Mejores armas y tácticas de Rusia representan un reto para la contraofensiva ucraniana

Los fuerzas ucranianas están poniendo a prueba a las defensas rusas mientras la primavera le abre paso a un segundo verano de combates, y los soldados de Kiev se enfrentan a un enemigo que ha cometido errores y ha sufrido traspiés durante 15 meses de guerra

The Associated Press
Lunes, 12 de junio de 2023 23:24 EDT
RUSIA-TÁCTICAS DE GUERRA
RUSIA-TÁCTICAS DE GUERRA (AP)

Los fuerzas ucranianas están poniendo a prueba a las defensas rusas mientras la primavera le abre paso a un segundo verano de combates, y los soldados de Kiev se enfrentan a un enemigo que ha cometido errores y ha sufrido traspiés durante 15 meses de guerra. Pero los expertos aseguran que Moscú también ha aprendido de esas pifias y ha mejorado tanto su armamento como sus habilidades.

Rusia ha construido defensas sumamente fortificadas a lo largo de los 1.000 kilómetros (600 millas) de frente, perfeccionado su armamento electrónico para reducir la ventaja de Ucrania en drones de combate, y ha convertido pesadas bombas de su enorme arsenal que data de la Guerra Fría en municiones de precisión capaces de alcanzar objetivos planeando, sin la necesidad de poner en riesgo a sus aviones de combate.

Las cambiantes tácticas rusas, junto con un mayor número de soldados y mejores armas, podrían dificultarle a Ucrania el conseguir algún tipo de triunfo rápido y contundente, corriendo el riesgo de convertir la operación en una prolongada guerra de desgaste.

El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, general Mark Milley, dijo la semana pasada en una entrevista con The Associated Press que si bien las fuerzas armadas ucranianas están bien preparadas, a medida que pase el tiempo, “está será una lucha de toma y daca durante un tiempo considerable”.

Buena parte de la atención de la semana pasada giró en torno a la catastrófica inundación en el sur de Ucrania, causada por la destrucción de la presa Kajovka, de la que que ambas partes se culpan entre sí.

Sin embargo, al mismo tiempo las fuerzas ucranianas han lanzado una serie de ataques en distintos puntos del frente que hasta el momento se han traducido apenas en avances marginales en contra de las posiciones defensivas rusas.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy dijo el sábado que estaban en marcha acciones defensivas y de contraofensiva en contra de las fuerzas rusas, asegurando que sus comandantes tienen confianza en que se tendrá éxito. Las autoridades ucranianas no han anunciado el inicio de una contraofensiva a gran escala.

El presidente ruso Vladímir Putin declaró un día antes que la contraofensiva había comenzado, pero que Ucrania no había logrado avances y, en cambio, había sufrido bajas “significativas”.

Richard Barrons, general jubilado que estuvo al frente del Comando Conjunto de Reino Unido, dijo que las fuerzas armadas rusas habían construido líneas defensivas “ejemplares” y ajustaron sus tácticas luego de la rápida retirada de una enorme franja de las regiones de Járkiv y Jersón en otoño pasado debido a una ofensiva relámpago de Ucrania.

Barrons resaltó la mejorada capacidad de Rusia tanto para contrarrestar como para usar drones, y también destacó que Moscú ha aprendido a mantener fuera del alcance de la artillería algunos de sus principales activos, como puestos de mando y depósitos de municiones.

“Y han afinado la manera en que pueden dispararles a tanques y baterías de artillería ucranianas cuando los ven”, dijo a la AP. "Así que si se suma todo esto, todos saben que esta será una lucha más difícil que la que hubo en otoño pasado por Jersón y Járkiv.

“La gente sigue usando esos dos éxitos, porque fueron éxitos, como referentes, lo cual pienso que es injusto, poco razonable, bajo estas circunstancias”, declaró.

Rusia ha desplegado más soldados para proteger la larga línea de frente, aunque muchos de ellos podrían tener un adiestramiento deficiente, comentó.

Al principio de la guerra, las caravanas militares rusas se extendían por kilómetros, convirtiéndose en presas fáciles de la artillería y los drones ucranianos durante su fallido intento por capturar Kiev, en lo que se consideró como un enorme fracaso.

Posteriormente, los misiles ucranianos hundieron el crucero Moskvá, el buque insignia de la flota rusa en el mar Negro, en lo que fue un duro golpe al orgullo de Moscú; los cohetes de Kiev impactaron los depósitos de munición y puestos de mando rusos; y las fuerzas del Kremlin se retiraron a toda prisa de grandes extensiones de tierra en el este y sur de Ucrania durante el otoño.

A pesar de esos traspiés, Rusia se atrincheró para defender grandes franjas de territorio ucraniano que capturó en las primeras semanas de la invasión. El mes pasado declaró su control sobre la ciudad de Bájmut luego de la batalla más prolongada y cruenta de la guerra.

Sin embargo, las debilidades fundamentales de Rusia aún existen.

Las fuerzas rusas siguen padeciendo de bajo estado de ánimo, hay escasez de municiones, y la coordinación entre unidades sigue siendo deficiente. Han surgido enconadas disputas internas entre el mando militar y el contratista militar privado Grupo Wagner, el cual ha enviado a decenas de miles de mercenarios al campo de batalla para encabezar la lucha por Bájmut.

Un enorme factor que aún limita la capacidad de Rusia ha sido su decisión de evitar que su fuerza aérea se adentre en Ucrania después de que sufrió bajas significativas durante las primeras etapas de la guerra. Sus intentos por eliminar las unidades antiaéreas de Ucrania han fracasado. Gracias al suministro de armas de Occidente, Ucrania ahora representa un desafío mucho más formidable para las aeronaves rusas.

Barrons enfatizó que es esencial que los mandos militares en Kiev mantengan a las aeronaves de combate enemigas al margen, para que “la contraofensiva no sea el momento en que la fuerza aérea rusa de repente encuentre su capacidad y valor y avance... sobre toda Ucrania”.

El analista militar ucraniano Oleh Zhdanov subraya que Moscú ha mantenido una ventaja numérica en cuanto a soldados y armas, a pesar de cualquier debilidad.

Aunque Rusia recurre cada vez con mayor frecuencia a sus arsenales de la Guerra Fría, echando mano de tanques que datan de la décadas de 1950 para reponer sus enormes bajas iniciales, ese armamento viejo aún puede tener un buen desempeño, dijo Zhdanov.

“No importa qué tipo de tanques tienen; tienen miles de ellos”, declaró Zhdanov a la AP, destacando que Rusia empleó muchos de ellos como armas estacionarias en sus líneas defensivas, incluyendo la región de Zaporiyia, en donde han demostrado su efectividad.

Reconoció que Rusia ha tenido éxito al momento de impactar depósitos militares ucranianos, confiando en agentes y colaboradores de Moscú, pero señaló que ese tipo de pérdidas eran “tolerables”. También indicó que los rusos utilizan cada vez con mayor frecuencia drones y mejores sistemas de combate electrónico para contrarrestar elementos similares de Ucrania.

Rusia ha dejado de emplear los batallones tácticos que usó en las primeras etapas de la guerra y ha optado por unidades de menor tamaño, aclaró Zhdanov.

Aunque la fuerza aérea rusa ha operado en números relativamente bajos, ha modernizado sus reservas de bombas para usarlas como armas de precisión que planean, y han resultado efectivas, añadió. Las bombas de 500 kilogramos (1.100 libras) adaptadas con un módulo GPS pueden causar daños masivos.

“La Unión Soviética fabricó esas bombas en cifras incontables”, dijo Zhdanov, añadiendo que los rusos lanzan hasta 50 al día para causar un “enorme efecto psicológico”.

En abril pasado se lanzó accidentalmente una de esas bombas sobre la ciudad rusa de Belgorod, cerca de la frontera con Ucrania, la cual dejó un enorme cráter y causó heridas menores a una persona.

Blogueros militares rusos elogiaron el impacto de las bombas y su capacidad para dar en objetivos ubicados a 70 kilómetros (43 millas) de distancia. Un expiloto militar señaló en su blog que ya se trabaja para convertir bombas de 1.500 kilos (3.300 libras) en municiones de precisión con capacidad para planear.

Estas adaptaciones le permiten a la fuerza aérea rusa intensificar sus ataques contra las fuerzas ucranianas sin poner en riesgo sus aviones de combate.

El Royal United Service Institute (RUSI por sus iniciales en inglés), un grupo de expertos con sede en Londres que se enfoca en temas de defensa y seguridad, mencionó estas bombas planeadoras y otras mejoras en el armamento y las tácticas rusas.

“Aunque tienen una precisión limitada, el tamaño de estas municiones representa una grave amenaza”, dijo el grupo en un reporte reciente, añadiendo que Rusia ya trabaja en mejorar su precisión.

Los ingenieros rusos han mostrado destreza en la construcción de fortificaciones de campo y obstáculos complejos a lo largo del frente de batalla, incluidas trincheras de hormigón reforzado y búnkers de mando, redes de alambre, zanjas y erizos antitanques — o “dientes de dragón” — y complejos campos minados, según el reporte.

La colocación de minas sofisticadas a lo largo de una gran extensión de terreno para su uso en contra de tanques e infantería representan un “importante desafío táctico a las operaciones ofensivas de Ucrania”, señalaron los autores de RUSI.

El reporte resalta otras mejoras rusas, como el mejor camuflaje térmico para sus tanques; un despliegue más ágil de artillería en múltiples posiciones, incluida la integración con drones para evitar pérdidas; y atacar a la artillería ucraniana con munición deambulante: drones que deambulan hasta que encuentran un blanco.

Este tipo de fuego de respuesta ruso representa “el mayor desafío a las operaciones ofensivas de Ucrania”, reportó el grupo.

Sistemas electrónicos de combate mejorados han destruido alrededor de 10.000 drones ucranianos al mes, al tiempo que también han sido capaces de interceptar y descifrar las comunicaciones tácticas ucranianas en tiempo real, añadió.

También han aprendido a interceptar proyectiles guiados con GPS disparados desde lanzadores provistos por Occidente, como el sistema de fabricación estadounidense HIMARS, el cual humilló a los rusos y causó grandes daños, según el reporte.

Las fuerzas armadas rusas “son capaces de mejorar y evolucionar en el uso de sistemas clave”, dijo el RUSI, pero destacó que podrían tener problemas para responder a ajustes igualmente rápidos de parte de Kiev que podrían hacer a las unidades de Moscú “susceptibles a perder rápidamente su coordinación”.

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Los periodistas de Associated Press Danica Kirka, en Londres; Tara Copp, en Normandía, Francia; y Yuras Karmanau, en Tallin, Estonia, contribuyeron a este despacho.

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