Lainey Wilson le da sentido a la vida y al amor en su nuevo álbum "Whirlwind"
Estamos a finales de julio. Lainey Wilson está en algún lugar de Iowa de viaje con un perro, su bulldog francés llamado Hippie, cerca de su pecho. Está en su autobús de gira, recorriendo el centro de Estados Unidos, un día más en su estilo de vida de la jet set. El próximo mes, lanzará su quinto álbum de estudio, acertadamente titulado “Whirlwind” (Torbellino), una década después de su disco debut. Hoy, como todos los días, sólo está tratando de disfrutar del paseo.
“Ha sido un viaje”, reflexiona sobre su carrera. “He estado en Nashville durante 13 años y le digo a la gente que me siento como si hubiera llegado ayer, pero también siento que he estado allí toda mi vida”.
Wilson habla rápidamente pero su historia de éxito es lenta. Creció en la zona rural de Baskin, Louisiana. Cuando era adolescente, trabajó como imitadora de Hannah Montana; al llegar a Nashville en la edad adulta temprana, vivía en un remolque y participó en innumerables noches de micrófono abierto, tratando de triunfar en Music City. Valió la pena, pero tomó tiempo, y realmente se dio a conocer con su sencillo de 2020, “Things a Man Oughta Know”, y su más reciente álbum, “Bell Bottom Country” de 2022, un disco de country-rock alegre que abarca la actitud única de Wilson de “country with a flare”.
“Siempre había escuchado que Nashville era una ciudad de 10 años. Y creo que ‘Things a Man Oughta Know’ fue número 1, como, 10 años y un día después de estar allí”, recuerda. “Quizá tuve momentos en los que debía empacar e irme a casa. Debería haber regresado a Luisiana. Pero nunca tuve esos sentimientos. Creo que hay algo realmente hermoso en ser ingenuo. Y, desde que era una niña, siempre me he sentido emocionada y esperanzada”.
Fue galardonada con el Grammy y es la primera mujer en ganar el premio a la artista del año en premios Country Music Association (CMA) desde Taylor Swift en 2011 y también se llevó a casa el mismo premio de la Academia de Música Country (AMC), ha actuado en el exitoso programa de televisión “Yellowstone” y en junio, fue incluida en el Grand Ole Opry.
“Tenía 9 años cuando fui al Opry por primera vez. Recuerdo quién se presentaba. Eran Little Jimmy Dickens, Bill Anderson, Crystal Gayle, Phil Vassar, y recuerdo dónde estaba sentada. Recuerdo mirar el círculo en el escenario y decir: ‘Voy a, voy a tocar allí. Voy a hacer esto’”, señaló.
Convertirse en parte de la materia de la que están hechos los sueños naturalmente se conecta con el álbum.
“La palabra que podría usar para describir los últimos dos años es torbellino”, dice. “Siento que mi vida ha cambiado mucho. Pero sigo sintiéndome como la misma chica de siempre tratando de mantener un pie en la tierra”.
“Y entonces, creo que se trata de aferrarme a esas cosas que realmente me hacen a mí, a mí y a la artista, con las que puedo contar historias para relacionarme con la gente”.
Si la vida de Wilson se ve diferente ahora de lo que era hace una década, esos años de arduo trabajo han creado la capacidad de traducir la locura de su vida y carrera a la de los demás: como en “Good Horses”, la única colaboración en “Whirlwind”. Cuenta con la participación de Miranda Lambert, y fue escrita en la finca de Lambert, una canción edificante sobre ir en pos de los sueños y volver a casa. O “Hang Tight Honey”, una oda a aquellos que trabajan duro por sus seres queridos.
Wilson ha subido de nivel en este disco, llevando a los compositores a la carretera con ella mientras continuaba girando sin cesar. Eso es evidente en el experimento sonoro de “Ring Finger”, un número de country-rock funky con un poco de declamación electrónica.
O “Country’s Cool Again”, un alegre tratado sobre el género y el dominio actual de la ropa con temática country como el zeitgeist cultural.
“Creo que la música country te lleva a casa”, dice sobre su popularidad. “Y todo el mundo quiere sentirse como en casa”.
Aquí, en la parte trasera del autobús, Wilson está lejos de casa, como suele estar. Pero siempre está en la mente, el lugar que actúa como refugio en “Whirlwind”. Y eso es algo con lo que todo el mundo puede identificarse.
“Espero que traiga un poco de paz al caos cotidiano, porque todos lidiamos con él”, dice sobre el álbum. “Todo el mundo se ve diferente, pero todos nos ponemos los pantalones en la misma pierna a la vez, ¿sabes?”