Stay up to date with notifications from The Independent

Notifications can be managed in browser preferences.

Popularidad de princesa Aiko impulsa llamados a cambiar ley de sucesión sólo masculina en Japón

Mari Yamaguchi
Lunes, 01 de diciembre de 2025 13:13 EST
JAPÓN-PRINCESA AIKO-MONARQUÍA-SUCESIÓN
JAPÓN-PRINCESA AIKO-MONARQUÍA-SUCESIÓN (AP)

La querida princesa Aiko de Japón con frecuencia es ovacionada como una estrella pop.

Durante una visita a Nagasaki con el emperador Naruhito y la emperatriz Masako, el sonido de su nombre, que gritaban simpatizantes en las calles, eclipsó los vítores a sus padres.

Ahora que cumplió 24 años el lunes, sus partidarios quieren cambiar la ley de sucesión de Japón que es exclusivamente por línea masculina, lo que prohíbe a Aiko, hija única del emperador, convertirse en monarca.

Junto con la frustración porque el debate sobre las normas de sucesión se ha estancado, existe una sensación de urgencia: la menguante monarquía japonesa está al borde de la extinción. El sobrino adolescente de Naruhito es el único heredero elegible de la generación más joven.

Los expertos dicen que la prohibición a que sucedan mujeres debería levantarse antes que la familia real se extinga, pero legisladores conservadores, incluida Sanae Takaichi, la primera ministra del país, se oponen al cambio.

Popularidad de Aiko impulsa demanda de una mujer en el trono

Aiko ha ganado admiradores desde que debutó como miembro adulto de la realeza en 2021, cuando impresionó al público que la calificó de inteligente, amable, cariñosa y simpática.

El apoyo a Aiko como futura monarca aumentó tras su primer viaje oficial sola al extranjero, a Laos, en noviembre, en representación del emperador. Durante la visita de seis días, se reunió con altos funcionarios laosianos, visitó lugares culturales e históricos y se encontró con la población local.

A principios de este año, Aiko acompañó a sus padres a Nagasaki y Okinawa. Ha seguido el ejemplo de su padre, quien da gran importancia a transmitir la tragedia de la Segunda Guerra Mundial a las generaciones más jóvenes.

“Siempre he apoyado la coronación de la princesa Aiko”, expresó Setsuko Matsuo, de 82 años y sobreviviente de las bombas atómicas, quien acudió al Parque de la Paz de Nagasaki horas antes de la llegada prevista de Aiko y sus padres a la zona.

“Me gusta todo de ella, especialmente su sonrisa... tan reconfortante”, dijo entonces a The Associated Press.

Mari Maehira, una oficinista de 58 años quien esperó para vitorear a Aiko en Nagasaki, dijo que la ha visto crecer y “ahora queremos verla convertirse en una futura monarca”.

La popularidad de la princesa ha impulsado a algunos a presionar a los legisladores para que modifiquen la ley.

Yoshinori Kobayashi, artista de manga, ha escrito cómics que impulsan un cambio legal que permita a Aiko convertirse en monarca, y sus simpatizantes los envían constantmente a los parlamentarios para concienciarlos y obtener su apoyo a la causa.

Otros han creado canales de YouTube y distribuido panfletos para llamar la atención del público sobre el tema.

Ikuko Yamazaki, de 62 años, ha utilizado las redes sociales para abogar por la sucesión del primogénito del emperador, independientemente de su sexo. Agrega que no tener a Aiko como sucesora y la insistencia en monarcas exclusivamente masculinos provocarán la desaparición de la monarquía.

“El sistema de sucesión refleja la mentalidad japonesa sobre las cuestiones de género”, añadió Yamazaki. “Creo que tener una monarca mejoraría drásticamente la condición de la mujer en Japón”.

La crianza de Aiko

La popular princesa nació el 1 de diciembre de 2001.

Poco después de dar a luz a Aiko, su madre, Masako, exdiplomática educada en Harvard, desarrolló un trastorno mental inducido por estrés —aparentemente debido a las críticas por no haber producido un heredero varón— del que aún está en recuperación.

Aiko era conocida por ser una niña brillante quien, como aficionada al sumo, memorizaba los nombres completos de los luchadores.

No obstante, ella también enfrentó dificultades: en primaria, faltó a clases brevemente debido a un problema de acoso escolar. En su adolescencia, se le vio extremadamente delgada y faltó a clases durante un mes.

En 2024, Aiko se graduó de la Universidad de Gakushuin, donde estudiaron su padre y muchos otros miembros de la realeza. Desde entonces, ha participado en sus deberes oficiales y rituales palaciegos, además de trabajar en la Sociedad de la Cruz Roja. Los fines de semana disfruta de dar paseos con sus padres y jugar voleibol, tenis y bádminton con funcionarios del palacio.

Monarquía japonesa se encuentra en “estado crítico”

La Ley de la Casa Imperial de 1947 sólo permite la sucesión por línea masculina y obliga a las mujeres de la realeza que se casan con plebeyos a perder su estatus real.

La familia imperial, en rápida disminución, tiene 16 miembros, frente a los 30 de hace tres décadas. Todos son adultos.

Naruhito sólo tiene dos posibles herederos varones más jóvenes: su hermano menor de 60 años, el príncipe heredero Akishino, y el hijo de 19 años de él, el príncipe Hisahito. El príncipe Hitachi, hermano menor del exemperador Akihito y tercero en la línea de sucesión al trono, tiene 90 años.

Akishino reconoció el envejecimiento y la disminución de la población real, “pero no se puede hacer nada bajo el sistema actual”.

“Creo que todo lo que podemos hacer en este momento es reducir nuestros deberes oficiales”, declaró a la prensa antes de su 60mo cumpleaños el domingo.

El año pasado, el príncipe heredero señaló que los miembros de la realeza son “seres humanos” cuyas vidas se ven afectadas por el debate, un comentario matizado pero poco común. Él no ha visto ningún cambio, aunque los funcionarios del palacio han tomado su comentario con sinceridad, dijo Akishino el domingo.

Aiko también había expresado previamente que es consciente de la disminución de la población real, pero no podía hacer comentarios sobre el sistema.

“Bajo las circunstancias, espero cumplir con sinceridad con todos mis deberes oficiales y ayudar al emperador y a la emperatriz, así como a los demás miembros de la familia imperial”, resaltó.

La escasez de sucesores varones es una preocupación importante para la monarquía, que algunos historiadores exponen que se ha prolongado durante 1.500 años. También refleja el problema más general de Japón: el rápido envejecimiento y la disminución de su población.

“Creo que la situación ya es crítica”, dijo Hideya Kawanishi, profesora de la Universidad de Nagoya y experta en la monarquía. Su futuro depende completamente de la capacidad de Hisahito y su futura esposa para tener un hijo varón. “¿Quién querría casarse con él? Si alguien lo hace, deberá soportar una enorme presión para tener un heredero varón mientras desempeña sus funciones oficiales con una capacidad sobrehumana”.

Hisahito debe asumir él solo la carga y el destino de la familia imperial, declaró Shingo Haketa, exjefe de la Agencia de la Casa Imperial, en un artículo del periódico Yomiuri este año. “La cuestión fundamental no es si se debe permitir una línea de sucesión masculina o femenina, sino cómo salvar a la monarquía”.

Sistema de sucesión exclusivamente masculino en Japón es relativamente nuevo

Tradicionalmente, Japón ha tenido emperadores hombres, pero también ha habido ocho mujeres monarcas. La última fue Gosakuramachi, quien gobernó de 1762 a 1770.

La norma de sucesión exclusivamente por línea masculina fue promulgada como ley en 1889 y trasladada a la Ley de la Casa Imperial de 1947, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Los expertos dicen que previamente el sistema sólo funcionó con ayuda de las concubinas, quienes, hasta hace unos 100 años, dieron a luz a la mitad de los emperadores anteriores.

El gobierno propuso permitir el acenso de una mujer monarca en 2005, pero el nacimiento de Hisahito posibilitó a los nacionalistas descartar la propuesta.

Búsqueda infructuosa de un sucesor masculino

En 2022, un panel de expertos —mayoritariamente conservador— instó al gobierno a mantener la línea de sucesión exclusivamente masculina, pero permitir a las mujeres de la familia conservar su estatus real después de su matrimonio y continuar con sus funciones oficiales. Los conservadores también propusieron adoptar a descendientes varones de ramas distantes y extintas de la familia real para continuar el linaje masculino, una idea considerada poco realista.

El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), de Naciones Unidas, instó el año pasado al gobierno japonés a permitir el ascenso de una emperatriz, con el argumento de que no hacerlo obstaculizaba la igualdad de género en Japón.

Japón desestimó el informe y lo calificó como “lamentable” e “inapropiado”, y dijo que la sucesión imperial es una cuestión de identidad nacional fundamental.

“Aunque no se explica de manera explícita, lo que dicen claramente está en favor de la superioridad masculina. Esa es su sociedad ideal”, opinó la profesora Kawanishi.

Thank you for registering

Please refresh the page or navigate to another page on the site to be automatically logged inPlease refresh your browser to be logged in