Ucrania busca expandir su industria armamentista para disuadir a Rusia y apoyar a aliados

Con pocas posibilidades de que Ucrania se una a la OTAN, los aliados occidentales del país han adoptado una estrategia alternativa para ayudar al país a repeler la agresión rusa: invertir miles de millones de dólares en la industria bélica ucraniana para que pueda defenderse mejor.
Si la estrategia funciona, la industria armamentista ucraniana también podrá ayudar eventualmente a equipar a los ejércitos estadounidenses y europeos con drones de vanguardia y otras tecnologías militares que desarrolla al tiempo que libra su guerra con Rusia.
Un avance reciente en el arsenal ucraniano es un dron cuadricóptero que puede evadir los dispositivos de interferencia rusos, volar más de 20 kilómetros (12 millas) y lanzar seis kilogramos (13 libras) de explosivos guiados sobre tanques y otros objetivos de mucha importancia.
“Los ucranianos son los líderes mundiales en la tecnología de drones”, declaró Keith Kellogg —enviado especial del gobierno de Trump para Ucrania— durante una conferencia la semana pasada en Kiev. “Estamos trabajando con los ucranianos ahora para asegurarnos de que obtengamos este intercambio de tecnología de drones, que creo que es muy importante”.
Los europeos se han tomado más en serio la amenaza rusa desde que el segundo gobierno del presidente Donald Trump comenzó a dar señales de que los miembros de la OTAN no deberían depender demasiado de Estados Unidos para su defensa. La ansiedad en toda Europa se agudizó la semana pasada tras el derribo de drones rusos en el espacio aéreo polaco —lanzados desde Bielorrusia.
Por su parte, Ucrania busca inversiones para triplicar su producción de armas, ser menos dependiente de sus socios occidentales para combatir a Rusia y, con suerte, disuadir conflictos futuros.
La industria armamentista ucraniana cubre ahora casi el 60% de las necesidades de su ejército, frente al 10% cuando comenzó la invasión rusa a gran escala hace 3 años y medio, según su ministro de Defensa. Sin embargo, su presupuesto militar —64.000 millones de dólares en 2024— es menos de la mitad del de Rusia, y es por eso que recurre a aliados occidentales para obtener armas y —cada vez más— dinero.
Además de las inversiones privadas, y en lugar de su membresía en la OTAN, las garantías de seguridad para Ucrania probablemente se centrarán en que los gobiernos europeos inviertan en su ejército —básicamente, pagar a Kiev para que produzca sus propias armas y cubrir las lagunas de producción con empresas conjuntas de beneficio mutuo.
Los países europeos están deseosos de hacer esto, dijo Fabien Hinz, del International Institute for Strategic Studies (Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, o IISS), un grupo de investigación de seguridad internacional, riesgos políticos y conflictos militares, con sede en Londres. “Ucrania tiene las ventajas de contar con sistemas probados en combate, tener costos de producción bastante bajos y contar con entidades instaladas capaces de producir estos sistemas rápidamente”.
Lanzar drones probados en combate
Para ambos bandos, la guerra ha requerido ciclos de innovación veloces como tema de supervivencia. La rapidez con la que se puede desarrollar un arma, enviarla a una unidad del ejército y mejorarla es cuestión de vida o muerte.
Como la mayoría de las empresas de defensa en Ucrania, FRDM —el fabricante del dron cuadricóptero R-34— se comunica con los soldados a todas horas del día y rápidamente incorpora su retroalimentación. Su fundador, Vadym Yunyk, se guía por el lema: Los robots deberían morir en la línea del frente, no las personas.
Eso subraya una de las desventajas de Ucrania en esta guerra: su falta de soldados, lo cual ha sido un factor clave en la innovación de las empresas de defensa ucranianas.
Las inversiones en inteligencia artificial y robótica permiten a Ucrania lograr lo que sus aliados apenas podían imaginar antes de la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022. Con la ayuda de drones y vehículos autónomos, las fuerzas ucranianas ahora pueden atacar objetivos con armas teledirigidas a mayor distancia y con mayor precisión, así como entregar suministros y evacuar a los heridos del frente sin arriesgar la vida de otros soldados.
Los pequeños drones ucranianos con visión en primera persona (FPV por sus siglas en inglés) son responsables de casi el 70% de las pérdidas rusas en tropas y armamento en un radio de 15 kilómetros de la línea del frente, según funcionarios ucranianos.
En el otro extremo del espectro se encuentran sus drones de ataque profundo, que pueden recorrer distancias de más de 1.000 kilómetros (621 millas) para alcanzar objetivos muy al interior del territorio ruso.
El cuadricóptero de FRDM se encuentra en un punto intermedio. La última versión del arma fue modificada a partir de un modelo anterior para volar tres veces más lejos y transportar más bombas guiadas.
“Aprendimos muy rápidamente a escalar cualquier producción. Si el gobierno nos hace un pedido para producir 10.000 drones al año en lugar de 3.000, podré hacer eso en un mes y medio”, reveló Yunyk.
Desarrolladores ucranianos impulsan productos militares tradicionales
Los drones no son la única área en que las empresas de defensa ucranianas aprovechan la tecnología para contrarrestar al ejército ruso, que es mucho más numeroso y está mejor equipado.
El Gurza-1, el vehículo blindado de transporte de personal de Ukr Armo Tech, incorpora modificaciones sofisticadas diseñadas para absorber los ataques de drones y proteger mejor a la infantería ucraniana, dijo Hennadii Khirhii, el director general de la empresa.
El Gurza-2, un vehículo más ágil con capacidad para transportar a más tropas, pronto entrará en producción.
Ukr Armo Tech produjo 500 vehículos el año pasado para el ejército ucraniano, pero Khirhii reportó que planea triplicar su capacidad.
“Incluso en el subsector tradicional de vehículos blindados, estamos muy por delante de algunas empresas europeas”, dijo Pavlo Verkhniatskyi, experto en la industria de defensa con sede en Kiev.
“Conocemos los calibres que utilizan los rusos para disparar a los vehículos; conocemos las municiones especiales que utilizan para penetrar el blindaje”, agregó. “Todo este conocimiento se aplica a los vehículos que se producen aquí”.
Ucrania apuesta por la inversión europea para disuadir a Rusia
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha declarado que, con un mayor apoyo financiero de Europa, el ejército y la industria de defensa de Ucrania pueden convertirse en un “puercoespín de acero” que hará al país menos vulnerable a ataques en el futuro.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy dice que Ucrania es capaz de producir al menos 30.000 millones de dólares en armas al año —aproximadamente el triple de su presupuesto actual. Lo que Ucrania busca no es sólo dinero. También concibe acuerdos de licencia y fabricación con empresas armamentistas occidentales.
Ucrania cree que tiene conocimientos valiosos para compartir.
Lo que ha aprendido tras más de tres años de guerra con Rusia es que los fabricantes de armas del siglo XXI deben ser capaces de adaptarse y llevar sus productos al campo de batalla con mayor rapidez que sus predecesores.
“No se trata solo de la capacidad de abastecer las existencias”, dijo Arsen Zhumadilov, director de la Agencia de Adquisiciones de Defensa del Ministerio de Defensa ucraniano.
Yunyk explicó que las empresas armamentistas europeas tienen una planificación a mediano y largo plazo, pero que aún no han implementado la clase de procesos que permiten el tipo de innovación y de respuesta rápida que requiere la guerra moderna.
“Si quieres equipo relevante para las condiciones de guerra actuales, ese es el único enfoque que puedes adoptar”, agregó.
Dinamarca fue el primer país en financiar directamente a empresas de defensa ucranianas, en lugar de donar armas. Y a principios de este mes, Zelenskyy anunció que Ucrania se asociaba con empresas danesas para construir componentes para misiles y drones ucranianos en una fábrica en Dinamarca —fuera del alcance de los ataques rusos—. Reino Unido ha declarado que tiene planes similares.
Ucrania va a recibir 1.300 millones de euros (1.500 millones de dólares) de un grupo de países, entre ellos Dinamarca, Suecia, Canadá, Noruega e Islandia, para producir artillería, drones de ataque, misiles y sistemas antitanque. Y Alemania también ha firmado un acuerdo similar, aunque los términos aún no se hacen públicos.
Ucrania también espera establecer más empresas conjuntas, dijo Zhumadilov.
“Cuando ingresan al mercado, invierten en la producción y luego hacen que su gobierno pague para que nosotros tengamos la posibilidad de comprarlo y entregarlo en el campo de batalla”, dijo. “Esto es lo mejor”.