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Niña con una enfermedad rara evacuada de Gaza se recupera de desnutrición en un hospital italiano

Maria Selene Clemente,Andrea Rosa,Colleen Barry
Sábado, 06 de septiembre de 2025 05:27 EDT
REP-GEN ITALIA-GAZA-NIÑA EVACUADA
REP-GEN ITALIA-GAZA-NIÑA EVACUADA (AP)

Desde que llegó demacrada a Italia procedente de Gaza, la pequeña Shamm Qudeih ha celebrado su segundo cumpleaños y ha ganado peso con una nueva dieta que incluye una papilla especial, un avance celebrado por los médicos que la tratan por una desnutrición severa agravada por una enfermedad metabólica genética.

Hace apenas unas semanas, la niña era solo piel y huesos agarrada a su madre en un hospital en el sur de Gaza, después de meses sin poder conseguir la comida y el tratamiento que necesitaba debido al bloqueo con el que Israel quería presionar al grupo insurgente Hamás para liberar a los rehenes. Fue evacuada a Italia para recibir tratamiento médico junto con otros seis niños palestinos.

Una impactante foto de Shamm con un gesto de dolor en los brazos de su madre, con el cabello enmarañado y las costillas sobresaliendo de su pecho, fue tomada por la periodista independiente de The Associated Press Mariam Dagga unas días antes de que la pequeña saliera de Gaza el 13 de agosto. Fue una de las últimas imágenes de Dagga, que fue una de los 22 fallecidos en un ataque israelí el 25 de agosto en el mismo hospital del sur del sitiado enclave palestino.

Más de medio millón de personas en Gaza, una cuarta parte de su población, padecen niveles catastróficos de hambre debido al bloqueo y a la campaña militar israelí en curso, dijo el mes pasado la principal autoridad mundial en crisis alimentarias. La Ciudad de Gaza, en el norte, está sufriendo una hambruna, agregó.

La niña se anima

Esta semana, Shamm estaba sentada y alerta en una cuna en el hospital en Nápoles, con su fino cabello rubio recogido en una coleta alta. Llevaba una camiseta con la palabra “cute” ("linda"). Sus ojos grandes brillaban mientras su hermana mayor y su madre la llamaban por su nombre desde el otro lado de la habitación, lo que la hacía sonreír.

Cuando llegó a Italia pesaba alrededor de 4 kilogramos (9 libras) y estaba “en un estado clínico grave y delicado”, dijo el doctor Daniele de Brasi, especialista en enfermedades genéticas pediátricas, que la trata en el Hospital Infantil Santobono Pausilipon de Nápoles.

Ahora pesa 5,5 kgs (algo más de 12 libras), que sigue siendo menos de la mitad del peso medio de una niña de su edad, añadió de Brasi.

El médico explicó que “una gran parte” de su desnutrición se debía a una enfermedad metabólica genética llamada enfermedad por almacenamiento de glucógeno, que interfiere con la absorción de nutrientes, especialmente carbohidratos, y puede causar debilidad muscular e impedir el crecimiento. Se trata principalmente con una dieta rica en carbohidratos.

Por el momento, “estamos muy satisfechos con su progreso”, afirmó el médico.

La lucha de una madre

Shamm sufría desnutrición desde que nació, solo unas semanas antes del ataque del 7 de octubre de 2023 en el que insurgentes liderados por Hamás mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron a otras 251 como rehenes en el sur de Israel. De ellos, 48 continúan en la Franja y se cree que unos 20 seguirían con vida, luego de que la mayoría de los demás fuesen liberados gracias a acuerdos de alto el fuego o de otro tipo.

Israel respondió con una ofensiva que, según las autoridades sanitarias de Gaza, ha matado a más de 64.000 palestinos en casi dos años de combates. El Ministerio de Salud gazatí, que forma parte del gobierno dirigido por Hamás y está dirigido por profesionales médicos, no distingue entre víctimas civiles y combatientes, pero apunta que alrededor de la mitad de los fallecidos son mujeres y menores.

La familia de Shamm se vio obligada a mudarse más de una docena de veces, y su madre, Islam, luchó por conseguirle la atención médica adecuada, visitando muchos hospitales y clínicas. Los doctores sospechaban que padecía la rara enfermedad, pero no podían hacerle pruebas para confirmarlo y mucho menos tratarla de forma correcta. A veces le recetaban antibióticos.

“Empeoró como resultado de la falta de comida, tratamiento y posibilidades”, dijo Islam durante una entrevista, mientras Shamm descansaba sobre su hombro. “Nos hemos desplazado tal vez unas 15 veces, de tienda en tienda. Caminamos largas distancias y, en el camino, hacía calor y nos daba el sol de lleno".

Durante un tiempo, los médicos le dieron una fórmula especial, pero Shamm no la aceptaba porque había perdido el hábito de tomar leche después de meses de escasez.

Naciones Unidas advirtió el mes pasado que la hambruna y la desnutrición en el territorio están en sus niveles más altos desde que comenzó la guerra. En julio se detectó que casi 12.000 menores de cinco años sufrían desnutrición aguda, entre ellos más de 2.500 con desnutrición severa, el nivel más peligroso. La Organización Mundial de la Salud dice que es probable que las cifras estén infravaloradas.

Una última fotografía en Gaza

Fue en el Hospital Nasser en la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja, donde Dagga fotografió a Shamm por última vez el 9 de agosto. Durante la visita, Shamm lloraba de dolor en su cama. Tenía los brazos, las piernas y las costillas esqueléticos, y el vientre hinchado.

Islam había ido a la escuela con Dagga, quien estaba de visita en el centro, y la recordaba con cariño.

“Siempre venía al hospital para ver cómo estábamos Shamm y yo”, hasta que se fueron a Italia, contó Islam. “Se quedó en el último escalón para despedirse de mí”.

Después de llegar a Italia, Islam se enteró de que Dagga había muerto en un ataque que mató a otros cuatro periodistas.

“Me entristeció mucho enterarme de que había muerto", afirmó.

Tratamiento en curso

Shamm es una de los 181 niños palestinos que están siendo tratados en Italia, según el Ministerio de Exteriores italiano. Aproximadamente un tercio de ellos llegaron a partir de marzo, cuando Israel puso fin a un alto el fuego con Hamás e impuso un bloqueo de dos meses y medio a todas las importaciones, incluidas las de alimentos y medicamentos.

Israel niega que haya hambruna en Gaza, a pesar de los relatos en contra de testigos, agencias de la ONU y expertos. Las autoridades israelíes sostienen que permitieron que entrara suficiente ayuda antes y después del bloqueo reforzado y que, en las últimas semanas, se ha incrementado la cantidad de suministros que llegan.

En Nápoles, Shamm tiene una sonda nasogástrica para garantizar que recibe la mezcla adecuada de nutrientes durante la noche. Los médicos planean retirarle el tubo en aproximadamente un mes. De día, puede comer alimentos sólidos, incluidos carne y pescado. La base de su dieta es una papilla rica en carbohidratos.

Su ingesta actual de calorías ronda las 500 diarias, y los doctores la van aumentando de forma gradual.

“En estos casos, crecer demasiado rápido puede causar problemas”, apuntó de Brasi.

Su hermana, Judi, de 10 años, llegó a Italia como familiar acompañante, y los médicos comenzaron a tratarla después de notar que estaba al menos 3 o 4 kilos por debajo de su peso, dijo de Brasi. En este tiempo ha engordado 2 kilos (casi 5 libras) y su estado de salud es bueno.

Con la mejora de sus dos hijas, Islam se permite sentir alivio. Pero es demasiado pronto para pensar en regresar a Gaza, donde está el padre de Shamm.

“Ahora no hay forma de regresar, mientras la guerra continúe. No hay posibilidades para mis hijas”, dijo.

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Barry informó desde Milán.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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