Lila Avilés: “Me encanta que el cine se sienta vivo”
“Tótem” de Lila Avilés encierra en su sencillez y honestidad una idea largamente elaborada por la cineasta mexicana galardonada en el Festival Internacional de Cine de Morelia por la película elegida por México para representar al país en los Oscar.
“Desde que había hecho ‘La camarista’ ya tenía pensada esta historia”, dijo la directora en entrevista con The Associated Press. “La camarista”, ópera prima de Avilés, ganó en 2018 el premio a mejor largometraje mexicano de ficción en Morelia. El viernes por la noche “Tótem” se llevó el premio de mejor largometraje, mejor dirección y el premio del público.
El filme, que se estrenará en cines de México el 30 de noviembre, había sido reconocido previamente con el premio del Jurado Ecuménico en el Festival Internacional de Berlín y está nominado a los Premios Gotham de Nueva York en la categoría de mejor película internacional.
También fue seleccionado por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) como la representante mexicana para una posible nominación a mejor película internacional en los Premios de la Academia. Y a su paso por festivales de todas partes del mundo, de Australia a China (donde ganó el premio a mejor dirección en Beijing) y en Perú ha causado sensación.
“Este año que ha sido una locura, ya llevamos más de 50 festivales”, señaló Avilés. “De alguna forma ha entrado, estoy muy contenta de que hemos viajado a países tan diversos, tan diferentes”.
Quizá este impacto se debe a que Tótem se trata de un tema universal: las relaciones de familia y la complejidad de la comunicación entre sus integrantes. En el filme la niña Sol se prepara junto con sus tías y primos para una fiesta mientras su madre está trabajando. La fiesta es para su padre Tona, quien está enfermo de cáncer en estado muy avanzado.
“Todo mundo viene de una base, por algo la antropología nace de la casa, hay algo ahí en ese vínculo que vamos juntitos, somos seres colectivos, aunque no lo queramos entender”, destacó Avilés sobre sus inquietudes para crear este filme coral, protagonizado por Naíma Sentíes de 8 años, en el papel de Sol. El elenco lo completan Montserrat Marañón, Marisol Gasé, Teresita Sánchez, Lazua Larios, Saori Gurza, Mateo García y Alberto Amador.
Avilés tiene una sólida base de teatro. Estudió la carrera de artes escénicas y formó parte de La Máquina de Teatro, compañía en la que colaboró artísticamente durante seis años. También realizó cursos de guion cinematográfico y dirección de escena. “La camarista” (2018), por ejemplo, surgió de su obra de teatro “La camarera” de 2014. El filme obtuvo el Premio Ariel de la AMACC a mejor ópera prima.
Avilés, de 41 años, ha actuado en series como “El pantera” y “Drenaje profundo”, así como los largometrajes “En la sangre”, “Ella es Ramona” y “Alicia en el país de María”. También ha colaborado en equipos de producción de televisión.
Avilés dice que desde pequeña le gustaba leer y ser una narradora, “como fuera, ya fueran obras de teatro o lo que fuera”.
Pero ahora ya casi no hace teatro: “Toda mi vida quería ser cineasta, ese era mi sueño y no quiero hacer otra cosa, ya me encaminé y es en donde más feliz soy”.
En “Tótem”, escrita por la cineasta y dedicada a su hija, se destaca su capacidad de observación para los diálogos caóticos, espontáneos y especialmente conmovedores de una casa llena de personas haciendo actividades diferentes.
“A mí me encanta eso, me encanta que se sienta vivo, tenemos a veces un preconcepto del cine que es hablar así como en mo-no si-lá-bi-cos ... pero en la vida no somos así”, señaló. “Es muy complejo encontrar el tono y no sólo el tono, sino el sentido también de cada personaje y encontrar cómo cada personaje se habita”.
Para la directora es muy importante encontrar el “sentido de verdad” en cada escena y no avanza a la siguiente hasta lograrlo, pero tampoco se aferra a una sola estructura. Dijo que realizó pocos ejercicios de preparación con los niños antes de la filmación a la que definió como “rápida y furiosa”.
La familia de “Tótem” es educada, el abuelo patriarca (Amador) es psicoanalista y atiende en su casa a sus pacientes, el padre de sol (García) es artista, aunque también hay algunos miembros de la familia que creen en limpias y magia, como muchos mexicanos. La casa es grande, con un gran jardín, es la única locación de Avilés.
“Lo que es lindo de la peli es que yo no quería ahondar así con esa ferocidad de ‘la clase’, ¿la clase qué?, todos venimos de una casa”, dijo Avilés. “Pero digamos que así sea una casa en Juchitán o una casa en Saltillo o una casa en Tamaulipas, con su distinto decorado, yo creo que todo mexicano ha experimentado una fiesta, hasta el más solitario ha tenido una reunión así más o menos”.
En Morelia, Avilés dedicó su premio de dirección a Sentíes, su “chiquitótem”, a quien dijo que buscó telepáticamente hasta encontrarla. En el filme también destaca la actuación de Sánchez en el papel de Cruz, la cuidadora del padre de Sol. Sánchez había realizado el memorable personaje de Minitoy en “La camarista”.
“Es mi tótem”, dijo la directora.