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Abofetear a los niños aumenta el mal comportamiento, según estudio

Los científicos afirman que están justificados los llamamientos a la prohibición de las bofetadas en Inglaterra

Saman Javed
Miércoles, 30 de junio de 2021 07:19 EDT
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Existe una “relación definitiva” entre las bofetadas a los niños y las dificultades de comportamiento, según un nuevo estudio.

Los investigadores del University College de Londres, que revisaron 20 años de investigación sobre el tema, descubrieron que el castigo físico no es eficaz para mejorar el comportamiento de los niños, sino que lo empeora.

La investigación, publicada el lunes en la revista The Lancet, que analizó 69 estudios de todo el mundo, identificó varios resultados clave.

Los investigadores descubrieron que los castigos físicos a los niños aumentan el riesgo de acudir a los servicios de protección de la infancia y que las bofetadas conducen a un empeoramiento del comportamiento con el paso del tiempo.

La Dra. Anja Heilmann, profesora del departamento de epidemiología y salud pública de la UCL y autora principal del estudio, afirmó que existe “un vínculo definitivo entre el castigo físico y los problemas de comportamiento, como la agresividad y la conducta antisocial”.

“El castigo físico predice sistemáticamente el aumento de este tipo de problemas de conducta”, añadió. El estudio descubrió que los resultados perjudiciales se producían con independencia del sexo del niño, su etnia o los estilos generales de crianza de sus cuidadores.

Si bien se identificó una relación causal entre el castigo físico y el aumento de los problemas de conducta, no hubo ninguna relación entre las bofetadas y la mejora del comportamiento.

Los investigadores no encontraron mejoras en la atención de los niños, sus capacidades cognitivas, sus relaciones con los demás, su reactividad al estrés o su competencia social.

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Los autores del estudio afirman que sus resultados sugieren que están justificados los llamamientos a la prohibición del castigo físico a los niños.

Jillian van Turnhout, coautora del trabajo y ex senadora del parlamento irlandés, dijo que los niños deben ser protegidos del castigo físico.

“Un hogar debería ser un lugar seguro para los niños, pero en muchos países la ley puede convertirlo en uno de los lugares más inseguros para ellos. Los países deben hacer todo lo posible para garantizar que todos los niños tengan la misma protección frente a cualquier forma de daño, incluido el castigo físico”, comentó Turnhour.

Según UNICEF, aproximadamente 250 millones de niños de todo el mundo, de entre dos y cuatro años, son sometidos a castigos físicos. Actualmente, pegar a los niños está prohibido en 62 países, incluidos Escocia y Gales.

Según las leyes actuales de Inglaterra, los padres pueden abofetear a sus hijos si se trata de un “castigo razonable”. Cualquier castigo físico que sea lo suficientemente severo como para dejar una marca o un moratón puede ser procesado por agresión.

Tanto la NSPCC como el Royal College of Pediatrics and Child Health han pedido al gobierno que introduzca la prohibición en Inglaterra.

Joanna Barrett, jefa asociada de política de la NSPCC, declaró a The Independent: “Este es otro estudio significativo que demuestra que el castigo físico es perjudicial para los niños.

“No puede ser que en 2021 los niños sean el único grupo de la sociedad al que se puede agredir legalmente en Inglaterra. El caso de la reforma está fuera de toda duda.

“Con el cambio legal que ya se ha producido en Escocia y Gales, Westminster va por detrás en este tema y necesita urgentemente asegurarse de que los niños de Inglaterra tienen la misma protección que los de otras partes del Reino Unido”, señaló.

Jillian van Turnhout, coautora del documento y ex senadora del parlamento irlandés, indicó que los niños deben ser protegidos del castigo físico.

“Un hogar debería ser un lugar seguro para los niños, pero en muchos países la ley puede convertirlo en uno de los lugares más inseguros para ellos. Los países deben hacer todo lo posible para garantizar que todos los niños tengan la misma protección frente a cualquier forma de daño, incluido el castigo físico”, comentó Turnhour.

Según UNICEF, aproximadamente 250 millones de niños de todo el mundo, de entre dos y cuatro años, son sometidos a castigos físicos. Actualmente, pegar a los niños está prohibido en 62 países, incluidos Escocia y Gales.

Según las leyes actuales de Inglaterra, los padres pueden abofetear a sus hijos si se trata de un “castigo razonable”. Cualquier castigo físico que sea lo suficientemente severo como para dejar una marca o un moratón puede ser procesado por agresión.

Tanto la NSPCC como el Royal College of Pediatrics and Child Health han pedido al gobierno que introduzca la prohibición en Inglaterra.

Joanna Barrett, jefa asociada de política de la NSPCC, declaró a The Independent: “Este es otro estudio significativo que demuestra que el castigo físico es perjudicial para los niños”.

“No puede ser que en 2021 los niños sean el único grupo de la sociedad al que se puede agredir legalmente en Inglaterra. El caso de la reforma está fuera de toda duda”.

“Con el cambio legal que ya se ha producido en Escocia y Gales, Westminster va por detrás en este tema y necesita urgentemente asegurarse de que los niños de Inglaterra tienen la misma protección que los de otras partes del Reino Unido”, mencionó.

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