Para muchos bautistas del sur, la pregunta de campaña es a qué candidato republicano apoyar
Los bautistas del sur constituyen una parte fundamental del bloque cristiano, evangélico y blanco de Estados Unidos que ha votado por el Partido Republicano de forma confiable y abrumadora en elecciones recientes, y se prevé que lo vuelvan a hacer en 2024
Los bautistas del sur constituyen una parte fundamental del bloque cristiano, evangélico y blanco de Estados Unidos que ha votado por el Partido Republicano de forma confiable y abrumadora en elecciones recientes, y se prevé que lo vuelvan a hacer en 2024.
Pero los bautistas del sur están sopesando sus alternativas entre los aspirantes republicanos en las primarias presidenciales: algunos están respaldando a Donald Trump, otros desconfían del expresidente, a quien muchos electores evangélicos apoyaron en comicios previos pese a su lenguaje vulgar, sus tres matrimonios y su bravuconería sexual. Algunos están evaluando qué podrían ofrecer el gobernador de Florida Ron DeSantis u otros candidatos.
Pero incluso quienes critican el hecho de que muchos electores bautistas apoyen la política de extrema derecha tienen pocas dudas de hacia dónde se encaminan para noviembre 2024: los bautistas respaldarán al candidato que surja del proceso de nominación del Partido Republicano. La única pregunta es cuál será el grado de fervor que lleven a los comicios.
Además de Trump y DeSantis, otros candidatos republicanos han hecho hincapié en sus creencias cristianas, entre ellos Nikki Haley, ex embajadora estadounidense ante la ONU, el exvicepresidente Mike Pence y el senador de Carolina del Sur Tim Scott. Pence dio un discurso en la reunión anual de la Convención Bautista del Sur (SBC, por sus siglas en inglés) en 2018.
“Hay un segmento de la población evangélica blanca que está buscando la forma de distanciarse del pacto con el diablo que hicieron en 2016” al apoyar a Trump, dijo el reverendo Joel Bowman padre de Louisville, Kentucky, quien figura entre varios pastores negros que se fueron de la SBC en 2021, consternados por lo que les pareció una reacción racista en una denominación religiosa que alguna vez se arrepintió formalmente del racismo de sus antepasados.
“Ya sea Ron DeSantis o Mike Pence, pueden estar seguros de una cosa: la mayoría de la población evangélica blanca respaldará a algún candidato republicano, quienquiera que sea”, dijo Bowman, pastor de la Iglesia Bautista el Templo de la Fe, que mantiene vínculos con las iglesias de la SBC a nivel estatal y local.
Albert Mohler —presidente desde hace años del Seminario Teológico Bautista del Sur, también en Louisville, y uno de los líderes más destacados de la denominación religiosa— dice que espera “que el nominado del Partido Republicano sea alguien que no se llame Donald Trump.”
Mohler enfatizó que la oposición al aborto no es negociable.
“No está claro dónde se está colocando Donald Trump con respecto a ese tema”, dijo Mohler. Él está buscando a alguien “más claro en estos temas y con menos antecedentes problemáticos”.
Es el giro más reciente en la opinión de Mohler ante Trump. En 2016 dijo que el respaldo de los evangélicos a Trump socavaba la credibilidad de ellos. Pero posteriormente manifestó que estaba satisfecho con las acciones del mandatario en la presidencia, especialmente al nombrar a los jueces de la Corte Suprema que proporcionaron el punto de inflexión necesario para revocar el fallo del caso Roe vs. Wade.
Pero desde entonces Trump ha declarado que cada estado debería decidir a nivel individual su posición sobre el tema del aborto, lo que generó críticas de quienes quieren una prohibición a nivel federal.
Mohler reconoció que los demócratas se han beneficiado políticamente de la reacción opositora ante la decisión de la Corte Suprema. Él está buscando a candidatos que puedan sortear esa realidad política sin ceder en soluciones negociadas. “No voy a respaldar a ningún candidato que no esté opuesto firmemente al aborto y que no cuente con una estrategia sincera y directa para encabezar una iniciativa contra la interrupción del embarazo", aseguró, y recalcó que el Partido Republicano tiene “un buen número de candidatos atractivos”, de los cuales considera que DeSantis es el mejor.
Sin embargo, si Trump resulta ser el nominado, “reconsideraré la pregunta” de por quién votar.
DeSantis entró formalmente a la contienda el mes pasado y lleva la delantera entre las alternativas a Trump, quien de momento sigue siendo la fuerza dominante en la política republicana. Pero si a la larga el gobernador de Florida se queda con la nominación del partido y se enfrentara a Joe Biden, sería la primera vez en la historia de Estados Unidos que los candidatos presidenciales de los dos principales partidos serían católicos.
Uno de los seguidores más firmes de Trump en esta y las elecciones pasadas es Robert Jeffress, pastor de la Primera Iglesia Bautista en Dallas.
“Cuando en noviembre pasado Trump anunció que se postularía a la reelección, pronostiqué que algunos evangélicos evaluarían a otros candidatos pero a fin de cuentas respaldarían a Trump, como lo hicieron en 2016”, dijo Jeffress vía correo electrónico. “Sin embargo, ese ‘a fin de cuentas’ sucedió más rápido de lo que incluso yo esperaba”.
Jeffress, quien empezó a respaldar a Trump durante la temporada de elecciones primarias de 2016, dijo que los evangélicos están llegando a la conclusión de que sólo Trump puede derrotar a Biden. Jeffress mencionó temas tradicionalmente importantes para los evangélicos al llamar a Trump “el presidente más opuesto al aborto, más partidario de la libertad religiosa y más simpatizante de Israel en la historia” de Estados Unidos.
La temporada política se está caldeando en un momento en que los bautistas del sur se encaminan a su reunión anual a mediados de junio sacudidos por conflictos internos y escándalos por el mal manejo de casos de abusos sexuales, objeto de una investigación del Departamento de Justicia. Si bien los debates teológicos se destacarán —en especial en torno a si se ratifica la expulsón de iglesias que tengan pastoras mujeres—, muchas resoluciones propuestas en años recientes han reflejado debates en torno a la política secular.
Una pregunta clave es cuánta energía y fervor podrán convocar los bautistas del sur para las primarias presidenciales del Partido Republicano.
La denominación religiosa continúa experimentando declives a largo plazo en el número de miembros y en otros indicadores para medir la vitalidad espiritual, tales como los bautizos, según sus propias estadísticas. Al igual que otros grupos religiosos, se le ha dificultado recuperar los niveles de asistencia previos a la pandemia de COVID-19. Y de la misma forma que muchas denominaciones religiosas históricamente blancas y protestantes, los bautistas del sur están envejeciendo: la edad promedio es de 55 años, según la encuesta en línea Cooperative Election Study de 2020. Todo esto afectaría cualquier campaña para incrementar la participación electoral entre una feligresía que es menor que en elecciones previas y que enfrenta muchos desafíos.
Además, los bautistas del sur están experimentando la misma fragmentación en la atención que se presta a los diversos medios de comunicación que la nación en general. Si bien en otra época la prensa de la denominación religiosa y los periódicos estatales bautistas ejercían una fuerte influencia, en la actualidad los miembros reciben perspectivas y noticias discrepantes de un amplio conjunto de redes sociales y sitios especializados.
El pastor Mike Stone de la Iglesia Bautista Emmanuel en Blackshear, Georgia —candidato a ser presidente de la SBC de parte de su ala más conservadora— dijo que él no usa el púlpito para respaldar a candidatos.
Pero como pastor, “abordo sin reservas temas que los cristianos deberían tomar en cuenta a la hora de tomar sus propias decisiones personales”, señaló. “Estos incluyen la santidad de la vida humana, el matrimonio bíblico y temas de moralidad sexual, y una comprensión a partir de las Sagradas Escrituras del papel del gobierno” para castigar el mal y promover el bien, agregó.
“Los cristianos deberían preferir a hombres y mujeres rectos para cargos públicos", declaró. "Debido a que no existe el candidato perfecto, en ocasiones esto implica votar por la mejor entre las alternativas disponibles”.
El presidente de la SBC, Bart Barber, se negó a comentar para este reportaje.
A nivel de iglesias locales, los pastores sortean la presión de los miembros que quieren que hablen más de política desde el púlpito, o menos.
“En estos días es casi imposible evitarlo, más de lo que solía ser”, dijo Eric Costanzo, pastor de la Iglesia Bautista del Sur de Tulsa, en Tulsa, Oklahoma. “Hemos tenido que cruzar esas líneas de distintas maneras debido a los temas en los que estamos involucrados”, tales como abogar por los inmigrantes o por reformas con respecto a las maneras en que los bautistas del sur hacen frente a los temas de abuso.
“Durante el COVID fue complicado, y tras el (asalto al Capitolio) del 6 de enero (de 2021) también fue complicado", señaló. "Intento predicar con el ejemplo al no respaldar ni denigrar a nadie por nombre. A veces tenemos que tocar temas que irremediablemente tienen implicaciones políticas”.
Para Bowman, los intentos de parte de muchos en círculos republicanos y bautistas del sur para enfocarse en criticar “el despertar de la conciencia con respecto a la injusticia social” han servido para desviar la atención de las realidades del racismo sistémico, al igual que los propios conflictos internos de la SBC.
“Si la SBC vuelve a adherirse al Partido Republicano y sigue centrándose en temas polémicos y guerras culturales, empezará a haber un éxodo de la SBC de parte de los miembros blancos que se consideran más moderados o centristas", advirtió. "En muchos sentidos, la SBC se está acorralando. No va a ayudar a su causa profesa de acercar a la gente a Cristo”.
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