La primera ministra de Italia visita Albania para agradecer al país que acoja centros migratorios
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, visitó Albania el miércoles para agradecer al pequeño país balcánico su disposición a alojar a miles de solicitantes de asilo, y tenía previsto visitar los lugares donde habrá dos centros de detención de migrantes.
La visita ocurrió unos días antes de las elecciones locales y al Parlamento Europeo, en las que la migración ha sido un tema clave de campaña.
Meloni y el primer ministro de Albania, Edi Rama, firmaron en noviembre un acuerdo de 5 años en el que Albania aceptaba albergar a hasta 3.000 migrantes al mes rescatados de aguas internacionales mientras Italia tramita sus solicitudes de asilo. Se espera que procesar cada caso tome en torno a un mes, de modo que el número de solicitantes de asilo enviados a Albania podría alcanzar los 36.000 al año.
Meloni ha defendido el controversial acuerdo como una pieza necesaria de su plan contra la inmigración, que aspira a disuadir a los refugiados de pagar a contrabandistas para hacer la peligrosa travesía del Mediterráneo. Grupos de derechos humanos y legisladores de oposición han advertido que las protecciones a los refugiados podrían verse comprometidas.
Meloni comenzaría su visita en el pequeño estado balcánico en Gjader, un antiguo aeródromo militar unos 80 kilómetros (50 millas) al norte de la capital, Tirana, donde han comenzado los trabajos para habilitar uno de los dos centros.
Después se dirigirá al puerto de Shengjin, 20 km (12 millas) al suroeste de Gjader, donde hay un centro en un espacio de 4.000 metros cuadrados (4.800 yardas cuadradas). El centro de recepción de migrantes de Shengjin ya está listo para recibir internos.
Meloni hacía el viaje el día antes de que comenzaran las elecciones europeas, programadas entre el 6 y el 9 de junio y en las que la migración ha sido un asunto clave de campaña. Meloni y sus aliados conservadores reclaman desde hace mucho que los países europeos compartan más de la carga migratoria, y ha mostrado su acuerdo con Albania como una solución innovadora para un problema que ha superado a la UE durante años.
Meloni, del grupo de ultraderecha Hermanos de Italia, también ha defendido su llamado Plan Mattei para financiar proyectos en países africanos que están en las rutas migratorias a cambio de que se refuercen los controles de frontera, además de continuar con sus planes de gestionar centros migrantes en Albania.
Los dos centros en Albania le costarán a Italia más de 600 millones de euros (unos 650 millones de dólares) en cinco años. Los centros estarán totalmente gestionados por Italia, y guardias albaneses prestaran seguridad en el exterior de los recintos. Se espera que entren en funcionamiento este año.
Italia recibirá a los migrantes si obtienen protección internacional u organizará su deportación de Albania si son rechazados.
Las personas detenidas dentro de las aguas territoriales italianas o recogidas por barcos de rescate operados por organizaciones no gubernamentales conservarán su derecho, según la ley internacional y de la UE, de pedir asilo en Italia y que sus casos se tramiten allí.
Datos del Ministerio italiano del Interior muestran que el número de migrantes que llega a Italia es mucho menor que en el mismo periodo del año pasado: para el martes, 21.574 personas habían llegado a Italia en barco este año, en comparación con 51.628 en el mismo periodo de 2023.
Albania no forma parte de la Unión Europea, y la idea de enviar a solicitantes de asilo fuera del bloque es controversial. El acuerdo fue respaldado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como ejemplo de “pensamiento creativo”, pero ha sido muy criticado por grupos de derechos.
Rama, del Partido Socialista albanés y que lidera un gobierno de izquierdas, ha dicho que el acuerdo es un gesto de gratitud en memoria de los albaneses que encontraron refugio en Italia y “escaparon del infierno e imaginaron una vida mejor” tras el derrumbe del régimen comunista en Albania en la década de 1990.
Tirana ha rechazado las peticiones de otros países de alcanzar acuerdos similares al de Italia, según Rama.
La oposición de centroizquierda en Italia ha descrito el acuerdo como una costosa maniobra de propaganda antes de las elecciones europeas y un intento vergonzoso de convertir Albania en la “Guantánamo” italiana.
Un grupo de 30 legisladores conservadores de la oposición albanesa llevó el caso a la Corte Constitucional en un intento fallido de bloquear el acuerdo por motivos de derechos humanos.
___
Llazar Semini está en X como https://x.com/lsemini