¿Está Israel al borde de convertirse en un Estado paria? EEUU lo escuda por ahora
Cuando Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí, se dirija a los líderes mundiales en la sede de Naciones Unidas el viernes, estará al mando de un país que es tratado cada vez más como un paria —un país repudiado y aislado de la comunidad internacional— incluso por algunos de sus aliados.
Las naciones occidentales están indignadas por el recrudecimiento de la ofensiva militar israelí contra la Franja de Gaza, y varias han reconocido al Estado de Palestina.
La Unión Europea considera imponerle aranceles y sanciones. Los votantes demócratas en Estados Unidos han expresado su descontento en las encuestas y ya se notan pequeñas grietas en el apoyo republicano. La posibilidad de boicots deportivos y culturales aumenta, y en algunos países los turistas israelíes no son bien vistos.
Incluso el vuelo de Netanyahu a Nueva York del jueves fue tenso. Un aterrizaje no planificado en Europa podría haberlo expuesto a ser arrestado por cargos de crímenes de lesa humanidad presentados por la Corte Penal Internacional, los cuales él refuta. El sitio web del periódico israelí Haaretz reportó que el vuelo tomó una ruta alternativa más larga para evitar parte del espacio aéreo europeo. Un funcionario israelí, quien comentó bajo condición de anonimato por no estar autorizado a hablar del asunto, confirmó el reporte.
Netanyahu aún parece contar con el apoyo incondicional del presidente estadounidense Donald Trump, y Estados Unidos ha hecho mucho para escudar a Israel de la censura. Pero debido a que la última invasión de la Ciudad de Gaza hace menos probable el alto al fuego ansiado por Trump, y a que algunos en la derecha expresan su indignación, esto también podría cambiar.
“La preocupación es que se está llegando a un punto de inflexión”, dijo Michael Oren, historiador y exembajador de Israel en Estados Unidos. “Todavía no somos un Estado paria, pero podríamos serlo”.
Crítica mundial
El mes pasado, 28 países alineados con Occidente que se habían unido en apoyo a Israel tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 le pidieron que pusiera fin a su ofensiva contra la Franja de Gaza, con la que ha matado a decenas de miles de palestinos. También criticaron las restricciones israelíes al ingreso de ayuda humanitaria en el territorio palestino, que han contribuido a la hambruna.
Diez países —entre ellos Reino Unido, Francia, Canadá y Australia— reconocieron esta semana al Estado de Palestina con la esperanza de reactivar el moribundo proceso de paz, una medida a la que Estados Unidos e Israel se oponen. Alemania —uno de los aliados más cercanos de Israel— no se ha sumado a los exhortos para un alto al fuego ni a la iniciativa para la creación de un Estado palestino, pero ha suspendido algunas exportaciones militares.
Varios países árabes, incluidos algunos que mantienen relaciones con Israel desde hace mucho tiempo, lo han acusado de cometer genocidio en Gaza, y lo mismo han señalado destacados académicos especializados en genocidio, expertos de la ONU y algunos grupos israelíes e internacionales de derechos humanos. La Corte Internacional de Justicia —el máximo tribunal de la ONU— evalúa las acusaciones de genocidio planteadas por Sudáfrica.
Netanyahu reconoció el aislamiento del país en un discurso pronunciado la semana pasada, y dijo que Israel podría tener que convertirse en una “super Esparta” autosuficiente y militarizada. Se retractó al día siguiente, luego de que la bolsa de valores de Tel Aviv cayera.
“Esta es una amarga realidad que ha comenzado a extenderse como un reguero de pólvora más allá del ámbito de las relaciones diplomáticas”, escribió Itamar Eichner en el diario israelí Yediot Ahronot. “Israel ya se está convirtiendo en un país marginado”.
Trump se mantiene firme
Trump se ha mantenido al lado de Israel en todo, sin ejercer presión pública después de que Israel rompiera el alto al fuego que el propio Trump había ayudado a negociar a principios de este año; ni cuando Israel cortó el suministro de alimentos y medicinas a Gaza durante varias semanas ni cuando invadió Ciudad de Gaza a principios de este mes.
Trump expresó su descontento después de que el ataque israelí contra los negociadores de Hamás en Qatar descarrilara las conversaciones sobre un alto al fuego y la liberación de rehenes. Pero no se percibieron fisuras entre los dos aliados cuando Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, visitó Israel días después.
En contraste, el gobierno estadounidense ha impuesto sanciones a jueces y fiscales de la Corte Penal Internacional, ha reprimido las protestas propalestinas en los campus universitarios, ha protegido a Israel de los llamados de la ONU a un alto al fuego, y ha proporcionado armas por miles de millones de dólares.
La opinión pública cambia
Las encuestas de opinión pública en Estados Unidos del último año plantean dudas sobre cuánto durará dicho apoyo.
Aproximadamente la mitad de los estadounidenses responde que la respuesta militar de Israel en Gaza ha “ido demasiado lejos”, según una encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research, una organización apartidista de investigación. Esta cifra representa un aumento respecto a noviembre de 2023, poco después del inicio de la guerra en Gaza, cuando el 40% dijo lo mismo.
Una encuesta reciente de la Universidad de Maryland encontró que casi la mitad de los votantes demócratas simpatizan más con los palestinos, en comparación con sólo el 6% que simpatiza más con Israel. La encuesta, realizada a 1.514 estadounidenses entre el 29 de julio y el 7 de agosto, tuvo un margen de error de más/menos 2,9 puntos porcentuales.
Esa misma encuesta encontró una división creciente entre los republicanos, con un apoyo mucho menor de los jóvenes hacia Israel. Mientras el 52% de los republicanos de 35 años o más respondió que las acciones de Israel en Gaza estaban justificadas por su derecho a la legítima defensa, sólo el 22% de los republicanos de entre 18 y 34 años estuvo de acuerdo.
Los republicanos cristianos evangélicos, un bastión del apoyo a Israel, mostraron una división menor pero significativa: el 59% de los encuestados mayores y el 36% de los jóvenes expresaron que las acciones de Israel estaban justificadas.
“Esto no tiene precedentes, y lo digo como alguien que ha realizado investigaciones sobre este tema durante décadas”, manifestó Shibley Telhami, el profesor autor de la encuesta.
Agregó que las encuestas indican que ya se produce un “cambio paradigmático”, comparable al rechazo a la intervención extranjera tras las guerras de Vietnam e Irak.
“Tenemos una generación de Gaza, y creo que esta generación no confía en Israel. Lo ve como la fuente de un problema; considera lo que está sucediendo en Gaza en gran medida como un genocidio. Y no creo que eso cambie una vez que termine la guerra”, añadió.
Israel culpa al antisemitismo y a Hamás
No hay indicios de que los líderes israelíes consideren nada de esto como un escarmiento. Netanyahu dice que Israel libra una guerra legítima de autodefensa en respuesta al ataque de octubre de 2023, y atribuye las críticas al antisemitismo y a la propaganda de Hamás.
El mes pasado, Israel aprobó un proyecto de asentamientos que podría dividir el territorio palestino de Cisjordania en dos, algo a lo que sus aliados occidentales —incluidos los gobiernos estadounidenses anteriores— se han opuesto desde hace mucho tiempo. Netanyahu ha insinuado que podría anexar partes de Cisjordania en respuesta a que países occidentales reconocieran un Estado palestino.
“Cuando el mundo occidental nos condena, nuestra reacción no es ceder, sino plantarnos con más firmeza”, dijo Oren, el exembajador. “Hay algunas cosas que Israel simplemente no puede o no quiere hacer para mejorar su posición internacional: por ejemplo, crear un Estado palestino que caería en manos de Hamás en menos de 24 horas”.
Los aliados de Israel, cada vez más frustrados, advierten lo contrario: que si continúa gobernando a millones de palestinos a quienes se les niegan derechos básicos tendrá que elegir entre un tipo de apartheid o un Estado binacional en el que los judíos podrían no ser mayoría.
“El enfoque de su gobierno —especialmente de algunos ministros— es destruir la posibilidad de una solución de dos Estados”, declaró Emmanuel Macron, el presidente francés, la semana pasada en una entrevista con una cadena de televisión israelí. “Estamos en el último momento”, agregó, antes de que dicha solución se vuelva “totalmente imposible”.