Sudáfrica rechaza informe de derechos humanos de EEUU como "profundamente defectuoso"

El gobierno de Sudáfrica desestimó el miércoles la última evaluación del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre las condiciones de derechos humanos en el país, calificándola de "inexacta y profundamente defectuosa".
La administración Trump publicó esta semana informes sobre derechos humanos para países de todo el mundo, y dijo que la situación de los derechos humanos en Sudáfrica había "empeorado significativamente" en 2024. Citó el trato injusto a los afrikáneres blancos tras la firma de importantes reformas agrarias, que la administración Trump ha afirmado discriminan al grupo que gobernó la nación durante la era del apartheid.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Sudáfrica expresó su "profunda decepción" con el informe, particularmente porque dependió de información fuera de contexto y relatos desacreditados.
El ministerio destacó que las Naciones Unidas habían elogiado la Ley de Expropiación de Tierras del país como un paso importante para resolver la desigualdad racial en la propiedad de la tierra, subrayando la integridad de los procesos legislativos basados en los derechos constitucionales y humanos.
Añadió que el informe era "irónico" dado la salida de Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
"Esto es particularmente llamativo dado las preocupaciones significativas y documentadas sobre los derechos humanos dentro de Estados Unidos, incluyendo el trato a los refugiados y las violaciones del debido proceso por parte de sus propias agencias, como ICE", manifestó el ministerio.
El gobierno de Sudáfrica también desestimó como inexactas las afirmaciones del informe de que "no tomó medidas creíbles para investigar, procesar y castigar a los funcionarios que cometieron abusos a los derechos humanos, incluyendo retórica racial inflamatoria contra los afrikáneres y otras minorías raciales, o violencia contra minorías raciales".
La crítica de Estados Unidos a los asuntos internos de Sudáfrica es la última de una serie de tensos intercambios diplomáticos entre los dos países desde que el presidente Donald Trump fue elegido para un segundo mandato.
Durante una visita de estado a la Casa Blanca en mayo, Trump confrontó al presidente Cyril Ramaphosa con afirmaciones falsas de que Sudáfrica había ocupado ilegalmente las granjas de los agricultores afrikáneres blancos. La administración incluso aceleró los procesos de solicitud de visa para los afrikáneres que querían trasladarse a Estados Unidos como refugiados.
Junto con la suspensión de la ayuda financiera e imponiendo aranceles del 30% a las exportaciones de Sudáfrica a Estados Unidos, Trump ha denunciado la postura del país sobre el conflicto entre Israel y Hamás.
El embajador sudafricano Ebrahim Rasool fue expulsado por Estados Unidos debido a sus críticas a Trump, quien ha insinuado que podría no asistir a la cumbre del G20 programada para celebrarse en Johannesburgo en noviembre.
El sindicato comercial afrikáner Solidarieit, que fue criticado por Ramaphosa tras una reciente visita a Washington, ha anunciado nuevos planes para visitar Estados Unidos en septiembre para reunirse con el Departamento de Estado y otras partes para discutir la abolición de las leyes de reparación racial, restablecer los lazos diplomáticos y crear un acuerdo comercial justo entre los dos países.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.