Fin del bloqueo de las comunicaciones en Gaza aviva la esperanza de reanudar reparto de ayuda

Najib Jobain,Samy Magdy,David Rising
Sábado, 18 de noviembre de 2023 04:10 EST

El servicio de internet y telefonía se restableció parcialmente el sábado en la Franja de Gaza tras un apagón en las telecomunicaciones que había obligado a Naciones Unidas a suspender la entrega de ayuda humanitaria crítica al no poder coordinar los convoyes.

Además, un ataque aéreo israelí alcanzó un edificio residencial a las afueras de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, y mató a al menos 26 palestinos, según un médico del hospital al que fueron trasladados los cuerpos.

Al principio de la guerra, Israel instó a los civiles a marcharse del norte del sitiado enclave, el objetivo de su ofensiva terrestre, pero no ha dejado de bombardear la zona de evacuación del sur, donde se encuentra Jan Yunis.

Israel ha insinuado que planea ampliar su campaña hacia el sur mientras continúa con sus operaciones en el norte, incluyendo en la Ciudad de Gaza, donde los soldados continuaban registrando el hospital más grande del territorio, el de Shifa, en busca de pistas del centro de mando de Hamás que las autoridades israelíes afirman que está debajo del complejo hospitalario. Tanto el grupo insurgente como el personal del hospital niegan esa afirmación.

En Jan Yunis, el ataque de primera hora del sábado alcanzó Hamad City, una urbanización de clase media construida en los últimos años con financiación qatarí. Además de los 26 muertos, 20 personas más resultaron heridas, explicó el doctor Nehad Taeima en el hospital Nasser.

Israel no suele realizar comentarios sobre ataques individuales y se limita a decir que está atacando a Hamás y tratando de evitar los daños a la población civil. Muchos de sus ataques se han cobrado la vida de mujeres y niños.

La guerra, que está en su séptima semana, estuvo provocada por el letal ataque de Hamás sobre el sur de Israel el 7 de octubre, en el que los insurgentes mataron a más de 1.200 personas, en su mayoría civiles, y capturaron a unos 240 hombres, mujeres y niños como rehenes.

Desde el inicio del conflicto han fallecido más de 11.470 palestinos, de los cuales dos tercios eran mujeres y mejores, según las autoridades de salud palestinas. Otras 2.700 más han sido dadas por desaparecidas y se cree que están sepultadas bajo los escombros. El conteo oficial no diferencia entre las víctimas civiles y combatientes, e Israel sostiene que ha matado a miles de insurgentes.

Naciones Unidas advirtió que los 2,3 millones de habitantes de la Franja enfrentan una grave escasez de comida y agua, pero no estuvo claro de inmediato si su agencia para los refugiados palestinos, UNRWA, podría reanudar la entrega de ayuda que tuvo que paralizar el viernes.

El proveedor telecomunicaciones palestino dijo que pudo reactivar sus generadores con el combustible donado por la UNRWA. El final del apagón supuso el regreso de las noticias y los mensajes de reporteros y activistas en el asediado enclave a sus perfiles en las redes sociales desde el viernes en la noche.

La principal central eléctrica de Gaza cerró al principio de la guerra e Israel ha cortado el suministro de electricidad. Esto hace que se necesite combustible para alimentar los generadores que hacen funcionar no solo las redes de comunicación, sino también las planas de tratamiento de agua, el saneamiento, los hospitales y otra infraestructura crítica.

Israel ha prohibido la entrada de combustible desde el inicio de la guerra alegando que Hamás podría desviarlo para fines militares. También ha bloqueado la entrada de alimentos, agua y otros suministros, a excepción del goteo que llega a través de la frontera con Egipto, que según los cooperantes es mucho menos de lo necesario.

En adelante, Israel ha dicho que permitirá la entrada de 10.000 litros (2.642 galones) de combustible cada día para el funcionamiento de las comunicaciones, según el Departamento de Estado de Estados Unidos. Además, Israel accedió el vienes — a pedido estadounidense — a permitir una partida diaria “muy mínima” para causas humanitarias, indicó el asesor israelí de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi. El COGAT, el departamento del ejército israelí encargado de los asuntos palestinos, apuntó que la ONU recibirá diariamente 60.000 litros (15,850 galones).

Pero esto es apenas el 37% del combustible que necesita la UNRWA para mantener sus operaciones humanitarias, incluyendo el reparto de alimentos y el mantenimiento de los generadores de hospitales y plantas de saneamiento y agua, dijo la ONU.

Gaza ha recibido apenas el 10% de los alimentos que necesita a diario en los convoys que llegan desde Egipto, de acuerdo con la ONU, y el colapso del sistema de agua ha obligado a la mayoría de la población a tomar agua contaminada, lo que ha causado a su vez un brote de enfermedades.

La deshidratación y la desnutrición van en aumento y casi todos los residentes necesitan comida, de acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos de la ONU.

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Magdy informó desde El Cairo, Egipto, y Rising desde Bangkok, Tailandia.

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