Miss Universo se celebra en El Salvador
La 72ª edición de Miss Universo se celebra en El Salvador, un país que en las últimas décadas ha estado bajo la mirada del mundo por los altos índices de violencia delictiva que han tenido como actores principales a las llamadas maras o pandillas que azotan a los barrios y comunidades humildes del país.
En su primera semana en El Salvador, las 85 candidatas, acompañadas por el equipo de producción de Miss Universo, han disfrutado de diversos escenarios, de playas y montañas a lagos y la capital.
El glamour que las rodea ha causado sensación entre los salvadoreños, llevando a multitudes a rodear los puntos turísticos visitados por las delegadas. El Centro Histórico de San Salvador, El Boquerón, Surf City, el Lago de Coatepeque, el municipio de Suchitoto, la Plaza Libertad y la Iglesia El Rosario son algunos de los sitios que han visitado.
Además, han interactuado con los fans en centros comerciales, donde miles hacen fila para tomarse fotos con ellas.
Todo esto contrasta con los antecedentes del país. En 2015, El Salvador era considerado uno de los más violentos del mundo, con unas 106 muertes violentas por cada 100.000 habitantes. Esta situación cambió con la aplicación de una política de mano dura contra las pandillas, impuesta por el presidente Nayib Bukele, que ha llevado a la cárcel a más de 70.000 presuntos pandilleros o colaboradores de estos grupos delictivos, lo que a su vez ha generado temores por posibles violaciones a los derechos humanos. A pesar de todo, la medida ha tenido resultados y El Salvador registra una drástica reducción de homicidios.
Hasta ahora las concursantes de Miss Universo se han mostrado animadas y confiadas en su paso por el país. Entre ellas se destacan dos mujeres transgénero: Marina Machete, representante de Portugal, y Rikkie Kollé, de Países Bajos. También ha causado sensación Miss Nepal Jane Dipika Garrett, quien desafía los estereotipos y promueve la idea de que la belleza no depende de los tamaños al ser una mujer de talla grande.
En los días previos a la gran final Miss Namibia Jameela Uiras protagonizó un momento emotivo con el que se ganó el corazón de cientos de salvadoreños en el Centro Histórico de la capital cuando los saludaba y comenzó una intensa lluvia. Muchas de las concursantes corrieron a refugiarse en un autobús, pero Uiras, modelo y profesional en marketing, lejos de evitar mojarse, disfrutó del agua con los brazos en alto bailando alegremente.
Las competencias preliminares de traje de baño y traje nacional se realizaron en el Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda que lució repleto. En estas fases del certamen también hubo excepciones, Miss Bahrain Lujane Yacoub, no usó traje de baño siguiendo las normas de su religión musulmana, al igual que Miss Pakistán Erica Robin, quien apareció con una túnica rosa pálido en vez de un traje de baño.
Miss Tailandia Anntonia Porsild y Miss Costa Rica Lisbeth Valverde, al igual que Miss El Salvador Isabella García-Manzo, fueron muy ovacionadas en el escenario diseñado por el salvadoreño Julio Himede, quien ha sido nominado dos veces a los premios Emmy. El escenario simula olas marinas y volcánicas, que representan la energía y prosperidad de El Salvador.