“Estoy con los de la Marina y voy al batallón”: revelan vínculo de las Fuerzas Armadas con el narco
A pesar de que los vínculos entre integrantes del Ejército y la Marina mexicanos con el narcotráfico están comprobados en conversaciones vía mensaje, la Fiscalía de Alejandro Gertz Manero se desistió de 16 órdenes de captura emitidas en agosto pasado
Tras la filtración del informe sin testar que la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa publicó hace unas semanas, el diario Reforma publicó hoy que Estados Unidos tiene indicios del nexo entre los militares y el narco, previo a aquella noche en Iguala.
“... pinche coronel tanto dinero que recibió que yo personalmente le llevé hasta el 27…”, dice uno de los mensajes publicados el fin de semana por la periodista Peniley Ramírez.
El 27 se refiere al Batallón de Infantería, con sede en Iguala, Guerrero, a donde pertenecían los militares que acusan de estar involucrados con la desaparición y muerte de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa. Apenas hace unas semanas, se informó sobre la detención del general José Rodríguez Pérez, quien se desempeñaba como comandante de dicha unidad.
Según la publicación, las autoridades estadounidenses cuentan con información que revela los vínculos de la Marina y el Ejército con el cártel Guerreros Unidos, que operaba en esa zona, con quienes sostenían reuniones periódicas meses antes de que desaparecieran los 43 normalistas.
Los chats de por lo menos 8 integrantes del grupo delictivo, que obtuvo la DEA de diferentes dispositivos móviles Blackberry, y de los que entregó una copia a la FGR (Fiscalía General de la República), muestran que la organización criminal también sostuvo reuniones con César Nava González, jefe de la policía de Cocula; y entregó sobornos a Francisco Salgado Valladares, ex subdirector de la Policía de Iguala, quien además es mencionado en los mensajes filtrados por Peniley Ramírez.
“...que el alcalde ordenó por medio de ti y del negro detener a los estudiantes que venían en los camiones porque querían hacer un mitin y que iba a estar la esposa del alcalde y que tenía miedo. Que Flores y Valladares los iban a levantar nomás para ponerles una chinga…”, dice uno de los mensajes de “el Tilo” a “el Gil”.
La Corte Federal del distrito Este de Illinois instruyó un proceso contra supuestos integrantes del cártel de Guerreros Unidos por el tráfico de heroína, que derivó en la intervención telefónica.
“Entre los aparatos intervenidos están los de Pablo Vega Cuevas "El Transformer", operador del grupo criminal en Illinois, y Arturo Martínez "Apaxtla", enlace del grupo criminal con militares, marinos y policías y quien no ha sido capturado”, cuenta la nota de Reforma.
Las conversaciones, que tuvieron lugar entre el 22 de marzo y el 8 de junio de 2014, año en que desaparecieron los normalistas, fueron la base para que la FGR obtuviera las 20 órdenes de aprehensión contra integrantes de los 27 y 41 Batallones de Infantería en Guerrero, de las que sólo ejecutó 4, mientras desistió de las otras 16 hace unos días.
“Si no le contesto es porque voy a estar con los militares comiendo”, dice un individuo identificado como “Apaxtla” en un mensaje el 28 de marzo del 2014.
El lunes 26, tras la marcha de los padres de los estudiantes normalistas, hicieron un reclamo a Andrés Manuel López Obrador por la falta de avance en la investigación y de acciones concretas para dar con los responsables y con sus hijos.
“Si bien este presidente se comprometió a esclarecer el caso, quizá para que ganara popularidad, para que la gente confiara, sí habiamos logrado un pequeño avance con este gobierno, pero cuando se llegó el punto de tocar al Ejército, ahí todo se vino para abajo, todos se echaron la bola”, dijo Emiliano Navarrete, padre del normalista José Ángel Navarrete.