Colonos judíos marchan en desafío a puesto en Cisjordania
Miles de israelíes liderados por al menos siete ministros del gobierno marchan a un asentamiento evacuado en Cisjordania, un desafiante indicio de que el gobierno más conservador en la historia de Israel está decidido a acelerar la construcción de asentamientos en territorio ocupado pese a la oposición internacional
Miles de israelíes liderados por al menos siete ministros del gobierno marcharon el lunes a un asentamiento evacuado en Cisjordania, un desafiante indicio de que el gobierno más conservador en la historia de Israel está decidido a acelerar la construcción de asentamientos en territorio ocupado pese a la oposición internacional.
La marcha también era una nueva prueba para las fuerzas de seguridad israelíes tras días de violencia avivada por las tensiones en torno a un disputado lugar de culto en Jerusalén.
Las autoridades desplegaban policías y militares al norte de Cisjordania, escenario de frecuentes choques en los últimos meses, para asegurar la marcha, que se producía tras días de altercados en Jerusalén y en el frente norte y sur de Israel.
La manifestación prevista se sumaba al ambiente ya convulso en Jerusalén y la ocupada Cisjordania que ha acompañado al solapamiento de importantes feriados judíos y musulmanes.
La marcha a Eviatar, un asentamiento no autorizado en el norte de Cisjordania, que fue evacuado por el gobierno israelí en 2021, estaba liderada por colonos judíos ultranacionalistas. Los organizadores pedían la rehabilitación y legalización del puesto avanzado.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lidera el gobierno más religioso y ultranacionalista en la historia de Israel. Se esperaba que varios miembros de su gobierno, como el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir -dos colonos de Cisjordania- y al menos 20 miembros de la Knesset participaran en la marcha.
Oficialmente, el ejército prohibió las visitas a Eviatar tras la evacuación. Pero ese veto se ha aplicado de forma laxa en los últimos meses. El teniente coronel Richard Hecht, vocero del ejército israelí, dijo que el ejército había autorizado la marcha del lunes y que estaría “muy monitoreada y muy protegida”.
Ohad Tal, legislador del partido religioso sionista, dijo que “no hay motivo en el mundo para cancelar la marcha”.
“Debemos enviar un mensaje, el mensaje de que no pretendemos ceder y estamos aquí para quedarnos”, dijo a la Radio del Ejército.