Un tipo de pan aumenta el riesgo de muerte en pacientes con cáncer de colon, advierten investigadoras
Los hallazgos se suman a investigaciones que sugieren que la alimentación también puede influir en los resultados del cáncer después del tratamiento
El consumo de pan blanco y otros alimentos considerados proinflamatorios puede aumentar el riesgo de muerte de los pacientes con cáncer de colon, afirmaron investigadoras esta semana.
En un estudio realizado a más de 1.600 pacientes con cáncer de colon en etapa III, las personas que consumieron una mayor cantidad de esos alimentos (incluidos también papas fritas, hot dogs y refrescos) durante un ensayo clínico de fase 3 mostraron una menor supervivencia general después del tratamiento en comparación con aquellas que seguían una dieta antiinflamatoria. El riesgo de muerte en los pacientes que siguieron una dieta proinflamatoria era un 87 % mayor que el de aquellos que consumían los alimentos menos proinflamatorios.
La inflamación es la respuesta inmunitaria del organismo a un estímulo, como un golpe o una quemadura en el dedo. Tanto una inflamación leve como en exceso puede causar problemas, y se cree que la mayoría de las enfermedades crónicas tienen su origen en una inflamación que perdura en el tiempo. Algunos de los alimentos que contribuyen a la inflamación están asociados con el riesgo de contraer cáncer.
“Una de las preguntas más frecuentes de los pacientes es qué deben hacer después del tratamiento para reducir al máximo el riesgo de recurrencia del cáncer y aumentar la supervivencia”, afirma en un comunicado la Dra. Sara Char, investigadora clínica de hematología y oncología del Instituto Oncológico Dana-Farber de Boston. “Estos hallazgos se suman a los estudios publicados sobre la importancia de los hábitos alimentarios y la actividad física en los resultados de los pacientes con cáncer colorrectal”.
Char es la primera autora de esta investigación, la cual se presentó el domingo en el encuentro anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica.
“Este estudio aporta pruebas adicionales de que la alimentación puede ser fundamental para mejorar los resultados y la supervivencia de pacientes con cáncer de colon en etapa III”, afirmó su coautora, la Dra. Kimmie Ng, también de Dana-Farber. Agregó que se requieren estudios complementarios para diseñar recomendaciones alimentarias específicas para pacientes con cáncer de colon y para comprender los mecanismos biológicos detrás de la relación entre las dietas proinflamatorias y la supervivencia.
El uso de un fármaco antiinflamatorio en el ensayo de los participantes, conocido como celecoxib, no tuvo una influencia significativa en la relación entre la alimentación y la supervivencia, pero las autoras también observaron que aquellos pacientes con mayores niveles de actividad física obtuvieron los mejores resultados de supervivencia general.
Sus hallazgos siguen a investigaciones anteriores que demostraron que la inflamación sistémica puede aumentar el riesgo de desarrollo y progresión del cáncer de colon. El uso de antiinflamatorios puede reducir el riesgo de recurrencia en determinados pacientes con cáncer de colon en etapa III, de acuerdo con las investigadoras del instituto Dana-Farber. Aún no está claro en qué medida la alimentación podría influir en los resultados del cáncer después del tratamiento, pero estos hallazgos se suman a un creciente corpus de conocimiento que podría repercutir en decenas de miles de estadounidenses que padecen cáncer colorrectal.

Cada año, alrededor de 150.000 personas en EE. UU. son diagnosticadas con cáncer de colon. Es la segunda causa de muerte por cáncer más común en hombres y mujeres en EE. UU., y se espera que cause unas 52.900 muertes este año. La supervivencia media a cinco años de los pacientes con cáncer de colon en etapa III se sitúa en torno al 80 %. Sin embargo, entre el 25 % y el 35 % de los pacientes experimentan una recurrencia de la enfermedad durante ese periodo.
Los investigadores afirman que tienen previsto realizar estudios más detallados sobre los efectos biológicos de la alimentación y el estilo de vida en los resultados del cáncer de colon, incluidos casos de cáncer de colon metastásico y casos diagnosticados a una edad más temprana, antes de los 50 años.
El año pasado, investigadores de la Universidad Estatal de Ohio revelaron que la mayoría de los estadounidenses (el 57 %) seguiría una alimentación que promueve la inflamación.
En 2018, un estudio de Harvard demostró que las personas que ingerían alimentos que promueven la inflamación poseían un riesgo más alto de padecer cáncer colorrectal en comparación con quienes ingerían menos de estos alimentos. Asimismo, el riesgo era un 22 % mayor en los hombres que en las mujeres.

El pan blanco y el alcohol están asociados a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon. Los cereales integrales poseen propiedades anticancerígenas y el consumo de fibra ayuda a reducir el riesgo de cáncer colorrectal, aseguraron investigadores a Fox News Digital en 2023. Al año siguiente, un estudio reveló un riesgo potencial en la ingesta de pan blanco.
Como alternativa, consumir más verduras de hoja verde oscura y demás vegetales, frutos secos, cereales integrales y fuentes de proteína con alto contenido en ácidos grasos omega-3 puede ayudar a combatir la inflamación, según UCLA Health. La dieta mediterránea podría ser la más beneficiosa, señala Johns Hopkins Medicine.
“Quiero hacer hincapié en que las personas deben enfocarse de verdad en sus hábitos alimentarios (en lugar de ingerir unos pocos alimentos específicos) para reducir la inflamación”, escribió el Dr. Edwin McDonald, gastroenterólogo de UChicago Medicine. “No existe ningún alimento milagroso que curará a las personas con inflamación crónica. Hay que llevar un estilo de vida y una alimentación antiinflamatorios”.
Traducción de Martina Telo