Republicanos de Ohio presentan ley similar a “Don’t Say Gay”, también ataca enseñanzas “divisivas” sobre raza
La “gran mayoría” de los estudiantes LGBT+ en el estado han sufrido comentarios discriminatorios y acoso
Los legisladores republicanos en Ohio presentaron lo que los opositores llaman la legislación “Don’t Say Gay”, la cual es una ley de Florida de la que los críticos advierten que afectará a los estudiantes, maestros y sus familias LGBT+.
El proyecto de ley 616 de la Cámara de Representantes de Ohio prohibiría que las escuelas enseñaran, usaran o proporcionaran “cualquier currículo o materiales didácticos” sobre orientación sexual o identidad de género en los grados de jardín de infantes a tercer grado, y de manera similar prohíbe dichos materiales en los grados cuarto a 12 considerados “no apropiados para la edad o apropiado para el desarrollo de los estudiantes de acuerdo con los estándares estatales”.
El proyecto de ley va más allá al incluir prohibiciones escolares contra “conceptos divisivos o inherentemente racistas”, incluida la “teoría crítica de la raza”, así como “resultados de aprendizaje de diversidad, equidad e inclusión”, incluidas iniciativas de desarrollo profesional para maestros y personal escolar.
“Los niños merecen una educación de calidad que sea justa, imparcial y apropiada para su edad”, declaró el representante del estado de Ohio, Mike Loychik, en un comunicado. “Esta legislación promueve la discusión libre y justa”.
La representante estatal Jean Schmidt dijo que la intención del proyecto de ley es brindar a los padres “las herramientas para poder ver lo que se les enseña a sus hijos”.
Los defensores LGBT+ en el estado condenaron la propuesta como un intento “amplio y vago” de censurar a las personas y los problemas LGBT+, “y es excepcionalmente cruel con los miembros de la comunidad, sus familias y cualquiera que los ame”, según un comunicado de Equality Ohio.
“El proyecto de ley Don't Say Gay de Ohio es otro intento insidioso de congelar y censurar la libertad de expresión en el aula”, aseguró la directora ejecutiva de Equality Ohio, Alana Jochum, en un comunicado. “Los legisladores tratan de borrar de forma efectiva a las personas LGBTQ+ y sesgar la historia a su favor”.
Los críticos argumentaron que prohibiciones tan amplias sobre las discusiones relacionadas con la “orientación sexual y la identidad de género” podrían usarse como armas para evitar que los estudiantes hablen sobre sus familiares LGBT+, o sobre ellos mismos, o sobre eventos relacionados con temas e historia LGBT+, de las decisiones de la Corte Suprema de EE.UU. sobre matrimonio igualitario a destacadas figuras LGBT+.
Las violaciones al proyecto de ley incluyen la revocación de la licencia de un maestro, la financiación de la escuela o “cualquier otro procedimiento que el departamento determine que es necesario para hacer cumplir las prohibiciones”.
A pesar del alcance del proyecto de ley en todos los grados, desde el jardín de infantes hasta el último año de la escuela secundaria, el representante Loychik aclaró que “el plan de estudios sobre identidad de género y sexualidad no tiene cabida en las aulas K-3 [kinder hasta tercero], punto. Es por eso que acabo de presentar un proyecto de ley para prohibir el plan de estudios sobre sexualidad e identidad de género hasta el tercer grado en Ohio”.
Los defensores de la “Ley de derechos de los padres en la educación” de Florida afirmaron incorrectamente que el texto legislativo del estado redactado de manera similar se aplica solo desde el jardín de infantes hasta el tercer grado, a pesar de que la ley se aplica a todos los grados.
El proyecto de ley también prohíbe de forma específica The 1619 Project, un proyecto periodístico de larga duración de The New York Times que ha provocado la ira de los conservadores al centrar el legado de la esclavitud en la narrativa de la nación.
El presidente de la Asociación de Educación de Ohio, Scott DiMauro, profesor de estudios sociales, comentó que el sindicato no apoya el proyecto de ley, el cual ha caracterizado como “intentos cínicos de utilizar la raza y ahora la orientación sexual y la identidad de género como cuestiones clave para causar división y sembrar conflicto y, en última instancia, para ganar puntos políticos baratos”.
“Esto no es lo que nuestros niños o educadores necesitan”, escribió en Twitter.
La líder de la minoría demócrata de la Cámara de Representantes de Ohio, Allison Russo, calificó el proyecto de ley de “repugnante” y opinó que “legitima el fanatismo”.
“Cada vez que vemos que se introducen leyes, esto para mí habla del extremismo que continúa desenfrenado en la cámara estatal, y no podemos crcer económicamente como estado y hacer lo correcto por nuestras familias de Ohio si no aceptamos nuestra diversidad y asegurarnos de que este proyecto de ley sea inclusivo para todos los habitantes de Ohio”, expresó.
Se han presentado docenas de proyectos de ley dirigidos a las personas LGBT+, en particular a los jóvenes transgénero, en las legislaturas estatales de EE.UU.
Proyectos de ley similares a “Don’t Say Gay” también se han presentado en Georgia y Luisiana.
La American Civil Liberties Union y Freedom For All Americans rastrearon más de 230 proyectos de ley, mientras que la Human Rights Campaign encontró más de 300 leyes consideradas dañinas, con más de 130 de esas medidas dirigidas a personas transgénero.
Aproximadamente 75 propuestas restringirían o censurarían el discurso en el aula, el plan de estudios escolar y los materiales de la biblioteca, al tiempo que permitirían a los padres o personas no afiliadas a la escuela demandar a los distritos por violaciones percibidas del texto legislativo.
“Ataques como estos son producto de una pequeña minoría de personas que impulsan su agenda para desmantelar la diversidad a toda costa y, en el proceso, ponen en peligro a los educadores y las familias para obtener ganancias políticas”, según Equality Ohio.
En su encuesta escolar nacional de 2019, la organización antidiscriminatoria LGBT+ GLSEN descubrió que una “gran mayoría” de estudiantes LGBT+ en Ohio escuchaba “de forma regular” comentarios anti-LGBT+, mientras que el 33 por ciento informó haber escuchado regularmente comentarios negativos por parte del personal escolar sobre el género de alguien.
El setenta y tres por ciento sufrió acoso verbal por su orientación sexual y al 62 por ciento lo acosaron verbalmente por su expresión de género, según el informe.
Solo el 27 por ciento de los estudiantes LGBT+ que informaron incidentes dijeron que sus quejas dieron como resultado una intervención efectiva del personal, según el informe.