Israel intercepta la flotilla de ayuda a Gaza de Greta Thunberg y los activistas enfrentan deportación
Cientos de activistas fueron trasladados a Israel, desde donde serán deportados a sus países de origen
Greta Thunberg y cientos de activistas que integraban una flotilla con ayuda para Gaza serán deportados de Israel, después de que sus barcos fueran interceptados por el ejército durante la noche.
El ejército israelí tomó el control de una flotilla de unos 40 barcos que transportaban ayuda humanitaria y a cientos de activistas con destino a Gaza, lo que generó protestas internacionales este jueves.
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel declararon en X: “Todos los pasajeros se encuentran a salvo y en buen estado de salud. Viajan rumbo a Israel, desde donde serán deportados a Europa”.

El momento en que los pasajeros de los barcos, apiñados con chalecos salvavidas y las manos en alto, tras el abordaje de soldados israelíes el miércoles por la noche, quedó registrado en grabaciones.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel difundió un video en el que aparece Greta Thunberg sentada en la cubierta de un barco rodeada por soldados.
Se esperaba que los navíos fueran trasladados al puerto israelí de Ashdod, desde donde los activistas serían deportados.
La flotilla, que partió a finales de agosto con más de 500 participantes —entre ellos parlamentarios, abogados y activistas— y una carga de medicinas y alimentos para Gaza, se convirtió en el gesto de oposición más visible al bloqueo impuesto por Israel.
La cancillería israelí informó que aún queda un barco en navegación y advirtió: “Su intento de ingresar a una zona de combate activa y de romper el bloqueo también será impedido”.

En grabaciones compartidas con The Independent, se observa a fuerzas israelíes disparando un cañón de agua contra una embarcación y exigiendo que apagaran el motor mientras continuaba su rumbo hacia Gaza. Se trataba del All In, uno de los barcos posteriormente interceptados.
Greta Thunberg y otros 11 activistas fueron detenidos en junio por fuerzas israelíes durante un intento de romper el bloqueo. Cuatro, entre ellos Thunberg, fueron deportados al día siguiente, mientras que los ocho restantes siguieron detenidos al apelar la orden de deportación.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel había anunciado su intención de mostrar a los activistas imágenes de los ataques del 7 de octubre, aunque no está claro si lo hizo.
En esa embarcación también viajaba la activista británico-polaca Ewa Jasiewicz, quien pidió al primer ministro británico, Keir Starmer, que garantizara protección diplomática a los ciudadanos británicos a bordo.

La Cancillería del Reino Unido expresó el jueves su “profunda preocupación” por la situación de la flotilla.
En un comunicado, precisó que ha mantenido contacto con las autoridades israelíes para dejar claro que espera una resolución segura
y que se mantiene en comunicación con las familias de varios ciudadanos británicos involucrados.
En contraste, Hamás calificó la interceptación como un “acto criminal”, declaró su apoyo a los activistas e hizo un llamado a organizar protestas contra Israel.
Según la cancillería israelí, los barcos fueron detenidos a unas 70 millas náuticas de Gaza, en una zona bajo patrullaje para bloquear la llegada de embarcaciones.

Israel había descalificado previamente la flotilla —que llegó a estar escoltada por buques de guerra de España e Italia, así como por drones de Turquía— como un “truco de relaciones públicas”, una acusación rechazada por los activistas.
La interceptación desencadenó condenas y protestas en distintos países:
En Londres, estaba prevista una manifestación en la Plaza del Parlamento para rechazar la acción israelí y exigir protección para los ciudadanos británicos detenidos.
En Italia, una manifestación reunió a más de 10.000 personas en protesta por la interceptación de la flotilla, al tiempo que se registraron concentraciones en Madrid, Grecia, Irlanda y Turquía.
Además, sindicatos italianos convocaron una huelga general para el viernes.
En el terreno diplomático, el ministro de Exteriores de Turquía calificó la acción israelí como un “acto de terrorismo”, y dirigentes del partido irlandés Sinn Féin la definieron como un “secuestro”.
Traducción de Leticia Zampedri