¿Quiénes aspiran a ser papa? Entre ellos hay un teólogo, un diplomático y un sacerdote de barrio
Se busca: Un hombre santo.
Descripción del puesto: Encabezar la Iglesia católica, de 1.400 millones de feligreses.
Ubicación: Ciudad del Vaticano.
No hay candidatos oficiales al papado, pero algunos cardenales son considerados “papables”, es decir, que poseen las características necesarias para convertirse en el próximo pontífice. Después de que en 1978 san Juan Pablo II interrumpió el dominio italiano de siglos sobre el papado, el abanico de aspirantes se ha ampliado considerablemente.
Cuando los cardenales entren a la Capilla Sixtina el 7 de mayo para elegir al sucesor del papa Francisco —el primer pontífice nacido en Latinoamerica—, buscarán sobre todo a un hombre santo que pueda guiar a la Iglesia católica. Y más allá de eso, evaluarán su experiencia administrativa y pastoral, y tendrán en consideración las necesidades de la Iglesia actual.
A continuación se presenta una selección de posibles aspirantes, sin ningún orden en particular. La lista será actualizada a medida que los cardenales continúen sus conversaciones a puerta cerrada previas al cónclave.
Cardenal Pietro Parolin
Fecha de nacimiento: 17 de enero de 1955
Nacionalidad: Italiana
Cargo: Secretario de Estado del Vaticano en el pontificado de Francisco
Experiencia: Diplomático veterano de la Santa Sede
Nombrado cardenal por: Francisco
El veterano diplomático de 70 años fue secretario de Estado de Francisco, en esencia el primer ministro de la Santa Sede.
Aunque estrechamente vinculado al pontificado de Francisco, Parolin tiene una personalidad mucho más reservada y es más diplomático en su liderazgo que el jesuita argentino al que sirvió, y sabe en qué aspectos la Iglesia podría necesitar corregir el rumbo.
Parolin supervisó el controvertido acuerdo de la Santa Sede con China sobre el nombramiento de obispos, y estuvo involucrado —aunque no fue acusado— en la fallida inversión del Vaticano en una empresa inmobiliaria en Londres que derivó en el juicio de otro cardenal y nueve personas más en 2021. Ex nuncio apostólico en Venezuela, Parolin conoce bien la Iglesia latinoamericana y desempeñó un papel clave en la distensión entre Estados Unidos y Cuba de 2014, que el Vaticano contribuyó a facilitar.
Si fuera elegido, un italiano volvería al papado tras tres pontífices sucesivos de otros países: Juan Pablo II (Polonia), Benedicto XVI (Alemania) y Francisco (Argentina).
Pero Parolin tiene muy poca experiencia pastoral: ingresó al seminario a los 14 años, cuatro años después de que su padre falleciera en un accidente automovilístico. Tras su ordenación en 1980, fue párroco durante dos años cerca de su ciudad natal en el norte de Italia, pero luego se mudó a Roma para estudiar e ingresó al servicio diplomático del Vaticano, donde ha permanecido desde entonces. Ha trabajado en las nunciaturas del Vaticano en Nigeria, México y Venezuela.
Es ampliamente respetado por su destreza diplomática en algunos de los asuntos más espinosos que enfrenta la Iglesia católica. Ha estado involucrado durante mucho tiempo en el caso de China, y desempeñó un papel clave en el acercamiento diplomático de la Santa Sede con Vietnam, el cual culminó en un acuerdo para establecer un representante del Vaticano en ese país.
Parolin también estuvo encargado de los frustrados intentos del Vaticano por poner fin a las guerras en Ucrania y Oriente Medio. Y ha intentado que la voz de la Iglesia sea escuchada en las gestiones del presidente estadounidense Donald Trump para poner fin a la guerra en Ucrania.
“Esperemos que podamos alcanzar una paz que, para ser sólida y duradera, debe ser una paz justa, involucrar a todos los actores que participan y tener en cuenta los principios del derecho internacional y las declaraciones de la ONU”, manifestó.
Parolin podría hallar que la realidad geopolítica que ha traído consigo el gobierno de Trump es algo reacia al poder blando de la Santa Sede.
— Por Nicole Winfield en Ciudad del Vaticano
Cardenal Luis Antonio Tagle
Fecha de nacimiento: 21 de junio de 1957
Nacionalidad: Filipina
Cargo: Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos en el papado de Francisco
Experiencia: Exarzobispo de Manila, Filipinas
Nombrado cardenal por: Benedicto XVI
Tagle, de 67 años, figura en las listas de muchos corredores de apuestas para ser el primer papa asiático, una elección que daría reconocimiento a una región del mundo donde la Iglesia crece.
Francisco trajo a Roma al popular arzobispo de Manila para dirigir la oficina de evangelización del Vaticano, que atiende las necesidades de la Iglesia católica en gran parte de Asia y África. Su papel adquirió mayor relevancia cuando Francisco reformó la burocracia de la Santa Sede. Tagle suele mencionar su ascendencia china: su abuela materna formaba parte de una familia china que se mudó a Filipinas.
Aunque tiene experiencia pastoral, en el Vaticano y administrativa —encabezó la federación de organizaciones de beneficencia Caritas Internationalis del Vaticano antes de establecerse en Roma de manera definitiva—, Tagle tal vez sea demasiado joven para ser elegido papa, ya que los cardenales quizá prefieran a un candidato de mayor edad, cuyo papado sería más breve.
Tagle es conocido por ser buen comunicador y maestro, atributos clave para un pontífice.
“El papa tendrá que impartir muchas enseñanzas; tendremos que estar frente a las cámaras todo el tiempo, así que, si hay un papa comunicador, eso sería muy deseable”, observó Leo Ocampo, profesor de teología de la Universidad de Santo Tomás, en Manila.
Dicho eso, la gestión de Tagle en Caritas Internationalis no estuvo exenta de controversias, y algunos han cuestionado sus habilidades administrativas.
En 2022, Francisco destituyó a la dirección de Caritas y degradó a Tagle. La Santa Sede informó que una investigación externa había encontrado “deficiencias reales” en la gestión que habían afectado el ánimo del personal de la secretaría de Caritas en Roma.
— Por Jim Gomez en Manila y Nicole Winfield en Ciudad del Vaticano
Cardenal Fridolin Ambongo Besungu
Fecha de nacimiento: 24 de enero de 1960
Nacionalidad: Congoleño
Cargo: Arzobispo de Kinshasa, República Democrática del Congo
Experiencia: Presidente de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar
Nombrado cardenal por: Francisco
Ambongo, de 65 años, es uno de los líderes católicos de África que expresa sus opiniones con mayor franqueza, y encabeza la arquidiócesis con el mayor número de católicos de un continente considerado el futuro de la Iglesia.
Ha sido arzobispo de la capital de la República Democrática del Congo (RDC) desde 2018 y cardenal desde 2019. Francisco también lo nombró miembro de un grupo de asesores que ayudaba a reorganizar la burocracia del Vaticano.
En la RDC y en toda África, Ambongo ha estado profundamente comprometido con la ortodoxia católica y es considerado conservador.
En 2024 firmó una declaración en nombre de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar que se negó a seguir la declaración de Francisco que permitía a los sacerdotes ofrecer bendiciones a parejas del mismo sexo, en lo que equivalía a un disenso a nivel continental respecto a una enseñanza papal. El rechazo consolidó la postura de la Iglesia africana sobre el acercamiento a las personas de la comunidad LGBTQ+ y la posición de Ambongo dentro de la jerarquía eclesiástica de ese continente.
Algunas personas en la República Democrática del Congo lo han elogiado por promover la tolerancia interreligiosa, especialmente en un continente donde las divisiones religiosas entre cristianos y musulmanes son comunes.
“Está a favor de la apertura de la Iglesia a diferentes culturas”, declaró monseñor Donatien Nshole, secretario general de la Conferencia Episcopal Nacional de la República Democrática del Congo, quien ha trabajado desde hace tiempo con Ambongo.
Crítico declarado del gobierno, el cardenal también es conocido por su defensa inquebrantable de la justicia social.
En un país con altos niveles de pobreza y hambre a pesar de ser rico en minerales, y donde la lucha por parte de grupos rebeldes ha dejado miles de muertos y ha desplazado a millones en una de las mayores crisis humanitarias del mundo, critica con frecuencia la corrupción e inacción del gobierno y la explotación de los recursos naturales del país por parte de potencias extranjeras.
“El Congo es el plato del que todos comen, excepto nuestro pueblo”, declaró el año pasado en un discurso en la Universidad Pontificia Antonianum, en Roma.
Las críticas de Ambongo a las autoridades han generado admiración pública y escrutinio jurídico. El año pasado, la fiscalía ordenó una investigación judicial en su contra tras acusarlo de “comportamiento sedicioso” por sus críticas a la forma en que el gobierno ha manejado el conflicto en el este de la República Democrática del Congo.
— Por Mark Banchereau, en Dakar, Senegal
Cardenal Matteo Zuppi
Fecha de nacimiento: 11 de octubre de 1955
Nacionalidad: Italiana
Cargo actual: Arzobispo de Bolonia, Italia; presidente de la Conferencia Episcopal italiana
Cargo anterior: Obispo auxiliar de Roma
Nombrado cardenal por: Francisco
Zuppi, de 69 años, surgió como sacerdote de barrio a semejanza de Francisco, quien lo ascendió rápidamente: primero a arzobispo de la rica arquidiócesis de Bolonia, en el norte de Italia, en 2015, antes de otorgarle el título de cardenal en 2019.
Está estrechamente vinculado con la Comunidad de Sant’Egidio, una organización católica de beneficencia con sede en Roma que ejerció una gran influencia durante el papado de Francisco, especialmente en el diálogo interreligioso. Zuppi formó parte del equipo de Sant’Egidio que ayudó a negociar el fin de la guerra civil de Mozambique en la década de 1990, y fue nombrado enviado de Francisco para intentar alcanzar la paz en la guerra en Ucrania.
Viajó a Kiev y Moscú después de que el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy solicitara ayuda a la Santa Sede para lograr la liberación de 19.000 niños ucranianos separados de sus familias y trasladados a Rusia durante la guerra. La misión también lo llevó a China y Estados Unidos.
Tras nombrarlo cardenal, Francisco especificó claramente que quería que estuviera al frente de los obispos de Italia, una muestra de su admiración por el prelado, quien, al igual que Francisco, es conocido por ser un “sacerdote de barrio”, alguien que da prioridad al ministerio hacia los pobres, los indigentes y los refugiados.
Zuppi sería un candidato en la tradición de Francisco de proporcionar atención pastoral a los marginados, aunque su relativa juventud lo perjudicaría ante cardenales que desean un papado corto.
En un indicio de sus inclinaciones progresistas, Zuppi escribió la introducción a la edición italiana de “Construyendo un puente”, del padre James Martin, jesuita estadounidense, sobre la necesidad de la Iglesia de mejorar su acercamiento a la comunidad LGBTQ+.
Zuppi escribió que construir puentes con la comunidad era un “proceso difícil, todavía en desarrollo”. Reconoció que “no hacer nada, por otro lado, corre el riesgo de causar una gran cantidad de sufrimiento, hace que las personas se sientan solas, y con frecuencia conduce a la adopción de posturas contrapuestas y extremas”.
La familia de Zuppi también tiene fuertes vínculos institucionales: su padre trabajó para el periódico vaticano L’Osservatore Romano y su madre era sobrina del cardenal Carlo Confalonieri, decano del Colegio Cardenalicio en las décadas de 1960 y 1970.
— Por Colleen Barry en Ciudad del Vaticano
Cardenal Péter Erdő
Fecha de nacimiento: 25 de junio de 1952
Nacionalidad: Húngara
Cargo: Arzobispo de Esztergom-Budapest, Hungría
Experiencia previa: Dos veces elegido presidente del grupo coordinador de las Conferencias Episcopales de Europa
Nombrado cardenal por: Juan Pablo II
Conocido por sus colegas por ser un teólogo, erudito y educador destacado, Erdő, de 72 años, es uno de los principales candidatos entre los conservadores. Ha sido arzobispo de Esztergom-Budapest desde 2002, y al año siguiente Juan Pablo II lo nombró cardenal. Ha participado en dos cónclaves —en 2005 y 2013— en los que fueron elegidos Benedicto XVI y Francisco, respectivamente.
Con doctorados en teología y derecho canónico, Erdő habla seis idiomas, es defensor de la ortodoxia doctrinal y defiende la postura de la Iglesia en temas como el aborto y el matrimonio igualitario.
Erdő se opone a las uniones entre personas del mismo sexo, y también se ha resistido a las sugerencias de que los católicos que se vuelven a casar tras un divorcio puedan recibir la comunión. En 2015 declaró que a los católicos divorciados sólo se les debería permitir la comunión si mantienen la abstinencia sexual en su nuevo matrimonio.
Defensor de las estructuras familiares tradicionales, ayudó a organizar las reuniones del Vaticano sobre la familia convocadas por Francisco en 2014 y 2015.
De 2006 a 2016 presidió el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa, y contribuyó a fomentar la colaboración entre los obispos católicos de todo el continente y a abordar los problemas contemporáneos que enfrenta la Iglesia allí.
Si bien ha evitado participar en la a menudo tumultuosa vida política de Hungría, Erdő ha mantenido una estrecha relación con el gobierno populista de derecha del país, que otorga subsidios generosos a las iglesias cristianas.
Se ha mostrado reacio a definir su posición sobre varias políticas gubernamentales que dividieron a la sociedad en Hungría, tales como las campañas públicas que vilipendiaron a los migrantes y los refugiados, y las leyes que erosionaron los derechos de la comunidad LGBTQ+.
Cuando cientos de miles de solicitantes de asilo llegaron a Europa en 2015 tras huir de guerras y privaciones en Oriente Medio y África, Erdő enfatizó que la Iglesia tenía el deber cristiano de brindar asistencia humanitaria a quienes la necesitaran, pero no llegó a defender abiertamente a los migrantes, una de las principales prioridades de Francisco.
— Por Justin Spike en Budapest
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