Mandatario alemán defiende detener migrantes en la frontera, tacha sistema antiguo de "disfuncional"
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, defiende un acuerdo para impedir que los migrantes entren en la Unión Europea hasta que se hayan revisado sus opciones para obtener asilo, con el argumento de que el sistema actual del bloque es “completamente disfuncional”
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, defendió el jueves un acuerdo para impedir que los migrantes entren en la Unión Europea hasta que se hayan revisado sus opciones para obtener asilo, con el argumento de que el sistema actual del bloque es “completamente disfuncional”.
En declaraciones a legisladores en Berlín, describió de “acuerdo histórico” el compromiso alcanzado este mes por los 27 estados miembros tras años de negociaciones.
Los grupos de derechos humanos han criticado el acuerdo y afirman que los migrantes, incluidas familias con niños, serán retenidos en campos mientras las autoridades comprueban sus posibilidades de obtener protección como refugiados dentro de la UE. Los detalles aún tienen que concretarse en negociaciones con el Parlamento Europeo, que debe aprobar los cambios en las normas migratorias comunitarias.
“Sé que el acuerdo no es carente de controversia en esta casa”, dijo Scholz al parlamento. “Todo el mundo tuvo que hacer concesiones, incluida Alemania”.
“Pero era lo correcto en interés de la unidad y la capacidad europea para actuar”, añadió. “Era lo correcto, porque nuestro sistema actual es completamente disfuncional”.
En el periodo entre enero y mayo, un total de 135.961 personas pidieron asilo en Alemania, un incremento del 76,6% respecto al mismo periodo del año anterior, según la Oficina Federal alemana para la Migración y los Refugiados.
La mayoría llegó de Siria, Afganistán o Turquía.
En 2022, 12.945 solicitantes de asilo rechazados fueron deportados de Alemania. Sin embargo, según las autoridades alemanas, para el 31 de diciembre de 2022 había 304.308 personas en el país cuya solicitud de asilo había sido rechazada pero que aún no habían sido deportadas, indicó la agencia alemana de noticias dpa.
Esa demora en las deportaciones se debe a motivos diversos, desde cuestiones de salud a trabas burocráticas. A menudo pasan años hasta que se toma una decisión final sobre una solicitud de asilo, porque los aspirantes pueden apelar ante los tribunales si se rechaza su petición.
Scholz señaló que muchos migrantes no piden asilo hasta que llegan a Alemania, a pesar de que el país está rodeado por otros estados miembros que según las normas actuales tendrían que haberles inscrito primero.
“En el futuro, aquellos que tienen posibilidades muy escasas de ser reconocidos como refugiados pasarán por un proceso rápido de asilo y retorno en las fronteras externas (de la UE)”, dijo. “Los que tengan buenas opciones de conseguir protección en Europa, sin embargo, porque proceden de zonas de guerra o sufren persecución política, serán inscritos y podrán entrar en la UE”.
Scholz dijo que el nuevo sistema aliviará la carga de Alemania, que en la última década ha recibido más de 2 millones de solicitudes de asilo.
El canciller recalcó que los países que se nieguen a recibir su parte proporcional de refugiados en el futuro tendrán que hacer contribuciones económicas para cubrir el gasto asumido por otros.