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Análisis

Cancelar la cumbre Putin-Trump en Budapest rompe la ilusión de que EE. UU. puede traer la paz a Ucrania

Desde Dnipro (Ucrania), Sam Kiley recibe con agrado el fracaso de la cumbre de Budapest y afirma que, para dar una oportunidad a la paz, Kyiv debe ser capaz de pelear mejor la guerra

Head shot of Sam Kiley
Martes, 21 de octubre de 2025 17:11 EDT
Trump podría incluso aceptar ahora vender misiles Tomahawk para que los use Ucrania en un esfuerzo por forzar a Putin a volver a las negociaciones
Trump podría incluso aceptar ahora vender misiles Tomahawk para que los use Ucrania en un esfuerzo por forzar a Putin a volver a las negociaciones (Sputnik)
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Qué alivio que Vladimir Putin se incline más por la intimidación en lugar de la estrategia. Si hubiera sido tan astuto como Benjamin Netanyahu, habría embaucado al presidente estadounidense para que respaldara un “alto al fuego” que significara una victoria y la impunidad.

En su lugar, la Casa Blanca anunció que se cancelan las conversaciones previstas entre Donald Trump y Putin que debían celebrarse en Budapest. Se cancelaron después de que el presidente estadounidense instara a que se detuviera cualquier movimiento en las líneas del frente como parte de un alto al fuego inmediato.

Putin tenía razones para creer que había renovado el respaldo del presidente de Estados Unidos a su exigencia de que Ucrania debe entregar más territorio del que Rusia ya ha robado como parte de un acuerdo para detener los ataques, porque Trump había dicho antes lo mismo.

Pero ahora que los europeos y el Reino Unido han dejado claro que, junto a Ucrania, el alto al fuego solo puede producirse en el territorio donde está ocurriendo la pelea, Putin decidió desairar la cumbre de la capital húngara, que se esperaba para las próximas semanas.

Según la agencia de noticias Bloomberg, ahora hay planes para una propuesta europea inspirada en el plan para Gaza de Trump, que le daría el liderazgo de una “junta de paz” para supervisar un alto al fuego.

Militares ucranianos montan en un buggy militar, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, en la región de Donetsk
Militares ucranianos montan en un buggy militar, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, en la región de Donetsk (Reuters)

Ucrania lleva mucho tiempo aceptando el cese inmediato de los combates y el inicio de conversaciones de paz a largo plazo.

Algunos expertos, como el mariscal de campo David Richards, creen que Ucrania no puede derrotar a Rusia, que se ha apoderado de aproximadamente un 20 % de su territorio en el este, mientras que Putin ha sido acusado de crímenes de guerra.

Ucrania podría estar inclinándose a aceptar esta situación como un statu quo a largo plazo, aunque sin renunciar a sus reclamaciones legales sobre los territorios que Moscú ya ha anexado de manera ilegal. Kyiv solo lo haría si tuviera garantías de seguridad realmente sólidas.

Si Putin hubiera ido a Budapest, podría haber sido capaz de persuadir a Trump de que el este de Ucrania es naturalmente parte de Rusia porque se ganó en la guerra, y porque su población habla mayoritariamente ruso. Steve Witkoff, el cándido y despistado enviado de Trump a Medio Oriente y Rusia, ha aceptado esta patraña en repetidas ocasiones.

Trump describió la destrucción de Gaza por Netanyahu como una “victoria” y afirmó que había traído la paz a Medio Oriente después de 3.000 años. Israel y los palestinos llevan en conflicto desde 1947, pero los líderes mundiales han permitido que Trump se regodee en una falsa gloria porque, en su mayor parte, la matanza en Gaza ha cesado.

Dirigentes como el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, parecen haber olvidado que Netanyahu también está acusado de crímenes de guerra.

Pero Putin no puede disfrutar ahora de los beneficios de Netanyahu. Ni siquiera puede conseguir una pausa en los combates que le sirva de respiro y de oportunidad para rearmar y reponer sus fuerzas antes de seguir avanzando hacia las partes del Donbás y otras regiones que aún codicia en Ucrania.

Trump podría incluso aceptar ahora vender misiles Tomahawk para que los use Ucrania en un esfuerzo por forzar a Putin a volver a las negociaciones
Trump podría incluso aceptar ahora vender misiles Tomahawk para que los use Ucrania en un esfuerzo por forzar a Putin a volver a las negociaciones (AP)

Ucrania, Canadá, la Unión Europea y el Reino Unido intentan ahora desesperadamente consolidar el apoyo de Trump a su plan porque se considera el resultado menos malo para Kyiv.

Es posible que ahora Trump incluso acepte vender misiles Tomahawk para que Ucrania los utilice en ataques en profundidad contra Rusia, en un esfuerzo por obligar a Putin a volver a unas negociaciones evidentemente menos favorables para el Kremlin.

Si bien Ucrania no está ganando la guerra, tampoco está perdiendo, como ha dicho el presidente Volodymyr Zelensky. En las visitas a las líneas del frente cerca de Kramatorsk y Zaporizhzhia, está claro que los avances de Rusia se están adquiriendo a costa de un gigantesco coste humano para la patria de Putin.

El uso de drones ha reducido la ventaja que antes tenía para enviar miles de soldados contra posiciones de ametralladoras en ataques prácticamente suicidas. Alrededor del 40 % de la economía rusa se dedica al esfuerzo bélico y ahora se tambalea bajo el peso de las sanciones económicas. Incluso podría verse aún más perjudicada si se detienen las importaciones de combustible de Moscú a Hungría y Eslovenia.

El presidente Donald Trump recibe al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en la Casa Blanca el 17 de octubre
El presidente Donald Trump recibe al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en la Casa Blanca el 17 de octubre (AFP/Getty)

Ucrania aceptó un alto al fuego porque solo lo haría si hay señales claras y reales de que otras naciones van a proteger realmente a Kyiv contra nuevos ataques rusos.

Hacerlo sería una labor enorme que absorbería en pocos días los 100 millones de libras que el Reino Unido prometió para una futura fuerza de seguridad. Mantener a Rusia fuera de Ucrania y de otras partes de Europa del Este que Putin quiere que vuelvan a estar bajo el yugo de Moscú exigiría el tipo de esfuerzo total que, según Lord Richards, Europa no puede gestionar.

Podría ser más barato ayudar a Ucrania a derrotar a Rusia directamente, dándole el apoyo total que necesita para pelear en la guerra, no para conseguir la paz.

Las fuerzas rusas en Ucrania están poco motivadas y mal dirigidas. Pero están aprendiendo rápidamente el arte de la guerra con drones y tendrán unos conocimientos que eclipsarán a cualquier otra nación del mundo sobre cómo pelear una guerra en el siglo XXI, aparte de Ucrania.

Sus estructuras de mando son débiles. Ucrania ha demostrado que puede romper sus cadenas logísticas con ataques en profundida contra Moscú. Se pueden colapsar las fuerzas de Rusia en el Donbás, y si un ejército ruso derrotado volviera a casa y derrocara al dictador que los envió a matar a sus vecinos, sería una consecuencia indirecta valiosa de haber dado a Ucrania los medios para evitar un alto al fuego hasta quedar libre de invasores.

Los soldados están agotados y cansados. Muchos evitan el servicio militar y a estas alturas se verían aliviados por un alto al fuego. Ninguno cree que acabaría con su guerra, ni que protegería a Europa más de lo que Trump llevó la paz a Medio Oriente.

Traducción de Michelle Padilla

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