Rusia ayuda a China a prepararse para potencial invasión de Taiwán, advierte instituto de defensa

Rusia vende equipo y tecnología militar a China que podría ayudar a Beijing a preparar una invasión aerotransportada de Taiwán, según un análisis de documentos rusos filtrados realizado por un foro de defensa y seguridad con sede en el Reino Unido.
El análisis del grupo de expertos Royal United Services Institute (Instituto Real de Servicios Unidos, o RUSI) se basa en alrededor de 800 páginas de documentos —que incluyen contratos y listas de equipos que Moscú suministrará a Beijing— provenientes del grupo de hackers activistas Black Moon (Luna Negra), que previamente publicó algunos de los documentos en línea. Black Moon no identifica a sus miembros, pero se describe a sí mismo en un manifiesto como opuesto a los gobiernos que llevan a cabo una política exterior agresiva.
Los autores del informe del RUSI compartieron algunos de los documentos con The Associated Press y dicen que parecen ser auténticos, aunque partes de los documentos podrían haber sido omitidas o alteradas. La AP no puede verificar su autenticidad de forma independiente.
La combinación de documentos rusos, tanto completos como aparentemente en borrador, hace referencia a reuniones entre delegaciones chinas y rusas —incluidas visitas a Moscú— y a plazos de pago y entrega de sistemas de paracaídas de gran altitud y vehículos de asalto anfibio. Sugieren que Rusia ya ha comenzado a trabajar en los productos que se entregarán, pero no contienen evidencia directa de la parte china de que Beijing ya haya pagado algo o recibido parte del equipo.
Si bien los autores argumentan que el equipo podría utilizarse para invadir Taiwán, bajo el mandato de Xi Jinping China ha emprendido un amplio programa de modernización de sus fuerzas armadas con el objetivo de transformarlas en un ejército de “clase mundial” para 2050.
Equipo podría usarse para atacar Taiwán
Altos funcionarios estadounidenses han sugerido que el presidente chino Xi Jinping ordenó a su ejército estar preparado para una posible invasión de Taiwán tan pronto como en 2027. Beijing sostiene que la democracia autónoma pertenece con pleno derecho a China y no ha descartado tomar la isla por la fuerza.
Los documentos no mencionan directamente a Taiwán, pero el análisis del instituto con sede en Londres sugiere que el acuerdo ayudará a China a obtener las capacidades avanzadas de paracaidismo necesarias para organizar una invasión, lo que podría acelerar el cronograma.
No es seguro que China haya decidido invadir Taiwán, pero el acceso a equipo ruso y entrenamiento localizado en China significa que Beijing estará mejor equipado para una invasión potencial, dijo Danylyuk.
“La escuela china de desembarco aerotransportado es muy joven”, agregó, y sugirió que la asistencia de Moscú podría ayudar a acelerar el programa aerotransportado de China entre 10 y 15 años.
Ni el Kremlin de Rusia ni los ministerios de Defensa y de Relaciones Exteriores de China y Taiwán han respondido hasta ahora a las solicitudes de comentarios.
“El mayor valor del acuerdo” para China probablemente resida en el entrenamiento y los procedimientos para el mando y control de las fuerzas paracaidistas, ya que Rusia tiene “experiencia en combate” y China no, escriben Oleksandr Danylyuk y Jack Watling.
Los analistas señalan que el objetivo de Rusia es convertirse en proveedor militar de China para financiar su guerra en Ucrania. Pero Danylyuk también sugirió a la AP que Moscú podría querer involucrar a Beijing en un conflicto con Washington respecto a Taiwán para así desviar la atención de Estados Unidos de la guerra de Rusia con Ucrania.
Si bien las capacidades militares de Beijing superan ampliamente a las de Moscú, el análisis encontró que China tiene deficiencias que Rusia puede subsanar. Rusia tiene una larga historia de fuerzas aerotransportadas —que son trasladadas en aeronaves y lanzadas en el punto de combate generalmente mediante paracaídas— que se remonta a décadas atrás, un conocimiento que, según los autores, China necesita.
Song Zhongping, comentarista militar en Beijing, dijo que China contaba con equipo superior, pero “Rusia tiene más experiencia en combate”.
“Rusia y China tienen sus propias fortalezas relativas en despliegue de tropas paracaidistas”, explicó Song. “Realizaron patrullas aéreas y marítimas conjuntas y simulacros, lo cual indica que aprenden de las fortalezas del otro para abordar sus propias debilidades”.
Rusia acordó proporcionar entrenamiento y equipo
Según un documento fechado en septiembre de 2024, se alcanzó un acuerdo inicial en abril de 2021 con calendarios de pago y entrega. Las etapas uno y dos —análisis de especificaciones técnicas, modificaciones de software y fabricación de equipos— ya fueron completadas, según el documento.
Rusia también acordó proporcionar entrenamiento en China y un equipo completo para un batallón aerotransportado, incluida la capacidad de infiltrarse con fuerzas especiales, dice el análisis.
Eso incluye la venta de 37 vehículos ligeros de asalto anfibio, 11 cañones antitanque autopropulsados anfibios y 11 transportes blindados de personal aerotransportado, así como vehículos de comando y de observación. El costo total está listado en más de 210 millones de dólares.
Beijing quiere que todos los vehículos estén equipados con sistemas de comunicación chinos y preparados para utilizar munición china, según los documentos.
Beijing busca sistemas de paracaídas de gran altitud
Rusia acordó vender a China sistemas diseñados para lanzar un peso de hasta 190 kilogramos (419 libras) en paracaídas desde una altitud extremadamente elevada, reveló el análisis de RUSI.
Los documentos hacen referencia a las minutas de una reunión celebrada el 8 de marzo de 2024, en Moscú, donde Rusia acordó entregar a China, para finales de 2024, detalles de cómo se desempeñó el sistema, conocido como Dalnolyot, en condiciones de bajas temperaturas —de -40 grados Celsius (-40 grados Fahrenheit) a -60 grados Celsius (-76 grados Fahrenheit).
Según los documentos, Beijing solicitó probar los sistemas de paracaídas para lanzamientos desde 8.000 metros (26.250 pies).
Esa altura permitirá a las fuerzas chinas planear a lo largo de hasta 80 kilómetros (50 millas), lo que posibilitará a “grupos de fuerzas especiales chinos penetrar en el territorio de otros países sin ser detectados”, de acuerdo con el informe de RUSI.
Danylyuk sugirió que el sistema Dalnolyot podría utilizarse para un aterrizaje de “fase cero” en Taiwán, en el que Beijing envía de forma secreta equipo y fuerzas especiales desde aeronaves fuera del espacio aéreo taiwanés.
Tropas paracaidistas rusas fracasaron en Ucrania
Aunque Rusia tiene una larga historia de tropas paracaidistas, Moscú no las desplegó con éxito en Ucrania.
En febrero de 2022, pocos días después que el presidente ruso Vladímir Putin ordenara una invasión a gran escala de Ucrania, sus soldados de las fuerzas especiales intentaron tomar el aeródromo de Hostomel en las afueras de Kiev.
Planeaban establecer una base para transportar por vía aérea más tropas, pero varios helicópteros rusos fueron alcanzados por misiles incluso antes de llegar a Hostomel. Un intento de tomar el control de una base aérea militar al sur de Kiev también fue un fiasco.
Funcionarios occidentales y expertos militares sugieren que el fracaso para establecer un puente aéreo entre Rusia y Ucrania convirtió lo que Moscú esperaba que fuera una victoria rápida en una guerra extenuante que ya lleva más de tres años.
Ahora Moscú ha recurrido a sus reservas de la era soviética para reemplazar las armas en el campo de batalla y, al igual que Ucrania, incrementa su producción de armas.
Pero eso no significa que Moscú no pueda vender equipo a China, explicó Danylyuk.
El equipo aerotransportado descrito en los documentos era necesario únicamente para “la etapa de invasión”, dijo. Rusia libra una “guerra completamente diferente en este momento” y no necesita dicho equipo para Ucrania, agregó.
Lecciones de las derrotas rusas
En una invasión de Taiwán, el “desafío operativo” de China será hacer lo que Rusia no pudo: suprimir las defensas aéreas de Taiwán y desembarcar suficientes tropas y equipo para formar una fuerza que derrote al ejército taiwanés antes que se movilice, escribieron los analistas.
El informe sugiere que China podría lanzar en paracaídas vehículos blindados sobre campos de golf ubicados cerca de puertos y aeródromos taiwaneses, lo que permitirá a las tropas aerotransportadas despejar el camino para las fuerzas de desembarco
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Los periodistas de The Associated Press Dake Kang, en Beijing, y David Rising, en Bangkok, contribuyeron a este despacho.