lo que más se siente como en casa para ti? Buscaron fotógrafos de comida y estilistas emergentes para dar vida a los platos. Se pidió a ilustradores y creativos que hicieran una maqueta de un diseño para el libro. Pidieron consejo a cualquier persona con experiencia en publicaciones.
Una semana después, nació Food Fighters.
“El libro se llama The Food Fighters, pero ese también es el nombre de la comunidad”, dice Tanner-Rolf. "Ese es todo el espíritu detrás de esto, por eso queríamos hacerlo de esta manera". Para ellos era importante separarse de la marca y centrarse en los más de 60 colaboradores que abrieron sus cocinas, y sus corazones, para donar su tiempo gratis y darle vida al libro. “La verdad, fue impresionante la cantidad de personas que querían involucrarse y ayudar”, mencionó Combellack. "Creo que fue una causa tan buena que todos de verdad querían respaldarla".
En sólo seis meses, Combellack, Tanner-Rolf y un equipo de freelancers han recopilado más de 60 recetas de galardonados chefs, celebridades, escritores gastronómicos profesionales y cocineros apasionados, que están disponibles en un libro de cocina interactivo de Cookt. Casi todas las ganancias del libro (excepto algunos costos técnicos) se destinarán a Bankuet, una plataforma de donación de alimentos dedicada a abastecer a los bancos de alimentos de todo el Reino Unido con los productos que las personas vulnerables en verdad necesitan, no sólo latas de frijoles ("los molletes son deliciosos”, protesta Tanner-Rolf, “pero no se puede vivir comiendo sólo eso”, admite a regañadientes). La plataforma también permite que las personas hagan donaciones. “Decidimos trabajar con Bankuet porque lo que hacen es muy importante para llenar ese vacío dentro de los bancos de alimentos”, dice Tanner-Rolf. “Ellos encuentran lo que falta y obtienen lo que les falta. Es un sistema realmente inteligente que es increíblemente útil”. Combellack agrega: "Nos atrajeron mucho porque reconocen que hay un problema y están tratando de hacer algo al respecto".
Robin Ferris fundó Bankuet, la primera plataforma de donación sin desperdicio del Reino Unido, mientras trabajaba como voluntario en su banco de alimentos local, donde notó que había un excedente de cosas como pasta seca y verduras enlatadas, y faltaban otras cosas que la gente también necesitaba, como artículos para el hogar y artículos de tocador. En un mundo en el que usamos tecnología como Monzo, Deliveroo y Slack a diario, se pregunta: ¿por qué no hay un banco de alimentos en línea? “Los bancos de alimentos parecían como operar a la antigüita”, me dice. “De ahí nació Bankuet”. Los bancos de alimentos inician sesión en el sistema, hacen un pedido de las cosas que necesitan, tal como todos nos apresuramos a hacer durante esta época el año pasado, y el dinero de las donaciones se utiliza para enviar esos artículos exactamente al lugar donde se necesitan, en el momento en que se necesitan. Es un sistema sencillo que te hace preguntarte por qué no existía antes.
Al principio, Bankuet apoyó a 10 bancos de alimentos con sede en Londres, enviando suficiente comida para alimentar a unas 500 personas. “Diciembre de 2019 a menudo se cita como uno de los momentos de mayor actividad para los bancos de alimentos”, comenta Ferris. "Luego llegó el covid". Al día de hoy, Bankuet está respaldando a más de 130 bancos de alimentos en 55 ciudades del Reino Unido e Irlanda, y ha realizado más de 1,000 entregas a granel. Sin embargo, el éxito de la plataforma puede parecer agridulce. "En realidadfue una fortuna que hayamos empezado cuando lo hicimos, supongo", me dice Ferris, riendo tristemente. "En retrospectiva, esta época el año pasado fue quizá el momento en el que Bankuet se lanzó realmente y para el que estaba destinado".
Es una triste verdad que Bankuet y los Food Fighters no podrían haber llegado en mejor momento. Según las estadísticas de Trussell Trust, desde el 1 de abril de 2020 hasta el 31 de marzo de 2021, entregaron 2.5 millones de paquetes de alimentos de emergencia a personas en crisis. Como sólo representan alrededor del 50% de los bancos de alimentos del Reino Unido, es probable que la cifra real sea aún mayor. "La estadística decisiva", añade Ferris, "es que 1 millón de ellos fueron destinados a niños".
“Estamos fascinados de que [los Food Fighters] hayan decidido respaldar el trabajo que hemos estado haciendo”, menciona.
Antes del covid, Combellack y Tanner-Rolf dirigieron clubes de cena de recaudación de fondos a través de su blog The Gills Gals (haciendo referencia a su pasión por los mariscos; ambas son de la costa, de Cornwall y la Isla de Wight, respectivamente) recaudando dinero para varias buenas causas, desde la organización benéfica de salud mental Calm hasta Fisherman's Mission, que brinda apoyo a pescadores activos y jubilados y sus familias. Entonces, usar su plataforma existente y lanzar este nuevo proyecto para combatir la pobreza alimentaria era un tema ya familiar. "Te sientes realmente impotente en ese tipo de escenarios", dice Combellack. “Todos queremos salir y ser voluntarios para un banco de alimentos, pero, siendo realistas, ¿todos tenemos tiempo para hacerlo? De esta manera se siente que todos están tratando de hacer algo positivo ".
El confinamiento ha visto un impulso real para ayudar a los más necesitados y unir a la gente con la comida, sugiero. Eso es definitivamente algo que los Food Fighters han descubierto al armar el libro: “Algunos de [los colaboradores] son más como cocineros caseros que han creado un Instagram, pero han sido muchos chefs, estilistas gastronómicos y fotógrafos gastronómicos que no han tenido trabajo. Especialmente cuando nos lanzamos en octubre”, añade Combellack. "Esos confinamientos fueron mucho peores". Incluso algunos restaurantes que habían pasado la mayor parte del año cerrados estaban ansiosos por presentar una receta. “El hecho de que todavía estén pensando en otras personas ha sido muy bueno”, agrega.
“Ha habido mucha furia e indignación, y debería, porque los niños están pasando hambre”, indica Tanner-Rolf. "Pero si estás lejos de tu familia, hay algo muy lindo en cocinar una receta que significa algo para ti". Pero se apresuran a señalar que la familia no tiene por qué limitarse a las madres, padres, hermanos y hermanas. “Quizás tu familia sea la gente con la que vives en tu casa compartida durante el coronavirus. O tus mejores amigos, con los que no has podido compartir una cena”, dice Tanner-Rolf. Por ejemplo, una de las recetas presentadas es un platillo que la escritora siempre le preparaba a sus amigos cuando venían a cenar.
Ferris también está deseando recibir su copia. “The Food Fighters llega en un momentoimportante porque puedes comprar un libro de recetas para ti y tus amigos que no has visto en meses, puedes hacer una barbacoa o una cena, puedes preparar una buena comida y volver a conectar con las personas ”, comenta. "Al mismo tiempo que lo haces, le estás dando a otra persona esa experiencia alegre compartir la comida, porque Bankuet usará las donaciones para comprar alimentos y enviarlos a las personas necesitadas".
El libro es completamente interactivo y algunas características interesantes incluyen porciones escalables, ingredientes que se pueden comprar y un nuevo modo de cocción continua, "jugando con el hecho de que la situación familiar o hogareña es diferente para cada persona". Pero lo que Combellack y Tanner-Rolf piensan que aún más genial es no sólo la diversidad de las recetas, sino también el toque personal y la historia de cada una. “Laura Rowe, exeditora de la revista Olive , envió una receta y era la de mince pies (tartas dulces navideñas) su madre. Envió las instrucciones y todo estaba apuntado en un papelito”, recuerda Combellack. "Ha sido muy agradable vivir eso y conocer las historias familiares que hay detrás". Cuando enviaron las fotografías con estilo de otra receta a un colaborador, “ella mencinó que comenzó a llorar cuando vio las imágenes porque eran muy hermosas. Dijo: esta receta es muy importante para nuestra familia, por lo que el hecho de que será presentada y alguien más la preparará significa mucho”.
Los fanáticos de los clubes de cena Gills Gals estarán encantados de saber que el paté de caballa de Combellack está haciendo un regreso triunfal en el libro (era un elemento básico en casi todos los eventos). “Cuando era niña, mi tía siempre me traía ese paté”, explica. “Nunca me traía chocolate, era un bote de paté de caballa ahumada. No he podido volver a casa en Cornwell en un año, así que el hecho de haber podido escribir esa [receta] y recordar mi infancia es muy agradable”.
Cuando hablamos en Zoom en abril, el dúo estaba en modo de prueba: probando todas las recetas, filmando platos y editando cada historia. Han enlistado a sus amigos para que ayuden a degustar los platillos, aunque eso no parece un trabajo demasiado arduo. Han habido muchos emojis tristes y "pre-covid esto" y "pre-covid lo otro" en las recetas enviadas, que han editado "porque espero que alguien lo haga este verano", se ríe Tanner-Rolf, y agregó: “Creo que la gente se sintió empoderada para hacer un cambio porque las cosas estaban molestas, pero también fue algo agradable en lo que pensar de nuevo y recordar pasar un momento agradable con tus amigos, comer juntos y compartir un pedazo de comida. Ha sido realmente encantador ".
De alguna manera, ha sido una carrera cuesta arriba. Combellack y Tanner-Rolf solo se han visto dos veces en el último año y se han comunicado principalmente a través del “poder de las notas de voz de WhatsApp” entre sus trabajos diarios en relaciones públicas y redacción independiente, respectivamente. Eso los equipó con muchas habilidades transferibles que ciertamente han sido útiles durante el proyecto, pero cuando se trataba de los resúmenes de recetas, “tuvimos que pasar bastante tiempo yendo y viniendo hablando sobre el orden que queríamos que fuera en, ya sea que queramos cucharadas o tazas, todo ese tipo de cosas”, reiteró Combellack. Digo que sé un par de cosas sobre eso. “Escribir recetas es todo un arte”, bromea. Bueno, supongo que eso nos convierte en artistas.
Con el libro en vivo en solo unos días (“¡Gracias por el recordatorio!”), El dúo no ha tenido mucho tiempo para sentarse y apreciar que están en la recta final de meses de arduo trabajo. "Quiero decir, probablemente voy a llorar mucho cuando salga", dice Tanner-Rolf. Combellack está de acuerdo: "Probablemente vamos a disfrutar un par de meses de ver a la gente cocinar".
Ferris está de acuerdo en que el covid puede sacar lo mejor de las personas - “Es casi trágicamente hermoso de alguna manera” - pero dice que no podemos permitirnos dejar a nadie atrás. “Mucha gente va a 'volver a la normalidad', pero más personas que nunca han caído en la pobreza alimentaria. Va a empeorar antes de mejorar”, asegura sombrío.
Así que no lo olvidemos. Compremos el libro, reunámonos con nuestros seres queridos con una de las deliciosas recetas y disfrutemos nuestra comida sabiendo que alguien más también lo está.
“The Food Fighters: Celebrating the Power of Food” ya está disponible en Cookt. Ordena tu copia y dona a una buena causa aquí. Apoya a tu banco de alimentos local o haz una donación general al gran trabajo que Bankuet hace aquí.