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Israel insiste en mantener tropas en Gaza, complicando las negociaciones de tregua con Hamás.

Tia Goldenberg
Miércoles, 09 de julio de 2025 16:02 EDT
ISRAEL-GAZA-CORREDOR
ISRAEL-GAZA-CORREDOR (AP)

A medida que Israel y Hamás se acercan a un acuerdo de alto el fuego, Tel Aviv dice que quiere mantener tropas en un corredor sur de la Franja de Gaza, una condición que podría descarrilar las conversaciones.

Un funcionario israelí dijo que un tema pendiente en las negociaciones es el deseo de Israel de mantener a sus fuerzas en el territorio durante una tregua de 60 días, incluido el eje este-oeste que Tel Aviv denomina el corredor de Morag. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con los medios sobre las negociaciones.

Mantener una presencia en el corredor de Morag es un elemento clave en el plan de Israel para trasladar a cientos de miles de palestinos al sur, hacia una estrecha franja de tierra a lo largo de la frontera con Egipto, en lo que ha denominado una “ciudad humanitaria”.

Los críticos temen que la medida sea un precursor de la reubicación forzada de gran parte de la población de Gaza, de aproximadamente 2 millones de personas, que forma parte de los planes del gobierno israelí para mantener un control duradero sobre el territorio.

Hamás, que aún retiene a docenas de rehenes y se niega a los llamados de Israel a rendirse, quiere que Tel Aviv retire todas sus tropas como parte de cualquier tregua permanente. Se opone firmemente a cualquier presencia israelí duradera dentro de Gaza.

Como parte de la tregua propuesta, Israel y Hamás cesarían el fuego durante 60 días, durante los cuales se liberaría a algunos rehenes y entraría más ayuda a Gaza.

Las exigencias previas de Israel para mantener tropas en un corredor separado detuvieron durante meses el avance de un acuerdo de alto el fuego.

La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu declinó comentar sobre cómo el corredor de Morag influía en las conversaciones. Netanyahu estuvo en Washington esta semana para hablar del alto el fuego y otros asuntos con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha instado a ambas partes a poner fin a la guerra.

Hamás dijo el miércoles por la noche en un comunicado que la retirada de tropas israelíes de Gaza era uno de los puntos conflictivos pendientes en las conversaciones, sin mencionar específicamente a Morag.

El corredor de Morag es uno de los tres que dividen Gaza

Durante su campaña de 21 meses en Gaza, las fuerzas israelíes han tomado amplias franjas de terreno que incluyen tres corredores este-oeste que han dividido el enclave palestino.

En abril, el ejército israelí tomó el corredor de Morag, llamado así por un asentamiento judío que existía en Gaza antes de que Israel se retirara del territorio en 2005.

El sitio, ubicado entre Rafah, la ciudad más al sur de Gaza, y Jan Yunis, su segunda ciudad más grande, se extiende unos 12 kilómetros (7 millas) desde Israel hasta la costa mediterránea y tiene aproximadamente un kilómetro (media milla) de ancho.

En aquel momento, Netanyahu dijo que era parte de una estrategia para “aumentar la presión paso a paso” sobre Hamás.

Netanyahu llamó a Morag un “segundo Filadelfi”, refiriéndose a otro corredor a lo largo de la frontera de Gaza con Egipto. Israel ha insistido repetidamente en que debe mantener el control de Filadelfi para evitar el contrabando de armas a través de la frontera. Egipto niega que haya un tráfico de armamento a través de su territorio.

Desde el colapso del más reciente alto el fuego en marzo, Israel también ha reafirmado el control del corredor de Netzarim, que corta el tercio norte de Gaza del resto del territorio y que utilizó para evitar que los palestinos regresaran al norte del enclave antes de la más reciente tregua.

Hasta el momento, no está claro cómo influye en las negociaciones de alto el fuego la presencia de tropas israelíes en los corredores de Netzarim y Filadelfi.

Morag permite a Israel poner en marcha su plan de traslado de la población

En los hechos, la presencia en Morag ha asilado el área de Rafah del resto de Gaza.

Rafah, que alguna vez fue una ciudad con decenas de miles de habitantes, actualmente está casi arrasada y vacía tras las órdenes de evacuación israelíes.

Con esas condiciones, Israel dice que busca convertir el área en una “zona estéril” libre de militantes de Hamás, donde quiere trasladar a cientos de miles de palestinos a una “ciudad humanitaria”.

La mayoría de la población de Gaza ya ha sido desplazada varias veces a lo largo de la guerra y hacinada en áreas cada vez más pequeñas. Para los grupos de derechos humanos, las nuevas medidas para que se dirijan al sur equivalen a un desplazamiento forzado.

La idea de Israel es usar Morag como una zona de control para los palestinos que se trasladen al sur, con el fin de evitar que Hamás infiltre el área, según Kobi Michael, un investigador de alto nivel de dos grupos de expertos, el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional y Misgav. Eso permitiría que las tropas israelíes operen más al norte sin que los civiles palestinos queden atrapados en el fuego cruzado, dijo.

Un no rotundo para Hamás

Michael dijo que la medida podría permitir que Israel aumente la presión sobre Hamás, y posiblemente derrotarlo, en el norte de Gaza, donde la guerra de guerrillas sigue causando problemas a las tropas israelíes. Y eso, agregó, podría sentar las bases para el fin de la guerra, que Israel ha jurado continuar hasta que Hamás sea destruido.

Pero los críticos dicen que el plan de trasladar a los palestinos al sur allana el camino para su expulsión del territorio y para que Israel afirme su control sobre él, una prioridad para los poderosos socios de gobierno de extrema derecha de Netanyahu.

El primer ministro israelí ha dicho que cualquier salida sería “voluntaria”. Pero los palestinos y los grupos de derechos humanos temen que concentrar a la población en un área duramente golpeada por la guerra con poca infraestructura crearía condiciones catastróficas que dejarían a los palestinos sin otra opción que irse.

Michael Milshtein, un experto israelí en asuntos palestinos y ex oficial de inteligencia militar, calificó el plan de trasladar a los palestinos al sur a través del corredor de Morag como una “alocada fantasía”. Dijo que las negociaciones actuales podrían desmoronarse debido a la demanda israelí, ya que le indica a Hamás que Israel no tiene la intención de retirar a sus fuerzas después de que expire el alto el fuego, algo que Hamás no aceptará.

“Para Hamás, es un no rotundo”, dijo. “Si esos son los términos, no preveo que Hamás acepte”.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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