Fracasa el referendo en Australia para incluir una institución indígena en la constitución
Tres líderes de la iniciativa para hacer una reforma constitucional en Australia reconocieron el sábado su derrota en un referendo que habría creado la institución de la Voz Indígena al Parlamento.
Según el conteo preliminar, los estados de Nueva Gales del Sur, Queensland, Australia del Sur y Tasmania rechazaron el cambio constitucional, indicó la Australian Broadcasting Corp. Instituir la Voz requería mayorías en cada uno de los cuatro estados restantes y una mayoría nacional.
La propuesta de crear una Voz Indígena al Parlamento ha causado una agria división entre la minoría indígena australiana, así como en la población general.
Los sondeos de opinión en los últimos meses han indicado que gran mayoría de los australianos se opone a la propuesta. Una mayoría de gente estaba a favor de crear el organismo a principios de año, antes de que la campaña por el “no” ganara intensidad.
La Voz sería un comité formado y elegido por indígenas australianos que asesoraría al parlamento y el gobierno en cuestiones que afectan a la minoría étnica más desfavorecida del país.
Sus partidarios esperaban que escuchar los puntos de vista indígenas llevaría a una prestación más eficaz de los servicios del gobierno y mejores perspectivas para la vida de los indígenas.
Los indígenas australianos, que son apenas el 3,8% de la población, viven de media ocho años menos que la población general, tienen una tasa de suicidio del doble que la media nacional y sufren enfermedades en remoto Outback que han sido erradicadas en otros países acomodados.
Casi 18 millones de personas estaban registradas para comer en el referendo, el primero en Australia desde 1999. Unos 6 millones votaron de forma anticipada durante las últimas tres semanas.
Unos dos millones de votos por correo se contabilizarían durante un máximo de 13 días desde el cierre de las urnas el sábado.
De tener éxito, habría sido la primer enmienda constitucional exitosa desde 1977. También habría sido la primera en aprobarse sin apoyo de los dos grandes partidos políticos del país.