En su discurso ante la CPAC, Trump se autodefine como un "orgulloso disidente político"
El expresidente Donald Trump calificó el sábado a la elección presidencial de noviembre como “el día del juicio” y se autoproclamó “orgulloso disidente político” en un discurso ante activistas conservadores en las afueras de Washington, al tiempo que cubrió su campaña con imágenes de corte religioso.
Hablando en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés) antes de su victoria en las primarias republicanas de Carolina del Sur, Trump presentó una visión apocalíptica del futuro si el presidente Joe Biden logra un segundo periodo presidencial, cuando ambos se preparan para una esperada revancha electoral.
Trump también se definió a él mismo como un “orgulloso disidente político” días después de compararse con el disidente ruso Alexei Navalny, el principal opositor político del presidente ruso Vladímir Putin, fallecido en una remota prisión del ártico tras ser encarcelado por el líder del Kremlin.
“Hoy estoy ante ustedes no sólo como su expresidente y, ojalá, futuro presidente, sino como un orgulloso disidente político. Soy un disidente”, dijo a la multitud.
Trump habló en la CPAC de este año al tiempo que los votantes se dirigían a las urnas en Carolina del Sur. El expresidente venció fácilmente a la última precandidata republicana Nikki Haley en el estado que ella gobernó por dos periodos. Aunque Haley prometió mantenerse en la contienda hasta el “Supermartes” del próximo mes, cuando habrá votaciones en más de una docena de estados, el equipo de campaña de Trump espera que éste pueda alcanzar el umbral de delegados para conseguir la nominación en marzo.
El año pasado, Trump usó su discurso en la CPAC para decirles a sus partidarios que su campaña de 2024 será de “retribución”.
“En 2016 declaré: Yo soy su voz. Hoy agrego: Soy su guerrero. Yo soy su justicia. Y para aquellos que han sido agraviados y traicionados, yo soy su retribución”, dijo en esa ocasión.
Esta vez, se presentó como un salvador que se interpone entre sus partidarios y la cuasianarquía, mientras hablaba de “hordas de extranjeros ilegales que cruzan nuestra frontera en estampida”, advertía que la red de seguridad social y el sistema educativo del país se “derrumbarán y colapsarán” y afirmaba que “las pandillas invadirán su territorio”.
“Esto es lo que está en juego en esta elección: Nuestro país está siendo destruido y lo único que se interpone entre ustedes y su destrucción soy yo”, declaró, calificando el liderazgo de Biden como “un tren expreso que se dirige hacia la servidumbre y la ruina”.
En realidad, los crímenes violentos están a la baja en todo Estados Unidos, de acuerdo con las estadísticas más recientes del FBI. Y a pesar de la percepción de la población, los datos recientes sobre la economía muestran que el crecimiento se aceleró el año pasado, mientras que la inflación regresó hasta colocarse cerca del objetivo de 2% de la Reserva Federal, demostrando que Wall Street y los economistas académicos que pronosticaban una recesión se equivocaron.
La conferencia CPAC de este año ha contado con un desfile de legisladores republicanos y personalidades del MAGA que han repetido los ataques de Trump a las políticas fronterizas de Biden, su manejo de la economía y la afirmación de Trump de que los 91 cargos por delitos graves que enfrenta en cuatro jurisdicciones distintas no son más que un intento infundado del gobierno Biden de dañar su candidatura. No hay evidencia de que Biden haya influido en los cargos de alguna manera.
En respuesta al discurso de Trump, Ammar Moussa, el director de reacción inmediata del equipo de campaña de Biden, calificó al expresidente como un “perdedor”.
“Durante su presidencia, Estados Unidos perdió más empleos que con cualquier otro presidente de la historia moderna, las mujeres en más de 20 estados perdieron su derecho a tomar sus propias decisiones sobre atención médica porque Trump anuló el dictamen sobre el caso Roe contra Wade, y el ala MAGA del Partido Republicano perdió la cabeza al poner la búsqueda de poder de Trump por encima de nuestra democracia”, dijo Moussa en un comunicado.
La alineación ha contado con un puñado de aspirantes republicanos a la vicepresidencia, entre ellos el excandidato Vivek Ramaswamy y la congresista estadounidense Elise Stefanik, así como mandatarios extranjeros como el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, la ex primera ministra británica Liz Truss y el presidente de Argentina, el derechista Javier Milei.
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Colvin reportó desde Columbia, Carolina del Sur.