Declaran culpable a Brian Walshe del asesinato de su esposa, cuyo cuerpo sigue sin ser encontrado
Ana Walshe fue vista por última vez en la madrugada del 1.º de enero de 2023. Hasta la fecha, no han encontrado su cuerpo
Brian Walshe fue declarado culpable del asesinato en primer grado de su esposa, Ana Walshe, cuyo cadáver sigue sin ser encontrado.
Walshe no mostró ninguna emoción el lunes en un tribunal de Massachusetts, mientras el jurado determinaba el veredicto tras solo unas horas de deliberaciones. Recibirá su sentencia el miércoles y se enfrenta a cadena perpetua.
Ana Walshe, inmigrante serbia de 39 años y ejecutiva inmobiliaria, fue vista por última vez en la madrugada del 1.º de enero de 2023, tras una pequeña reunión por Año Nuevo en el domicilio de la pareja en Cohasset.
Su marido, de 50 años, había admitido haber descuartizado a su esposa y mentido a la policía, pero mantiene que no la mató. En noviembre, se declaró culpable de dos cargos menores de engaño a la policía y transporte indebido de un cadáver humano.
Walshe afirmó que su esposa salió para un viaje de trabajo urgente a Washington, D.C., y pidió un coche que la llevara al aeropuerto internacional Logan de Boston. Pero su empresa, la primera en denunciar su desaparición, aseguró que no hubo ninguna emergencia laboral.

Los fiscales aseguraron que Ana nunca se subió a un coche compartido y no había pruebas de que hubiera tomado un vuelo. Su móvil, así como sus tarjetas de crédito y débito, permanecieron inactivos tras su desaparición.
“Ana Walshe está muerta porque él la asesinó, y él quería que muriera”, indicó la fiscal Anne Yas al tribunal durante los alegatos finales del viernes. Y observó: “No iba a D.C. por una emergencia laboral; tal emergencia no existió. Es solo una historia que el acusado contó a la gente”.
Walshe afirmó que después de que su esposa abandonara la casa, él visitó a su madre en Swampscott, fue de compras a CVS y Whole Foods, y pasó tiempo con sus hijos.
Pero los fiscales explicaron que pasó el día de Año Nuevo visitando arias farmacias y ferreterías, comprando suministros de limpieza de alta resistencia, un traje protector Tyvek y un cuchillo multiuso. Además, las compras supuestamente fueron precedidas por búsquedas en línea como “cuánto tiempo tarda un cadáver en desprender olor” y “desmembramiento y mejores maneras de deshacerse de un cuerpo”.
Durante los días siguientes, según los investigadores, siguió buscando “cómo desmembrar un cadáver con una sierra para metales”. No denunció la desaparición de su esposa sino hasta el 4 de enero, cuando su jefe se puso en contacto con la policía tras no poder comunicarse con ella.
Las imágenes de vigilancia mostraron más tarde a un hombre parecido a Walshe tirando bolsas de basura pesadas en contenedores. En el registro de un depósito de basura cercano a la casa de su madre se encontraron bolsas que contenían un hacha, una sierra para metales, toallas, un traje de protección, productos de limpieza, un bolso de Prada, botas como las que Ana llevaba puestas por última vez y su cartilla de vacunación de covid. Los fiscales indicaron que muchos objetos confirmaron la presencia del ADN de la mujer.
“El acusado no quería que nadie encontrara el cuerpo de Ana y supiera cómo murió”, aseguró Yas ante el tribunal. “Así que el acusado compró herramientas para cortar [...] y descuartizó el cuerpo de Ana, la mujer a la que decía amar, y la arrojó a los contenedores”, planteó.
No solo la quería muerta, “la necesitaba muerta”, agregó Yas. “Era un matrimonio en crisis”.
Antes de ser sospechoso de asesinato, Walshe estaba a la espera de sentencia en un caso federal de fraude tras declararse culpable en una trama de venta de cuadros falsificados de Andy Warhol.

En 2024, Walshe fue sentenciado a 37 meses de prisión y tres años de libertad supervisada. También se le ordenó pagar una restitución de 475.000 dólares.
Yas señaló que en el momento de la desaparición y asesinato de Ana, Walshe “no tenía bienes” y estaba en arresto domiciliario por su caso federal.
Ana empezaba a prosperar mientras “el matrimonio empezaba a deteriorarse”, declaró Yas al tribunal, añadiendo que había habilitado habitaciones en una casa adosada de Washington D. C. de su propiedad para sus hijos.
Sin embargo, Walshe que los niños vivieran con él para poder ser el cuidador principal en un esfuerzo por evitar la cárcel, dijo Yas. En aquel momento, Ana también había contratado un seguro de vida por valor de 2,7 millones de dólares, para el que designó a su marido como único beneficiario, según la fiscalía.
En una decisión que sorprendió a los observadores del tribunal, la defensa descansó a principios de esta semana sin llamar a ningún testigo. Brian Walshe no testificó, a pesar de que se especulaba con la posibilidad de que subiera al estrado para explicar su versión de los hechos.
Durante los alegatos finales, el abogado defensor Larry Tipton calificó repetidamente a Brian Walshe de “marido y padre cariñoso” sin “ningún motivo” para matar a su esposa. Anteriormente, había declarado ante el tribunal que su cliente había entrado en pánico tras una “muerte súbita e inexplicable” y alegó que Walshe encontró a Ana sin respuesta tras su celebración de Nochevieja.
“Cuando entró en el dormitorio y se metió a la cama, sintió que algo iba mal”, afirmó Tipton y repitió la afirmación de Walshe de que Ana “rodó fuera de la cama”.
“Se produce un acontecimiento repentino e inesperado que genera confusión, pánico y miedo”, declaró Tipton el viernes. “Todas esas cosas que son tan preocupantes, horribles” y se podría argumentar que muestran conciencia de culpa, dijo Tipton, refiriéndose al hecho de que Walshe se deshizo del cuerpo. Pero Tipton insistió en que no mató a su esposa.
Tipton también abordó las búsquedas de Walshe en Internet y argumento que no coincidía el “propósito de asesinar” con haber hecho la primera búsqueda que hace referencia al asesinato “seis horas después”, el 1.º de enero de 2023.

“El contexto importa”, afirma Tipton. “La primera vez que se utiliza la palabra asesinato en estas horribles búsquedas es seis horas” después de que hizo la primera.
Tipton también argumentó que las búsquedas sobre el desmembramiento y la limpieza no significaban que la hubiera asesinado, alegando que no había nada que hiciera referencia a un plan o intención de matar a Ana.
“Aunque no hablen de asesinato, son igualmente perturbadores”, exclamó Tipton. “Está pensando en cómo se limpia un suelo de hormigón” en el sótano.
“Pregúntense, ¿por qué el hombre está buscando ahora si tenía la intención de matar a su esposa?”, cuestionó Tipton.
La defensa reconoció que Walshe mintió a los investigadores, pero argumentó que sus acciones reflejaban miedo, no culpabilidad. Sin cadáver, subrayó Tipton, “los investigadores no han podido determinar la causa de la muerte”.
“El Sr. Walshe amaba a Ana Walshe, la madre de sus tres hijos”, añadió Tipton. “El Sr. Walshe no es culpable. No es culpable”, sostuvo.

Durante el juicio, el tribunal escuchó las declaraciones de William Fastow, el hombre identificado por la fiscalía como novio de Ana Walshe.
Fastow contó que conoció a Ana en marzo de 2022, cuando le vendió una casa adosada en Washington. Su relación se intensificó rápidamente hasta convertirse en una “relación íntima”. Compartieron cenas, noches en su velero, visitas nocturnas en su casa e incluso un viaje a Irlanda por Acción de Gracias.
“Ana consideró que era muy importante que cuando Brian se enterara de la relación lo supiera por ella”, dijo. Y agregó: “Ella había expresado una gran preocupación y creo que pensó que sería un golpe contra su integridad si se enteraba de otra manera”.
Fastow dijo que planeaban recibir juntos el Año Nuevo el 4 de enero y hablar del futuro. La última vez que supo de ella fue en Nochevieja. Sus mensajes y llamadas posteriores quedaron sin respuesta.
Traducción de Michelle Padilla






