Palestinos describen intensa destrucción y marchas forzadas en asalto israelí a hospital de Gaza
Los palestinos que huyeron durante una redada israelí sobre el principal hospital de la Franja de Gaza y sus alrededores describieron días de intensos combates, marchas forzadas entre cadáveres y edificios destruidos en entrevistas el domingo.
El ejército israelí dijo que ha matado a más de 170 milicianos y detenido a unos 480 sospechosos en el asalto al hospital de Shifa que comenzó el pasado lunes, lo que describió como un fuerte golpe a Hamás y otros grupos armados que según afirmó se habían reagrupado en el recinto médico.
Pero los intensos combates también han recalcado la resiliencia de los grupos armados palestinos en una zona aislada y muy destruida de Gaza, a la que las tropas se han visto obligadas a regresar tras un asalto similar en noviembre.
Kareem Ayman Hathat, que vivía con sus padres y dos hermanos en un edificio de cinco plantas a unos 100 metros (yardas) del hospital, dijo que se habían refugiado en la cocina durante días mientras se oían disparos y explosiones fuera, que en ocasiones hacían temblar todo el edificio.
El sábado por la mañana, tropas israelíes asaltaron el edificio y les obligaron a ellos y a docenas de otros residentes a marcharse. Dijo que los hombres fueron obligados a quedarse en ropa interior y cuatro fueron detenidos. A los demás les vendaron los ojos y les obligaron a seguir a un tanque hacia el sur, entre el estruendo de nuevas detonaciones.
“De vez en cuando, el tanque lanzaba un proyectil”, dijo a The Associated Press en una entrevista desde otro hospital en el centro de Gaza, donde había buscado cobijo. “Era para aterrorizarnos”.
El jefe del comando sur israelí, el mayor general Yaron Finkelman, dijo que el asalto de Shifa había sido una “operación audaz, difícil y muy impresionante por ahora”, con “cientos” de milicianos detenidos y la obtención de información valiosa.
“Terminaremos esta operación sólo cuando el último terrorista esté en nuestras manos, vivo o muerto”, añadió en un comunicado publicado el sábado por el ejército.
El hospital de Shifa prácticamente había dejado de funcionar tras la redada de noviembre. Tras afirmar que Hamás mantenía un sofisticado centro de mando dentro y debajo del hospital, las fuerzas israelíes sólo revelaron imágenes de un único túnel que llevaba a unas pocas salas subterráneas. También dijeron haber encontrado armas en partes del hospital.
Ciudad de Gaza, donde se encuentra Shifa, sufrió una destrucción generalizada en los primeros días de la ofensiva israelí, iniciada tras el ataque de Hamás del 7 de octubre que desencadenó la guerra. Las fuerzas israelíes han aislado la ciudad y el resto del norte de Gaza desde noviembre, y prácticamente no se ha entregado ninguna ayuda en las últimas semanas. Varios expertos dijeron la semana pasada que la hambruna es inminente en el norte de Gaza, donde unas 210.000 personas sufren un hambre catastrófica.
Jameel al-Ayoubi, que estaba entre las miles de personas que se cobijaban en Shifa cuando comenzó el ataque el pasado lunes, dijo en una entrevista telefónica que tanques y topadoras habían irrumpido en el patio del complejo médico, aplastando ambulancias y vehículos civiles. Dijo que había visto los tanques pasar sobre los cuerpos de al menos cuatro personas que habían muerto al inicio del asalto.
El Ministerio de Salud dijo que cinco palestinos heridos atrapados en Shifa habían muerto sin comida, agua ni atención médica. El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, describió las condiciones allí como “totalmente inhumanas”.
El ejército dijo el sábado que había evacuado a pacientes y personal médico del departamento de urgencias de Shifa porque los milicianos se habían “atrincherado” en el edificio. El ejército dijo haber habilitado un lugar alternativo donde recibían atención los pacientes graves.
Abdel Radwan, que vivía a unos 200 metros (yardas) del hospital, dijo que las fuerzas israelíes habían asaltado todos los edificios de la zona, detenido a varias personas y obligado a los demás a marchar hacia el sur. Mientras caminaba al sur con otras personas, vio cadáveres en las calles y varias casas destruidas.
“No dejaron nada intacto”, dijo en una entrevista desde la casa de un familia en el centro de Gaza.
Al menos 32.226 palestinos han muerto en la guerra entre Israel y Hamás, que ya está en su sexto mes, según el Ministerio de Salud de Gaza. El ministerio no distingue entre civiles y combatientes en su conteo, pero dice que las mujeres y los niños suponen unos dos tercios del total.
Israel dice haber matado a unos 13.000 milicianos, sin presentar pruebas. Culpa a Hamás de las víctimas civiles y acusa al grupo de utilizar escuelas, hospitales y zonas residenciales para ocultar a sus combatientes.
Más del 80% de los 2,3 millones de habitantes han huido de sus hogares y la mayoría se cobijan en la ciudad más meridional, Rafah, que según Israel será el próximo objetivo de su ofensiva terrestre.
___
Magdy informó desde El Cairo.