Olivia Newton-John tenía razón sobre la narrativa que usamos en torno al cáncer
La decisión de Newton-John de evitar la narrativa tradicional de “luchar” contra el cáncer es inspiradora. Todo el tiempo estamos expuestos al discurso de que las personas “ganan” o “pierden” una “lucha” contra la enfermedad
La música, actriz y activista Dame Olivia Newton-John murió ayer en su rancho en Santa Bárbara, California, rodeada de familiares y amigos. Uno de mis primeros pensamientos al leer la noticia fue que, la sensación de estar junto a tus seres queridos en un lugar hermoso con amplias vistas, parece una forma pacífica y conectada de pasar esos últimos momentos.
Newton-John, mejor conocida por sus alegres melodías pop y su icónico papel como la adolescente bonachona que se convirtió en la reina del estilo Sandy Olsson en Grease, fue diagnosticada con cáncer de mama en 1992. Vivió con el diagnóstico durante 30 años y fue defensora de la salud y las causas infantiles a lo largo de las últimas tres décadas.
En una entrevista de The Guardian en 2020, en su rancho del sur de California, Newton-John dijo: “No me considero enferma de cáncer. Tampoco quiero verlo como una pelea porque no me gusta la guerra”.
“No me gusta pelear en ningún caso, ya sea afuera o en una guerra real dentro de mi cuerpo. Elijo no verlo de esa manera. Quiero que mi cuerpo esté sano y en equilibrio”.
La decisión de Newton-John de evitar la narrativa tradicional de “luchar” contra el cáncer es inspiradora. Todo el tiempo estamos expuestos al discurso de que las personas “ganan” o “pierden” una “lucha” contra la enfermedad, algo que puede estar completamente fuera de su control. Pone un juicio de valor sobre la salud (y la mala salud) y hace que recuperarse del cáncer, o morir a causa de él, recaiga en la idea de fortaleza. Si alguien muere debido al cáncer, no es porque sea “débil” o “no haya luchado lo suficiente”.
Mi abuela fue diagnosticada con cáncer de mama hace unos 15 años. Afortunadamente, ella todavía ilumina nuestras vidas (y casi no distrajo su atención de la Eurocopa femenina este verano), pero si el cáncer de mama significara que ella ya no está, no creo que hubiera sido porque ella “perdiera” o no mostrara suficiente fuerza o determinación para “vencer” la enfermedad.
En 2020, el 11,7 % de todos los cánceres diagnosticados fueron cáncer de mama femenino, lo que lo convierte en el cáncer más común en todo el mundo. En el mismo año, más de 2,2 millones de mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama y 685.000 murieron en todo el mundo. Debido a los antecedentes familiares, tal vez también sea una realidad para mí más adelante en la vida, y espero poder abordar el diagnóstico con la misma compasión y sabiduría que Newton-John.
Asimismo, vale la pena explorar su mención del “equilibrio” en su salud y cuerpo, en especial porque el equilibrio es algo que a menudo falta en nuestras agitadas vidas diarias, impulsadas por los engranajes del capitalismo y las desigualdades financieras que inevitablemente provoca, que dejan a tantos de nosotros en una rueda de ardilla eterna, buscando constantemente mantener la cabeza fuera del agua.
Por supuesto, mientras que Newton-John quizás pudo permitirse mejor este equilibrio (por tener un valor neto de US$60 millones), es cierto que el tratar nuestros cuerpos como algo más que máquinas al servicio del trabajo es simplemente un sueño de lujo para miles de millones de personas en este mundo. Sin embargo, vale la pena luchar por el equilibrio dentro del cuerpo, algo que tuve que aprender de la manera más difícil después de años de síntomas debilitantes de endometriosis. (¡A lo mejor no es lo más recomendable vivir de café y cigarrillos, evitar todas las formas de ejercicio e ignorar cada señal del cuerpo hasta que el dolor sea tan intenso que se sienta como si te estuvieras quedando ciego!)
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Olivia Newton-John tiene razón sobre la guerra y la lucha: el conflicto y la agresión dañan todo lo que tocan. La mala salud no es una batalla, y verla solo como tal crea categorías inútiles de ganadores y perdedores. Trabajar con tu cuerpo, en todas sus etapas, es preferible a trabajar contra él.
El legado de Newton-John perdurará a través de su trabajo de activismo, su música y la perdurable popularidad de Grease (aunque mejor no hablemos del mensaje problemático de ‘Summer Nights’ o de la forma en que Sandy cambia toda su personalidad y estilo por un hombre). Pero no hay que olvidar su enfoque para enfrentar el cáncer y su elección consciente de no ver su diagnóstico como una “guerra” dentro de su cuerpo.
Ya hay suficiente conflicto en este mundo, además del sufrimiento y la destrucción que conlleva, así que no hay que poner esta narrativa en nuestros cuerpos también.