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Informe de AP cuestiona por qué y cómo Israel atacó hospital en Gaza

Sam Mednick,Samy Magdy
Sábado, 06 de septiembre de 2025 14:25 EDT
GAZA-ATAQUE ISRAELÍ A HOSPITAL
GAZA-ATAQUE ISRAELÍ A HOSPITAL (AP)

La cobertura de The Associated Press sobre un ataque israelí contra un hospital de la Franja de Gaza que causó la muerte de 22 personas, incluyendo cinco periodistas, plantea serias dudas sobre la justificación de Israel para la ofensiva y la manera en que se llevó a cabo. Entre los fallecidos se encontraba Mariam Dagga, quien trabajaba para la AP y otras organizaciones de noticias.

Las fuerzas israelíes atacaron una posición bien conocida como punto de encuentro de periodistas porque —dijo un oficial militar— creían que Hamás utilizaba una cámara en el tejado para observar a sus tropas. El oficial citó “comportamiento sospechoso” y datos de inteligencia no especificados, pero el único detalle proporcionado fue que había una toalla que cubría la cámara y a la persona con ella, lo que el ejército interpretó como un intento de evitar su identificación.

La AP ha recopilado nuevas pruebas que indican que la cámara en cuestión pertenecía en realidad a un videoperiodista de Reuters que solía cubrir su equipo con un paño blanco para protegerlo del Sol abrasador y el polvo. El periodista, Hussam al-Masri, murió en el ataque inicial.

Las pruebas ponen en duda por qué las fuerzas israelíes siguieron adelante con la ofensiva. Los testigos reportan que Israel con frecuencia observaba la posición con drones —incluso unos 40 minutos antes del ataque— lo que habría permitido identificar correctamente a Al-Masri.

Las conclusiones de la AP también revelan otras decisiones preocupantes del incidente letal del 25 de agosto:

— Poco después de la primera acometida, las fuerzas israelíes volvieron a impactar la misma posición, después que personal médico y de emergencias llegara al lugar para atender a los heridos, y al tiempo que los periodistas, incluida Dagga, se apresuraban a cubrir la noticia. El ataque ha generado acusaciones de que fue de tipo “doble impacto” —un tipo de ataque destinado a matar a quienes acuden a atender a las víctimas, y que expertos en derecho internacional dicen que es un posible crimen de guerra.

— Las tropas utilizaron proyectiles de tanque de alto poder explosivo para atacar un hospital en lugar de armas guiadas más precisas que podrían haber causado menos víctimas.

— En total, Israel atacó el hospital cuatro veces, encontró la AP, cada vez sin advertencia previa.

El ejército israelí se rehusó a hacer comentarios cuando se le preguntó si había alcanzado a la persona equivocada y no ha presentado pruebas que respalden sus afirmaciones. Sostiene que su investigación sigue en curso, pero en su indagación inicial describió “lagunas” en cómo se ejecutó el ataque. Israel ha informado que ninguno de los periodistas asesinados era un objetivo suyo ni estaba vinculado a Hamás.

El fuego israelí ha matado a 189 reporteros palestinos en Gaza, según el Committee to Protect Journalists (Comité para la Protección de los Periodistas, o CPJ). Israel ha prohibido la entrada a Gaza a periodistas extranjeros desde que estalló la guerra en octubre de 2023, lo que otorga a los periodistas palestinos un papel fundamental en la cobertura del conflicto.

El análisis de la AP se basa en información de oficiales militares israelíes, actuales y anteriores, otros oficiales y analistas de armas, así como en los testimonios de casi 20 personas que se encontraban en el hospital o cerca de allí en el momento de los ataques.

El ataque ha galvanizado la indignación mundial en un momento en que las fuerzas israelíes avanzan en la ciudad de Gaza —asolada por la hambruna— con una ofensiva importante, lo que expone a su población a un peligro aún mayor ante los bombardeos y las operaciones militares israelíes.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu lo calificó de “trágico percance”, pero no al punto de disculparse.

Cubrir una cámara con un paño

Antes del ataque, al-Masri, el periodista de Reuters, se encontraba posicionado con su cámara de video en lo alto de una escalera exterior del hospital Nasser. Una fotografía tomada por Dagga a mediados de agosto muestra a al-Masri en la misma escalera junto a su cámara envuelta con un paño blanco.

En las semanas previas a los ataques, al-Masri había transmitido en vivo casi a diario desde la escalera, según otros periodistas que trabajaban allí y funcionarios del hospital. Cinco periodistas reportaron a la AP que utilizaba el paño a menudo. Es una práctica común que los videoperiodistas de todo el mundo, incluso en Gaza, ocupen posiciones altas y que cubran sus cámaras para protegerlas de los elementos.

El hospital Nasser, uno de los pocos hospitales en funcionamiento en Gaza, ha sido un lugar vital para los reporteros palestinos.

Es un punto central para informar sobre muertos y heridos en ataques israelíes, en tiroteos contra palestinos que buscaban ayuda y personas desnutridas que son llevadas a diario. La señal de wifi ofrecía una conexión poco común y fiable para transmitir noticias.

Fotógrafos y videógrafos utilizaron la escalera exterior del edificio durante meses para obtener una vista aérea de la ciudad de Jan Yunis —y, en el caso de agencias de noticias internacionales como Reuters y la AP, para proporcionar pietaje videograbado en directo a las salas de prensa de todo el mundo—. La AP había informado repetidamente al ejército que sus periodistas tenían su base en ese lugar.

Un oficial militar israelí dijo que varios días antes del ataque, las fuerzas israelíes detectaron una cámara en el tejado y rastreaban un “comportamiento sospechoso” del que no especificó más.

El oficial agregó que el ejército creía que Hamás utilizaba la cámara para monitorear a sus fuerzas y destacó que tanto la cámara como el hombre que la operaba estaban cubiertos con lo que describieron como una toalla, lo que sugería un intento de ocultar su identidad. El oficial habló bajo condición de anonimato, en línea con la normativa.

Una segunda persona murió en el ataque que alcanzó a al-Masri. Las autoridades del hospital han identificado a los 22 fallecidos y ratificaron que eran una mezcla de personal sanitario y de rescate, periodistas y familiares de pacientes. Pero añadieron que no podían estar seguros de cuál de ellos fue la otra persona que murió en el primer ataque, ya que todos los cuerpos fueron levantados al mismo tiempo.

No se ha encontrado evidencia de una segunda cámara en el lugar donde murió al-Masri.

Aproximadamente al mismo tiempo que la primera escalera fuera embestida, Israel atacó otra parte del hospital, según testigos y grabaciones de video que muestran humo que sale de ese lugar.

Israel ha atacado hospitales y periodistas en repetidas ocasiones a lo largo de la guerra. Se supone que ambos están protegidos por el derecho internacional, pero los hospitales pueden perder esa protección si son utilizados con fines militares, al igual que los periodistas si están armados o participan en las hostilidades.

Israel ha acusado a Hamás de operar en hospitales o en sus alrededores, pero ha presentado pruebas limitadas. A lo largo de la guerra, se ha visto con frecuencia a agentes de seguridad de Hamás dentro de los hospitales y bloquear el acceso a algunas zonas de sus instalaciones.

Con base en el análisis de las imágenes del momento del ataque y tras hablar con múltiples testigos presenciales, no hay evidencia de que ninguna de las personas fallecidas en los ataques estuviera armada.

Ataques de doble impacto

El ejército israelí no ha dado ninguna explicación sobre por qué llevó a cabo una segunda ronda de ataques.

Tras la primera acometida, una multitud de médicos, periodistas y otras personas subió por la escalera. Ibrahim Qannan, corresponsal de Al-Ghad TV, con sede en El Cairo, quien filmaba desde abajo, dijo que Moaz Abu Taha, otro periodista, llamó su atención mediante un gesto con los brazos y le gritó: “¡Hussam fue convertido en mártir!”.

En un lapso de 10 minutos, dos fuertes explosiones más impactaron la escalera. El análisis de video reveló los destellos de dos proyectiles y el estallido de dos explosiones. Entre los fallecidos se encontraban Abu Taha y Dagga, quien acababa de tomar sus últimas fotos antes de subir las escaleras.

El hermano de Dagga, Sediq, había pasado la noche anterior con ella y la vio filmar desde las escaleras momentos antes de su muerte. “Subí corriendo y recuperé su cuerpo”, contó.

Los ataques de doble impacto, que impactan a multitudes que se desplazan a una zona para rescatar a las víctimas del ataque inicial, han sido utilizados notoriamente por Al Qaeda y otros grupos extremistas, así como por el ejército ruso y las fuerzas leales al expresidente sirio Bashar Assad. Personal de rescate y otros civiles suelen resultar heridos en estos ataques.

Expertos en derecho internacional dicen que múltiples aspectos de este ataque podrían indicar posibles crímenes de guerra, incluida la embestida contra un hospital sin previo aviso y la estrategia de doble impacto que pone a los civiles en peligro.

Israel Ziv, general retirado quien previamente encabezó la dirección de operaciones del ejército israelí, expuso que una acometida de doble impacto viola las reglas de combate del ejército.

Raed al-Nims, jefe del Departamento de Comunicación con los medios de la Media Luna Roja palestina en Gaza, manifestó que arremetidas de doble impacto han “ocurrido en múltiples ocasiones” durante la guerra y han impactado ambulancias y personal del grupo cuando llegan al lugar de los ataques.

Israel declinó hacer comentarios tras citar la investigación en curso.

El tanque no estaba destinado a ser utilizado

La AP analizó videos del ataque y encontró que Israel disparó proyectiles de tanque —lo cual fue confirmado por el ejército israelí tras su investigación inicial.

Ziv dijo que se disponía de opciones menos letales y más precisas que fuego de tanque.

“No hay una buena explicación para eso”, añadió.

Un oficial con conocimiento del ataque dijo que el tanque no estaba destinado a ser utilizado, pero no estaba en posibilidades de precisar cuáles eran los planes originales. El oficial habló con la AP bajo condición de anonimato para discutir la investigación en curso.

Un experto en municiones que analizó fotos de metralla del hospital obtenidas por la AP explicó que provenían de proyectiles de alto poder explosivo disparados por un tanque.

Los vestigios muestran fragmentos de al menos tres proyectiles estabilizados por aletas de cañón de tanque del mismo tipo que utiliza Israel, según N.R. Jenzen-Jones, director de Armament Research Services (Servicios de Investigación de Armamento), una firma de consultoría australiana.

Imágenes satelitales de la tarde del día del ataque muestran tanques y vehículos blindados israelíes que operaban a unos 4,5 kilómetros (3 millas) al noreste del hospital.

La misma brigada que llevó a cabo estos ataques, la Brigada Golani, participó en el tiroteo contra un convoy de ambulancias en el sur de Gaza ocurrido en marzo en el que murieron 15 médicos palestinos. Una investigación inicial de ese ataque por parte de las fuerzas israelíes halló una cadena de “fallos profesionales” y un subcomandante fue despedido.

Discrepancias en afirmaciones israelíes de presencia de extremistas

Un día después de los ataques, Israel proporcionó los nombres de seis hombres que dijo que eran extremistas y murieron en el ataque.

No obstante, esta declaración también planteó discrepancias inquietantes.

No proporcionó pruebas, y uno de los hombres en su lista, Omar Kamel Shahada Abu Teim, no aparece en la lista de víctimas del hospital obtenida por la AP. Médicos y trabajadores de la morgue afirmaron que nadie con ese nombre murió, y a diferencia de los otros cinco, Israel no proporcionó una fotografía suya.

Otra persona identificada, Jumaa al-Najjar, era un trabajador sanitario empleado del hospital Nasser, según la lista de la morgue. Otro, Imad al-Shaer, era conductor del equipo de respuesta a emergencias de la Defensa Civil de Gaza.

Los otros tres nombres aparecen en la lista de víctimas, pero ningún otro detalle sobre ellos estuvo disponible de inmediato.

Israel tampoco informó si alguno de los seis murió en su arremetida inicial contra la cámara. La mayoría murió en la segunda ronda de ataques, y los oficiales no han precisado si fueron identificados entre la multitud en la escalera antes que las tropas la embistieran.

El Ministerio de Salud y la Defensa Civil son parte del gobierno dirigido por Hamás. Israel ha mantenido en el pasado que algunos miembros del personal de emergencias son milicianos. Ese fue el caso del ataque de marzo en el que murieron 15 médicos.

Una carta conjunta de la AP y Reuters expresó su indignación por los ataques y exigió respuestas.

“Desafortunadamente, hemos encontrado que la disposición y la capacidad (del ejército israelí) para investigarse a sí mismo en incidentes pasados rara vez han resultado en claridad y acción, lo que genera serias dudas, incluida si Israel ataca deliberadamente las transmisiones en directo para suprimir información”, escribieron.

En el pasado, Israel ha reconocido haber atacado y matado a periodistas a quienes acusa de ser milicianos, algo que tanto ellos como sus empleadores niegan.

El ejército reporta que intenta no lastimar a los civiles y culpa de sus muertes a Hamás porque opera en zonas densamente pobladas.

Jody Ginsberg, directora general del CPJ, dijo que los periodistas son civiles y nunca deben considerarse objetivos en una guerra. “Hacerlo es un crimen de guerra”, subrayó.

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Magdy reportó desde El Cairo. Los periodistas de The Associated Press Melanie Lidman y Angela Charlton, en Jerusalén, y Jon Gambrell, en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, contribuyeron a este despacho.

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