Una localidad prepara su "última línea de defensa" ante el avance de los incendios en Canadá
Un intenso incendio forestal podría llegar el lunes a una localidad en el oeste de Canadá, dadas las previsiones de fuertes vientos que han avivado las llamas descontroladas, según advirtieron expertos en incendios y autoridades. Miles de personas han sido evacuadas ya.
El Servicio contra Incendios Forestales de Columbia Británica indicó que el fuego estaba apenas 2 kilómetros (1,2 millas) al noroeste de Fort Nelson, que ya ha evacuado a unas 3.500 personas desde que se emitió una orden de desalojo el viernes.
El desarrollo extremo del incendio —empeorado por años de sequía y una nevada inferior a lo habitual el pasado invierno— podría acabar amenazando a los equipos que combaten el cercano incendio de Parker Lake, indicó el domingo por la noche en un video compartido en redes sociales el especialista en comportamiento de incendios Ben Boghean, que trabaja con el Servicio contra Incendios Forestales de Columbia Británica.
Canadá registró una cifra récord de incendios forestales en 2023, que también llevaron un humo asfixiante a zonas de Estados Unidos y obligaron a 250.000 canadienses a evacuar sus poblaciones. No se produjeron muertes de civiles, pero al menos cuatro bomberos murieron combatiendo las llamas.
Rob Fraser, alcalde del municipio regional de las Rocosas del Norte, con sede en Fort Nelson, dijo que los bomberos y trabajadores de emergencias preparaban una “última línea de defensa” por si el fuego llegaba hasta la propia ciudad.
Cliff Chapman, del servicio contra incendios, instó a las entre 100 y 150 personas que quedaban en la población a marcharse.
Fort Nelson se encuentra en la esquina nordeste de Columbia Británica, a unos 1.600 kilómetros (995 millas) de Vancouver. Fort Nelson y la Reserva India de Fort Nelson tienen una población combinada de unas 3.400 personas.
El incendio que amenaza a Fort Nelson sigue creciendo y el reporte más reciente, del domingo por la noche, indicaba que había crecido a casi 53 kilómetros cuadrados (20 millas cuadradas).
Fraser instó a cualquiera que hubiera desafiado la orden de evacuación a marcharse de inmediato y advirtió que los recursos locales como la presión de agua o la electricidad podrían reducirse o cortarse por completo para el uso del público porque buena parte del suministro se dedicaría a respaldar la labor de los bomberos que intentaban cortar el paso al fuego.
La ministra de manejo de emergencias de la provincia, Bowinn Ma, dijo el domingo por la noche que para ampliar el alojamiento limitado para desplazados, la provincia habilitaría un espacio adicional con 200 habitaciones en Sunset Prairie, una población 440 km (273 millas) al sur de Fort Nelson.
Otros incendios fuera de control en el oeste de Canadá amenazaban a poblaciones en provincias como Alberta y Manitoba.
“El viento va a mantenerse y va a empujar el fuego hacia la población”, advirtió Chapman, director de operaciones del servicio contra incendios, en un video el domingo por la noche para actualizar la situación del incendio que amenaza a Fort Nelson.
“Las rutas de escape podrían verse afectadas y la visibilidad será mala mientras el fuego sigue creciendo”, dijo.
También había focos cerca de Fort McMurray y Grande Prairie, en Alberta, mientras que las autoridades de Manitoba evacuaron a unas 500 personas de la población de Cranberry Portage, unos 700 km (434 millas) al noroeste de Winnipeg.
El municipio regional de Wood Buffalo, en el nordeste de Alberta, ha mantenido el nivel de alerta para los residentes de Fort McMurray de que estén listos para evacuar con rapidez, mientras el fuego situado a unos 16km (10 millas) al suroeste alcanzaba un tamaño de 55 kilómetros cuadrados (22 millas cuadradas).
El humo de los incendios provocó alertas sobre la calidad del aire que iban de Columbia Británica a Manitoba.
Pese a las advertencias de que la gente en Fort McMurray se preparase para huir con poco preaviso, las escuelas de la localidad seguían abiertas el lunes.
Las instituciones educativas pública y católica en la ciudad dijeron que seguían vigilando la situación y que entendían que algunos padres podrían no querer enviar a sus hijos a clase en este momento.
Las dos instituciones escolares dijeron que se aplazarían las pruebas provinciales programadas para esta semana.