Israel dice que ataque que mató a cooperantes fue un error; grupos de ayuda lo cuestionan

Lee Keath
Sábado, 06 de abril de 2024 12:44 EDT
ISRAEL-PALESTINOS ERRORES
ISRAEL-PALESTINOS ERRORES (AP)

Dos errores básicos, según el ejército israelí. Primero, oficiales militares pasaron por alto un mensaje que describía los vehículos del convoy. Segundo, un vigía vio a alguien subir a un vehículo con algo —posiblemente una bolsa— que pensó que era un arma. Los funcionarios dicen que el resultado fue la serie de ataques con drones israelíes que mataron a siete trabajadores humanitarios en una oscura carretera de Gaza.

El ejército israelí ha descrito el ataque mortal al convoy de la organización de ayuda World Central Kitchen como un error trágico. Su explicación plantea la pregunta: si ese es el caso, ¿con qué frecuencia ha cometido Israel tales errores en su ofensiva de seis meses en Gaza?

Grupos de derechos humanos y trabajadores humanitarios dicen que el error del lunes por la noche no fue, desde luego, una anomalía. Agregan que el problema más amplio no son las violaciones de las reglas de enfrentamiento de los militares sino las reglas mismas.

En el objetivo de Israel de destruir a Hamás tras sus ataques del 7 de octubre, el ejército parece haberse dado un amplio margen para determinar cuál es un objetivo y cuántas muertes civiles permite como “daños colaterales”, dicen grupos de derechos humanos y trabajadores humanitarios.

Más de 33.000 palestinos han muerto en la ofensiva de Israel, alrededor de dos tercios de ellos mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza. Su recuento no distingue entre civiles y combatientes.

Israel refiere que su objetivo son los combatientes y la infraestructura de Hamás, y que intenta minimizar las muertes de civiles. Culpa a los militantes por el gran número de víctimas civiles y enuncia que se debe a que operan entre la población. Israel dice que cada ataque pasa por una evaluación por parte de expertos legales, pero no ha hecho públicas sus reglas de enfrentamiento.

OTROS ATAQUES

En los miles de ataques que Israel ha llevado a cabo, así como bombardeos y tiroteos en operaciones terrestres, es imposible saber cuántas veces un objetivo ha sido identificado erróneamente. Casi todos los días, los ataques derriban edificios con familias palestinas en su interior —matando a hombres, mujeres y niños— sin explicación del objetivo ni responsabilidad independiente sobre la proporcionalidad del ataque.

Sarit Michaeli, portavoz del grupo israelí de derechos humanos B’Tselem, dijo que el ataque a la World Central Kitchen atrajo la atención mundial sólo porque murieron extranjeros.

“La idea de que este es un caso único, que es un ejemplo inusual, es un insulto a la inteligencia de cualquiera que esté siguiendo la situación”, opinó.

Agregó que se necesita una investigación más amplia sobre las reglas de enfrentamiento: “No se hacen las preguntas relevantes porque las investigaciones sólo tratan de casos específicos, en lugar de la política más amplia”.

El principal portavoz militar de Israel, Daniel Hagari, reconoció: “En los últimos seis meses, se cometieron errores”.

“Hacemos todo lo posible para no dañar a civiles inocentes”, dijo a los periodistas. “Es difícil porque Hamás va vestido de civil ... ¿Es un problema, es una complejidad para nosotros? Sí. ¿Eso importa? No. Necesitamos hacer más y más para distinguirlos”.

Pero el ejército no ha especificado cómo logrará eso.

Al general de brigada Benny Gal, quien formó parte de la investigación sobre los ataques a los vehículos de World Central Kitchen, se le preguntó si se deberían hacer más preguntas antes de autorizar un ataque.

“Este no eran nuestro estándar”, respondió. “El estándar es más preguntas, más detalles, más fuentes cruzadas. Y este no fue el caso”.

BANDERAS BLANCAS

Testigos palestinos han informado repetidamente de personas, incluidos mujeres y niños, a quienes las tropas israelíes han matado o herido a tiros, aunque portaban banderas blancas. Varios videos han surgido que muestran a palestinos a quienes les disparan o matan cuando parecían representar poca amenaza para las fuerzas israelíes cercanas.

En marzo, el ejército reconoció que mató a tiros a dos palestinos e hirió a un tercero mientras caminaban por una playa de Gaza. Dijo que las tropas abrieron fuego después de que los hombres supuestamente ignoraran los disparos de advertencia. El ejército reaccionó después de que el canal de noticias Al Jazeera mostró imágenes de uno de los hombres al caer al suelo mientras caminaba por un área abierta y luego de una excavadora que empujaba dos cuerpos hacia la arena llena de basura. Dijo que al menos dos de los tres hombres ondeaban banderas blancas.

Los grupos de ayuda también han informado de ataques a su personal.

Medical Aid for Palestine refirió que su complejo residencial en la zona sur de Muwasi —que el ejército había definido como zona segura— fue alcanzado en enero por una bomba de 453 kg (1.000 libras), según determinó la ONU. Varios miembros del equipo resultaron heridos y el edificio sufrió daños, añadió el grupo.

El grupo dijo que el ejército israelí le dio múltiples explicaciones: negó su participación, dijo que trataba de alcanzar un objetivo cercano y culpó a un misil que se desvió. “La variedad de respuestas resalta una continua falta de transparencia”, declaró el grupo.

La organización benéfica Médicos Sin Fronteras notificó que un tanque bombardeó una casa que albergaba a su personal y sus familias en Muwasi en febrero, y murieron la esposa y la nuera de un empleado.

Ambos grupos dijeron que habían informado repetidamente a los militares de sus ubicaciones y habían marcado claramente los edificios.

Las admisiones israelíes de errores son inusuales.

En diciembre, después de que un ataque mató al menos a 106 personas en el campamento de Maghazi, el ejército dijo que edificios cercanos al objetivo también fueron alcanzados, lo que probablemente causó “daños no intencionados a civiles adicionales no involucrados”. También admitió que los soldados mataron a tiros por error a tres rehenes israelíes que ondeaban banderas blancas después de que escaparon del cautiverio de Hamás en la ciudad de Gaza.

“EL PATRÓN”

En los ataques terrestres de Israel, las tropas operan en entornos urbanos y buscan a los combatientes de Hamás mientras están rodeadas por una población atrincherada en sus hogares o en movimiento al tratar de huir o encontrar alimentos y atención médica.

Algunos políticos y medios de comunicación israelíes proclaman periódicamente que no hay inocentes en Gaza. Y en algunos videos que circularon en línea, soldados hablan de venganza por los ataques de Hamás del 7 de octubre que desencadenaron la guerra.

En esa atmósfera, apuntan los palestinos y otros críticos, los soldados en el terreno parecen tener amplia libertad para decidir si atacar a alguien como sospechoso. Los residentes y el personal médico en Gaza dicen que ven el resultado.

La doctora Tanya Haj-Hassan, médica de Medical Aid for Palestinians, quien acaba de regresar de dos semanas en un hospital de Gaza, refirió que el personal trataba regularmente a niños y ancianos baleados por francotiradores.

“No es una anomalía. Es, de hecho, el patrón”, dijo a los periodistas en una sesión informativa esta semana. “No creo que los niños en particular sean señalados como objetivos. La comprensión y el tipo de conclusión a la que llegas es que todos son un objetivo”.

Chris Cobb-Smith, exmiembro del ejército británico y experto en armas, quien ha realizado misiones de investigación y seguridad en Gaza, argumentó que, si hubo una interrupción en la comunicación en el caso del ataque a World Central Kitchen, “para un ejército profesional, eso es imperdonable”.

“Parece haber un patrón constante de comportamiento absolutamente imprudente”, agregó Cobb-Smith, quien ayudó a investigar el bombardeo de Médicos Sin Fronteras.

Chris Lincoln-Jones, exoficial de inteligencia británico quien ha trabajado en la industria de defensa —incluso junto a un fabricante israelí de drones_, dijo que la investigación mostró acciones poco profesionales y un comando y control deficientes: “No operan una gestión adecuada del espacio de batalla”.

Incluso si un hombre armado hubiera estado en el vehículo con el personal de ayuda, agregó, eso no justificaría un ataque “a menos que el hombre armado estuviera realmente disparando a alguien desde el vehículo”.

“De ninguna manera un piloto de drones de la OTAN haría eso. Yo esperaría ser procesado por hacer eso. Esperaría enfrentar la posibilidad de ir a prisión”.

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Los reporteros de The Associated Press, Josef Federman y Julia Frankel, en Jerusalén, y Sarah El Deeb, en Beirut, contribuyeron a este informe.

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