Patrulla Fronteriza se lleva a una niña de 1 año tras arrestar a su padre; autoridades se niegan a disculparse
El caso se suma a una ola de redadas migratorias donde padres son detenidos frente a sus hijos, generando indignación en comunidades enteras
La familia de un ciudadano estadounidense detenido por agentes federales encapuchados y fuertemente armados en Los Ángeles exige su liberación. El operativo ocurrió mientras su hija de un año seguía en el asiento trasero del auto.
“Es el mejor papá”, declaró entre lágrimas María Avalos, madre del detenido, durante una conferencia de prensa el miércoles.
“Su hijita lo acompaña a todos lados”, añadió. “Ahora está a salvo, gracias a Dios. Pero necesita a su padre. Y yo necesito que me devuelvan a mi hijo”.
El hombre, de 32 años, fue arrestado en el estacionamiento de un Home Depot en el vecindario de Cypress Park, al norte de Los Ángeles, la mañana del martes. Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), cinco inmigrantes indocumentados fueron detenidos durante el operativo, y el hombre enfrentó cargos por agredir a los agentes en el lugar.
Sin embargo, un video grabado por testigos muestra a varios agentes de la Patrulla Fronteriza, encapuchados, rodeando el vehículo y sacando al hombre esposado, mientras su hija permanecía en el asiento trasero.
Por su parte, el gobierno de Donald Trump respaldó el operativo.

El detenido fue identificado como Dennis Quiñónez. Enfrenta cargos federales por posesión ilegal de un arma de fuego y municiones, debido a que tiene antecedentes por violencia doméstica, según una denuncia penal.
Autoridades del DHS lo acusan de blandir un martillo y lanzar piedras contra los agentes, pero ninguna de esas acciones se ve en los videos grabados por testigos.
“Fue arrestado por agresión y, durante su detención, se encontró una pistola en su vehículo. El arma había sido reportada como robada en el estado de Nueva York”, explicó Tricia McLaughlin, subsecretaria del DHS. “El individuo tiene una orden de arresto vigente por daños a la propiedad”.
Los agentes actuaron “de forma adecuada” respecto a la menor, afirmó una funcionaria del gobierno.
“No vamos a disculparnos por hacer cumplir la ley”, escribieron desde el DHS en X, antes Twitter.
“No entiendo por qué esto es tan difícil de comprender para usted y otros periodistas”, respondió el fiscal federal Bill Essayli ante un reporte de The Los Angeles Times. “Cualquiera que agreda o interfiera con agentes federales será arrestado y acusado de un delito federal”.
Avalos contó que más tarde recibió una llamada de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) para que recogiera a su nieta ese mismo día. La niña seguía dentro del vehículo cuando los agentes se retiraron del lugar.
La madre del detenido tuvo que esperar alrededor de tres horas para poder recuperarla. “No sabíamos qué le había pasado mientras estuvo bajo su custodia. Tampoco nos decían cuándo liberarían a mi hijo ni dónde lo tenían”, aseguró.
Esperó varias horas en una oficina de inmigración en el centro de Los Ángeles hasta que pudo ver a la menor, quien, según dijo, “ni siquiera sabía lo que estaba pasando”.
“Es muy chiquita. No entendía lo que le estaban haciendo a su papá”, comentó.
La señora también denunció que los agentes se negaron a esperar a que un familiar llegara a recoger a la niña.
“No había razón para que el ICE se la llevara”, dijo este miércoles. “Mi hijo no hizo nada, como se ve en los videos. Estaba cooperando”.

Jorge-Mario Cabrera, vocero de la organización CHIRLA (Coalition for Humane Immigrant Rights of Los Angeles), calificó el caso como “una locura”.
“Esto no debería estar pasando”, señaló. “Tenemos a una abuela y a una madre sufriendo, traumatizadas por lo que vivieron”.
Este caso se suma a una cadena de operativos migratorios dirigidos contra familias en presencia de menores. Incidentes que, con más frecuencia, quedan registrados en video y se difunden en redes sociales, mientras el gobierno de Donald Trump acelera su agenda de deportaciones masivas, desplegando miles de agentes federales en ciudades de todo el país.
En Chicago, esta misma semana, agentes del ICE sacaron por la fuerza a una maestra conocida como “Seño Diana” desde el interior de un preescolar y la subieron a un vehículo sin identificación.
A inicios de este año, un niño de 12 años fue abandonado en la calle en Waltham, Massachusetts, tras una redada migratoria. En Oregón, un agente rompió la ventana del auto de un quiropráctico cuando intentaba dejar a su hijo en la guardería.
El mes pasado, varias familias con niños fueron sacadas de sus viviendas en un edificio de departamentos en Chicago, entre llantos y gritos, durante una redada nocturna que terminó con la detención de 37 personas.
También se reporta que equipos de agentes federales están realizando visitas no anunciadas a hogares de familias inmigrantes en Memphis, bajo el pretexto de “verificar el bienestar” de menores, con el aparente objetivo de ejecutar arrestos selectivos.
“La gente está viendo con sus propios ojos lo que está haciendo nuestro gobierno federal”, declaró el concejal de Chicago, Matt Martin, quien representa el vecindario donde agentes de ICE arrestaron a una maestra de preescolar. “¿Cómo se supone que esto hace más segura a mi comunidad?”.
Traducción de Leticia Zampedri






