Tribunal italiano reafirma condena por calumnia contra Amanda Knox; la joven ya no cumplirá su pena en prisión
La estadounidense injustamente encarcelada por el asesinato de su compañera de hogar británica en 2007 llegó al tribunal de Florencia para intentar anular la condena por calumnia que recibió por implicar al dueño de un bar inocente
Un tribunal italiano reafirmó la condena de Amanda Knox por calumnia después de que acusó a un hombre inocente del asesinato de su compañera de hogar en 2007.
Knox —que estuvo encarcelada por el asesinato antes de ser exonerada— llegó el miércoles al tribunal de Florencia para intentar anular una condena por calumnia en el último caso pendiente contra ella.
La joven de 36 años pasó cuatro años en la cárcel por el asesinato de su compañera de hogar, Meredith Kercher, cuando ambas eran estudiantes de intercambio, antes de que anularan su sentencia en 2015.
El miércoles compareció ante el tribunal para un nuevo juicio por un aspecto diferente del caso: haber acusado falsamente del delito al propietario de un bar congoleño llamado Patrick Lumumba. El tribunal determinó que lo había acusado erróneamente.
Sin embargo, Knox no cumplirá más tiempo en la cárcel, ya que la condena de tres años que se le impuso originalmente en el caso de calumnia ya estaba cubierta por el tiempo que había cumplido anteriormente.
A su llegada a la sala del tribunal italiano por primera vez en más de una década, Amanda Knox parecía estar llorando y fue recibida por el acoso de los medios de comunicación, quienes la zarandearon e incluso la golpearon sin querer en la cabeza con una cámara.
Sin embargo, cuando se leyó el veredicto, no mostró ninguna emoción visible.
Su abogado, Carlo della Vedova, aseveró poco después que “Amanda está muy resentida”.
Kercher fue hallada muerta a puñaladas el 2 de noviembre de 2007, en su habitación cerrada con llave de un apartamento que compartía con Knox y otros dos compañeros de hogar.
Knox y su entonces novio, Raffaele Sollecito, fueron declarados culpables de su asesinato, pero finalmente fueron absueltos después de que un tribunal supremo italiano anulara las condenas en 2015.
Otro hombre, Rudy Guede, cuyo ADN y huellas se encontraron en el lugar de los hechos, fue condenado por el asesinato de Kercher en 2008 y quedó en libertad en 2021 tras cumplir 13 años de cárcel.
En la última audiencia, Knox acusó a la policía italiana de amenazas y violencia y, de hecho, alegó que la policía quería que culpara a Lumumba.
“La policía me amenazó con 30 años de cárcel; un agente me abofeteó tres veces diciéndome ‘Recuerda, recuerda’”, declaró Knox ante el tribunal.
“Siento mucho no haber sido lo bastante fuerte para soportar la presión de la policía”, añadió.
“No sabía quién era el asesino. No tenía forma de saberlo”, testificó ante los ocho jueces y miembros del jurado.
Antes de comparecer ante el tribunal, Knox escribió el lunes en X/Twitter: “El 5 de junio entraré en el mismo juzgado en el que fui condenada de nuevo por un delito que no cometí, esta vez para defenderme una vez más”.
“Espero limpiar mi nombre de una vez por todas de las falsas acusaciones contra mí. Deséenme suerte. Crepi il lupo!”, escribió, utilizando una frase italiana similar a “rómpete una pierna”.
Knox, de Seattle, acababa de llegar a Perugia (Italia) en 2007, cuando tuvo que soportar una larga noche de interrogatorios por el asesinato, a pesar de que tenía un conocimiento muy básico de italiano.
En 2019, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que ocurrieron errores de procedimiento durante el interrogatorio y el máximo tribunal italiano ordenó el año pasado un nuevo juicio en el caso de calumnia.
El tribunal superior italiano anuló en otoño de 2023 una condena por calumnia, que conllevaba una pena de tres años.
La continua odisea del caso de asesinato ha acaparado titulares durante años que ha inspirado libros y películas a medida que se desarrollaba el caso.
La acusación de Knox en 2007 contra Lumumba, en cuyo bar trabajaba entonces, provino de declaraciones mecanografiadas por la policía que ella firmó, pero que fueron declaradas inadmisibles en el nuevo juicio del tribunal supremo italiano.
La joven se retractó de la acusación en una nota manuscrita de cuatro páginas en inglés redactada la tarde siguiente, la única prueba sobre la que puede pronunciarse el tribunal. A pesar de sus intentos de retirar la acusación, a Lumumba lo detuvieron para interrogarlo y estuvo encarcelado durante casi dos semanas.
En esta ocasión, se ordenó al tribunal que no tuviera en cuenta dos declaraciones perjudiciales que la policía había mecanografiado y que Knox había firmado durante el interrogatorio de 2007, en las que alegaba que recordaba haber oído gritar a Kercher y señalaba a Lumumba como responsable del asesinato. Al día siguiente manifestó que “dudaba” de las declaraciones porque las había hecho bajo “la presión del estrés, el shock y el agotamiento extremo”.