El plan UE de restauración de naturaleza recibe luz verde pese a meses de protestas agrícolas
Los países de la Unión Europea dieron el lunes su aprobación final a un gran y esperado plan para proteger mejor la naturaleza en el bloque de 27 países, un asunto divisivo tras meses de protestas de agricultores y ganaderos que alegaban que las normas climáticas y medioambientales de la UE les llevaban a la bancarrota.
Tras sobrevivir a una ajustada votación en el Parlamento Europeo el verano pasado, el llamado Plan de Restauración de la Naturaleza encontró oposición de varios estados miembros durante meses ante constantes protestas agrarias que contribuyeron a dejar la norma en el limbo.
La ley, que aspira a restaurar ecosistemas, especies y hábitats en la UE, se aprobó finalmente en una cumbre de ministros de medio ambiente en Luxemburgo tras reunir el apoyo necesario, una mayoría cualificada que representara a 15 de los 27 estados miembros y al 65% de la población del bloque.
“Este es el paso final antes de que esta ley pueda entrar en vigencia”, indicó la presidencia belga del Consejo.
La Ley de Restauración de la Naturaleza forma parte del Pacto Verde Europeo, un proyecto que intenta fijar los objetivos climáticos y de biodiversidad más ambiciosos del mundo y convertir al bloque en la referencia global en asuntos climáticos.
Según el plan, los estados miembros tendrán que cumplir objetivos de restauración de hábitats y especies concretas hasta cubrir al menos el 20% del territorio terrestre y marítimo de la región para 2030.
“El resultado del trabajado duro ha merecido la pena", dijo el ministro belga de Medio Ambiente, Alain Maron. “No puede haber pausa en la protección de nuestro entorno. El Consejo de la UE toma la decisión de restaurar la naturaleza en la UE, proteger su biodiversidad y nuestro entorno vivo”.
La ministra austriaca de Medio Ambiente, Leonore Gewessler, votó a favor del plan tras meses de debate político en el país. La decisión de Gewessler, miembro del Partido Verde, indignó al socio mayoritario de la coalición de gobierno, el conservador Partido Popular Austriaco del canciller Karl Nehammer, antes de las elecciones nacionales del 29 de septiembre.
“Mi conciencia me dice sin lugar a dudas (que) cuando está en juego la vida sana y feliz de generaciones futuras, hacen falta decisiones valientes”, escribió Gewessler en la red social X.
Antes de la votación, la cancillería dijo que Nehammer había informado a la presidencia belga de la UE de que un voto de Gewessler a favor del plan sería ilegal, según indicó la Agencia de Prensa de Austria. La oficina de Nehammer dijo tras la decisión que Austria acudirá al Tribunal de Justicia de la Unión Europea para pedir que se anule la votación.
Antes de las elecciones europeas de este mes que marcaron un giro a la derecha, agricultores y ganaderos del bloque protestaron contra las muchas normas ambientales que rigen su forma de trabajar y afirmaron que las reglas perjudicaban sus medios de vida y les ahogaban en burocracia.
Organizaciones ambientalistas y una coalición de grandes empresas insistió el año pasado en que la norma era crucial tanto para combatir tanto el cambio climático como la pérdida de naturaleza. Pero el plan perdió algo de su contenido progresista en las negociaciones debido a la firme oposición del grupo político más grande de la cámara europea, el Partido Popular Europeo, que al igual que otros conservadores y la ultraderecha insistía en que los planes socavarían la seguridad alimentaria, impulsarían la inflación de combustible y perjudicarían a agricultores y ganaderos.
Greenpeace dijo que habría sido bochornoso que los gobiernos de la UE no aprobaran la ley antes de la próxima cumbre de biodiversidad de la ONU, que se celebra en Colombia en octubre.
“Pese al debilitamiento de la ley, este acuerdo ofrece un rayo de esperanza para la naturaleza, las generaciones futuras y los medios de vida de comunidades rurales en Europa”, afirmó Špela Bandelj Ruiz, activista de biodiversidad de Greenpeace . “Los ecosistemas sanos ofrecen protección contra el clima extremo, la escasez de agua y la polución".
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El periodista de Associated Press Geir Moulson en Berlín contribuyó a este despacho.