Agustín Canapino lleva la esperanza argentina en las 500 Millas de Indianápolis
Agustín Canapino llevará consigo este domingo las esperanzas de Argentina cuando parta en las 500 Millas de Indianápolis
No se puede menospreciar la inmensa popularidad que Agustín Canapino, un piloto en las 500 Millas de Indianápolis, goza en su natal Argentina. Hay que tomar en cuenta esto. Hace cinco años, al competir en el campeonato de turismo carretera de su país, Canapino fue reconocido con el premio Olimpia de Oro como el mejor deportista de Argentina, superando ni más ni menos que a Lionel Messi.
El orgullo de Arrecifes —- pequeño localidad de 25.000 habitantes que ha sido cuna de pilotos de Fórmula Uno como José Frilán González y Norberto Edgardo Fontana – ha ganado más de 100 carreras y 15 títulos en varias series domésticas. Su nombre es noticia frecuentemente, además es seguido de forma masiva en las redes sociales y hasta el nombre de “Agustín” ha sido tendencia para recién nacidos.
“No es yo sea como Messi, por supuesto. El fútbol es el deporte más importante en mi país”, dijo Canapino a The Associated Press en un martes tranquilo en el Circuito de Indianápolis, en donde participaba en algunos eventos tradicionales de novatos como ordeñar a una vaca de 2.000 libras.
“Pero el deporte motor”, continuó Canapino, “es muy, muy importante en Argentina. Contamos con mucha afición, y también mucha gente me está alentando. Hay gente que tienen tatuajes con mi nombre, y le ponen mi nombre a sus niños. Eso hace sentirme orgulloso”.
Imagínense lo orgullos que estarán si gana las Indy 500 este domingo.
No será una tarea sencilla. Canapino compite para uno de los equipos más modestos, el Juncos Hollinger Racing, el que pasó dificultad para generar velocidad la semana pasada. Incluso su compañero Callum Ilot tuvo que reemplazar el chasís un día antes de la clasificación porque no se sentía “seguro” en el auto. Pero ambos pilotos alcanzaron tiempos suficientemente rápidos el sábado para evitar el estrés de buscar la clasificación el domingo.
Sin embargo, con el solo hecho de estar en la parrilla de 33 autos y competir en el llamado “Espectáculo Más Grande del Automovilismo” puede considerarse como una victoria.
Canapino creyó que su trayectoria se iba a limitar a ser piloto de automóviles de serie modificados en Argentina, aunque tuvo la experiencia de conducir un auto deportivo en las 24 Horas de Daytona. Pero a fines del año pasado, Ricardo Juncos — el propietario del equipo — organizó una exhibición en Buenos Aires y le pidió a Canapino que se pusiera detrás del volante.
Cuando Canapino completó unas vueltas en el Autódromo de Buenos Aires en noviembre, fue la primera vez que un IndyCar rodó en Argentina desde que Al Unser ganó las Indy 300 en el Autódromo Ciudad de Rafaela en 1971. Canapino también dio unas vueltas en el Circuito de Termas de Río Hondo, y su velocidad mostrada convenció a Juncos para darle una oportunidad como piloto a tiempo completo.
A su llegada a Estados Unidos, Canapino no sabía ni una pizca del idioma inglés, pero entendió que necesitaba poder comunicarse con los ingenieros del equipo. Mediante clases con un tutor, viendo películas y la ayuda de una aplicación instalada en su teléfono, aprendió a comunicarse con fluidez en tres meses.
Su aprendizaje ha sido igual de rápido dentro del monoplaza que lucirá este domingo los colores de la selección nacional de Argentina. Canapino quedó 12mo en la primera carrera de la temporada en el circuito callejero de San Petersburgo, Florida, y también figuró 12mo en su debut en un óvalo en Texas.
También ha tenido sus problemas como aquel confuso accidente que sufrió en la carrera de Long Beach. Cuando Ilott salía del pit lane al frente de Canapino, lo que forzó a Helio Castroneves a realizar una agresiva maniobra frente a ambos. Castroneves y Canapino acabaron chocándose, y muchos de los 115.000 seguidores del argentino en Twitter fustigaron a su compañero por cruzarse en la pista y causar la colisión.
Canapino tuvo que pedirles que pusieron freno a los insultos.
El apoyo se comprende. Aparte de la consagración de la selección en el Mundial de fútbol en diciembre, Argentina no ha tenido mucho que festejar, en medio de una severa crisis económica. Este mismo mes, el Banco Central subió la tasa de interés para plazos fijos al 97% anual para combatir la inflación.
“Tenemos a mucha gente que está sin trabajo”, dijo Canapino. “Gente que pasa hambre. La economía es un desastre. Es muy difícil vivir en la Argentina, una pena porque tenemos un país muy bonito. Me pone contento poder hacer esto por ellos”.
Canapino es el cuarto piloto de Argentina que se clasifica a las Indy 500, y el primero desde que Raúl Riganti se estrelló en 1940 El legendario Juan Manuel Fangio, cinco veces campeón de la F1 y considerado el mejor piloto argentino de la historia, llegó con un gran fanfarria en 1958, pero tuvo que abandonar antes de la clasificación debido a que su auto no alcanzó la velocidad necesaria.
“Creo que lo mínimo que podemos hacer es brindarle una sonrisa a la gente, porque mucha gente está sufriendo, especialmente ahora”, dijo Canapino. “Tengo una decente posición para la largada. Mi monoplaza está en buenas condiciones. Pero lo primero será cruzar la meta. Nuestro objetivo es conseguir la mejor posición posible”.