Descubren una gigantesca masa de agua perdida en el océano Atlántico

Harriet Brewis
Martes, 05 de diciembre de 2023 08:53 EST
¿Qué pasaría si los océanos se prendieran fuego?

Para aquellas personas no familiarizadas con el tema, el agua puede parecer algo insignificante.

Sabemos que los océanos del mundo están repletos de monstruos, maravillas y misterios; sin embargo, solo son un manto líquido singular que se extiende hasta el horizonte. ¿O acaso no es así?

Claro que no.

Lejos de ser uniforme, el agua de los océanos constituye un mosaico de capas y masas entrelazadas que se mezclan y separan gracias a las corrientes, los remolinos y los cambios de temperatura o salinidad.

De hecho, debajo de la superficie del mar, encontramos cascadas, ríos e incluso masas gigantescas que se extienden miles de kilómetros y que, de alguna manera, logran pasar desapercibidas.

Recientemente, la comunidad científica descubrió una de estas enormes masas en medio del océano Atlántico, la cual se extiende desde Brasil hasta el Golfo de Guinea.

Antes de este hallazgo, denominado agua ecuatorial del Atlántico, se habían observado mezclas similares a lo largo del ecuador en los océanos Pacífico e Índico, pero nunca en el Atlántico.

“Parecía controvertido que la masa de agua ecuatorial estuviera presente en los océanos Pacífico e Índico, pero que faltara en el Atlántico, ya que la circulación ecuatorial y la mezcla en los tres océanos tienen características comunes”, declaró Viktor Zhurbas, físico y oceanólogo del Instituto Shirshov de Oceanología de Moscú, a Live Science.

“La nueva masa de agua identificada nos ha permitido completar (o al menos describir con mayor precisión) el patrón fenomenológico de las masas de agua básicas del océano global”.

El agua de los océanos constituye un mosaico de capas y masas entrelazadas que se mezclan y separan.
El agua de los océanos constituye un mosaico de capas y masas entrelazadas que se mezclan y separan. (iStock)

Como su nombre indica, el agua ecuatorial del Atlántico se forma mediante la combinación de masas de agua separadas por las corrientes a lo largo del ecuador.

Para distinguir las masas del agua circundante, el equipo de oceanografía analiza la relación entre la temperatura y la salinidad en todo el océano, para determinar la densidad del agua marina.

Ya en 1942, el análisis de la relación entre la temperatura y la salinidad llevó al descubrimiento de las aguas ecuatoriales en los océanos Pacífico e Índico, como se señala en Live Science.

Debido a que se crean por la combinación de las aguas al norte y al sur, las aguas ecuatoriales del Índico y del Pacífico comparten temperaturas y salinidades similares que se curvan a lo largo de líneas de densidad constante, lo que las hace fáciles de distinguir del agua circundante.

A pesar de ello, durante años, no se pudo detectar una relación similar en el Atlántico.

En la actualidad, gracias a los datos recopilados por el programa Argo, un conjunto internacional de flotadores robóticos y autosumergibles, instalados a lo largo de los océanos, se detectó una curva de temperatura-salinidad situada en paralelo a las aguas centrales del Atlántico Norte y el Atlántico Sur, es decir, ¡el agua ecuatorial del Atlántico!

“El agua ecuatorial del Atlántico y el agua central del Atlántico Sur se podían confundir fácilmente, y para distinguirlas, fue necesario disponer de una red bastante amplia de perfiles verticales de temperatura y salinidad que cubriera todo el océano Atlántico”, explicó Zhurbas en su correo electrónico a Live Science.

El descubrimiento es significativo, ya que le permite a la comunidad científica comprender mejor cómo se mezclan los océanos, lo cual es información vital para entender el transporte de calor, oxígeno y nutrientes alrededor del mundo.

Traducción de Noelia Hubert

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