La resistencia de Orbán le ha convertido en la "astilla bajo la uña" de la UE
El Parlamento de Hungría convocará una sesión de emergencia el lunes para hacer algo que sus socios occidentales han esperado, a menudo con impaciencia, durante más de un año: una votación sobre la candidatura de Suecia para unirse a la OTAN.
Pero el partido gobernante de Hungría, liderado por el primer ministro nacionalista Viktor Orbán, ha señalado que boicoteará la sesión. Es el tipo de obstrucción de objetivos políticos clave por el que Orbán se ha hecho famoso dentro de la Unión Europea.
“Somos la arena en la maquinaria, el palo entre los radios, la astilla debajo de la uña”, dijo Orbán en un discurso ante miles de seguidores en 2021.
El papel de Orbán como eterno saboteador de Europa ha llevado a la UE a un punto de quiebre una y otra vez porque bloquea decisiones cruciales para lograr concesiones del bloque.
“Tenemos fatiga de Orbán ahora en Bruselas”, dijo el primer ministro polaco, Donald Tusk, a los periodistas antes de una cumbre de la UE el jueves, donde el líder húngaro amenazó con descarrilar los planes para proporcionar a Ucrania un importante paquete de financiación.
Orbán hace campaña contra la UE en su país, presentándose como un “luchador por la libertad” contra una burocracia excesivamente entusiasta de Bruselas.
Muchos dentro de la UE opinan que su intransigencia de Orbán es puramente transaccional: retrasa decisiones clave para obligar al bloque a liberar miles de millones en fondos que ha retenido a Hungría por supuestas violaciones del estado de derecho y los estándares democráticos.
Como líder de un país con menos de 10 millones de habitantes, Orbán ha utilizado con éxito su poder de veto en la UE para darle a Hungría una voz decisiva entre miembros mucho más grandes como Alemania, Francia e Italia.
Según admite el propio Orbán, la necesidad de un apoyo unánime para algunas decisiones políticas de la UE es la única herramienta que un país pequeño como Hungría puede utilizar para hacer valer su voluntad entre las grandes potencias.
Su gobierno también ha tardado en aprobar el ingreso de Suecia a la OTAN, y es el único miembro de la alianza que no ha ratificado su propuesta.
La conducta de Orbán le ha ganado admiradores entre nacionalistas de ideas afines en Europa y Estados Unidos que son hostiles hacia el enfoque de Bruselas y Washington en cuestiones como la inmigración, los derechos LGBTQ+ y la guerra de Rusia en Ucrania.
Ha respaldado a Donald Trump en cada una de sus candidaturas a la presidencia de Estados Unidos y espera que gane ante el presidente Joe Biden en las elecciones de noviembre.
Ampliamente considerado el aliado más cercano del presidente ruso Vladímir Putin en la UE, Orbán ha sido acusado por sus críticos de promover los intereses de Moscú por encima de los de sus aliados de la UE y la OTAN, y de prepararse para sacar a su país de la UE por completo.