Asesina de la maleta, Heather Mack, vuelve a Chicago con niña que nació en la cárcel
La mujer intentó dejar a su hija en Bali para protegerla de la atención de los medios estadounidenses
Una mujer estadounidense condenada por matar a su madre y meter su cadáver en una maleta en un hotel de Bali ha sido deportada de Indonesia a Estados Unidos. Heather Mack, que llegó a ser conocida como la asesina de la maleta, abandonó el país con su hija de seis años, Stella, a la que dio a luz mientras estaba encarcelada.
El par caminó de la mano por el aeropuerto internacional Ngurah Rai de Bali mientras un numeroso grupo de seguridad las escoltaba hasta la puerta de embarque.
Mack, de 26 años, y su exnovio Tommy Schaefer fueron condenados por matar a la madre de Mack, Sheila von Wiese-Mack, una acaudalada mujer de la alta sociedad, y esconder su cuerpo en una maleta en 2014. La maleta fue descubierta en la cajuela de un taxi que se encontraba estacionado fuera del lujoso St Regis Bali Resort.
El asesinato generó titulares en todo el mundo.
En el momento del asesinato, Mack tenía 19 años y estaba embarazada de Stella. Su hija pasó sus dos primeros años de vida en la cárcel con su madre, hasta que fue llevada al cuidado de una persona amiga de Mack.
Inicialmente fue condenada a 10 años de prisión en Indonesia, pero fue liberada tras siete años y dos meses por buen comportamiento. Su exnovio, Schaefer, fue condenado a 18 años y sigue encarcelado. Desde entonces ha sido hospitalizado por covid y tuberculosis.
Stella fue llevada a reencontrarse con su madre al aeropuerto. La niña se había quedado al cuidado de una persona amiga de Mack hasta que ésta salió de la prisión.
Según The Daily Mail, el jefe del Ministerio de Derecho y Derechos Humanos de Bali, Jamaruli Manihuruk, afirmó que Mack quería intentar dejar a su hija en Bali, pero su petición fue finalmente denegada.
“No puede dejar a su hija”, indicó.
Según la abogada de Mack, ella quería que su hija se quedara en Indonesia para protegerla de la atención de los medios de comunicación estadounidenses, y de su delito.
“Estoy temerosa y nerviosa de volver a Chicago. No me preocupa la idea de que la gente no entienda la tragedia por mí. Pero estoy nerviosa por [mi hija] Stella”, declaró al New York Post. “Tengo miedo de que, si vuelve a Estados Unidos conmigo, se vea expuesta a lo que ocurrió”.
Dijo que no quería que “nadie [pusiera] una cámara en la cara de Stella” y que esperaba “proteger a Stella de ese trauma”.
A pesar de sus súplicas, se vio obligada a llevarse a Stella debido a los requisitos de la ley indonesia.
“Los menores deben ir acompañados de sus madres cuando éstas son deportadas. No hay ninguna política que permita a una madre dejar a su hijo menor de edad aquí”, informó un alto funcionario de Bali.
Mack se reasentará en su ciudad natal, Chicago.