Los estadounidenses conservan sus automóviles más tiempo que nunca, repelidos por los precios altos
Los estadounidenses conservan sus automóviles más tiempo que nunca, repelidos por los precios altos y la escasez de modelos nuevos
Dados los altos precios de los autos nuevos y usados, Ryan Holdsworth dice que su plan es conservar su Chevy Cruze, de nueve años, al menos por cuatro años más. Reducir los pagos y su deuda en general es más importante para él que tener un vehículo nuevo.
El empleado de tienda de abarrotes, de 35 años, dice que compraría un vehículo nuevo cada pocos años si no fuera por los precios. Por ahora, ni pensarlo. “Uno no lo consigue a un precio accesible”, alega.
Holdsworth dista de ser el único que piensa así. Los estadounidenses están conservando sus autos más tiempo que nunca. Este año la edad promedio de un vehículo de pasajeros en circulación se elevó a 12,5 años, un récord, según S&P Global Mobility. Los sedanes como el de Holdsworth son aún más viejos: 13,6 años en promedio.
La culpa principal es de la pandemia, que en 2020 provocó una escasez global de microchips para las computadoras automotrices, el componente principal que controla desde el radio hasta el acelerador y la transmisión. La escasez provocó una desaceleración drástica de las líneas de montaje globales, y los vehículos empezaron a escasear justamente cuando los consumidores estaban ávidos por comprar.
Los precios alcanzaron alturas récord y, aunque han bajado un poco, el costo del vehículo resulta demasiado alto para muchos estadounidenses, sobre todo ahora que las tasas de interés de los préstamos son mucho más elevadas.
Desde el inicio de la pandemia hace tres años, el precio promedio del vehículo nuevo se había elevado en 24% a casi 48.000 dólares en abril, según Edmunds.com. Las tasas de interés de los préstamos para un auto nuevo se han elevado a 7% como consecuencia de la política de aumentos enérgicos de las tasas para combatir la inflación.
Con todo eso, la cuota mensual promedio para el pago de un crédito automotriz se ha elevado a 729 dólares, un costo prohibitivo para muchos. Los expertos dicen que una familia de ingresos medianos ya no puede pagar el auto nuevo y a la vez cubrir costos básicos, como vivienda, alimentos y servicios públicos.
El precio promedio de los vehículos usados ha aumentado aún más desde la pandemia, en un 40% a casi 29.000 dólares. Sumado a esto, la tasa promedio de un préstamo, del 11%, hace que la cuota mensual típica para un auto usado sea de 563 dólares.
Ante la decisión entre pagar precios semejantes o conservar su vehículo actual, son cada vez más los que optan por lo segundo, aunque con ello aumenten los gastos de reparaciones y mantenimiento.
Los mecánicos automotrices observan con estupor la edad y millaje crecientes de los vehículos que llegan a sus talleres, en cantidades inéditas.
“Se ven autos con 250.000, 300.000 millas (400.000 a 480.000 kilómetros)”, afirma Jay Nuber, dueño de Japanese Auto Professional Service, un taller de reparaciones en Ann Arbor, Michigan. “No necesitan demasiado trabajo. Sólo vienen para el mantenimiento" de rutina, agrega.
Esto no significa que la mayoría de los dueños de vehículos más viejos deban necesariamente pagar reparaciones constantes. Una de las razones por las cuales la gente puede conservar sus vehículos por más tiempo es que la fabricación ha mejorado con el tiempo. Los motores duran más. Las carrocerías no se oxidan tan rápidamente. Los componentes son más duraderos.
En todo caso, el precio del auto nuevo o usado es tal, que cada vez más gente no tiene otra alternativa que conservar su vehículo.
“La ecuación de reparación versus compra ha cambiado”, opina Todd Campau, un directivo de S&P. Aunque aumenten los costos de reparación, habitualmente es más económico reparar un vehículo viejo que desembolsar plata para uno nuevo, añade.
La edad promedio de los vehículos, que ha aumentado desde 2019, se aceleró este año en tres meses. Y si bien 12,5 años es el promedio, afirma Campau, cada vez más vehículos circulan durante 20 años o más, a veces con tres o cuatro dueños sucesivos.
En estos casos, el tercer o cuarto dueño compra un auto mucho más viejo que el que hubiera adquirido anteriormente. Casi 122 millones de vehículos en circulación tienen más de 12 años, señala Campau. S&P pronostica que el número de vehículos usados en circulación en Estados Unidos seguirá aumentando al menos hasta 2028.
Aunque los vehículos son más duraderos, todo esto ha generado un boom para los talleres mecánicos. A lo largo del año pasado, el Japanese Auto de Nuber se vio abrumado por la clientela.
Se tardaba hasta tres semanas en obtener un turno, ya fuera para reparaciones o para el mantenimiento de rutina que requieren los autos más viejos. “El teléfono no paraba de sonar y los autos no paraban de venir”, asegura Nuber.
Se ha llegado al punto tal, que algunos dueños deben decidir si pagan una reparación superior al valor de su vehículo. Es allí donde muchos deciden cambiarlo, comenta Dave Weber, gerente de Japanese Auto.
Recientemente, dice Weber, un cliente necesitaba frenos traseros, cojinetes de las ruedas y refacciones para el sistema de escape. El cliente decidió efectuar la mitad de las reparaciones y decidir luego si invertía más dinero en un vehículo avejentado.
“Los remiendan y los usan por el tiempo que sea, hasta la siguiente reparación grande”, agrega Weber.
S&P pronostica que se venderán 14,5 millones de vehículos nuevos este año en Estados Unidos, comparado con 13,9 millones el año pasado. Una de las razones es que la oferta en las concesionarias ha vuelto a aumentar. Los fabricantes han empezado a restaurar algunos descuentos que ayudaron durante mucho tiempo a limitar los aumentos de precios. Es por eso que mucha gente en condiciones de comprar puede hacerlo. Es una tendencia que podría frenar el avejentamiento del parque automotor norteamericano y elevar las ventas.
Con todo, nadie pronostica un regreso próximo a las ventas prepandemia de 17 millones de autos nuevos anuales. A pesar de los descuentos, probablemente los precios de vehículos nuevos serán mucho más altos que los de antes de la pandemia durante varios años.
En cuanto a Holdsworth, el dueño del Chevy Cruze, su plan es continuar con el mantenimiento de rutina, en particular el cambio de aceite. Y si tuviera que efectuar una reparación importante, probablemente lo hará.
Habiendo comprado su vehículo hace dos años, le quedan unos dos años de cuotas por pagar. Por eso, su Cruze probablemente alcanzará el promedio nacional de 12,5 años. “Terminaré de pagarlo y seguiré usándolo un par de años más”, dice.