Entre protestas por ChatGPT, algunos maestros lo invitan
La aparición de ChatGPT ha sembrado el pánico entre algunos docentes, que temen que los alumnos utilicen este chatbot dotado de Inteligencia Artificial para escribir sus ensayos y hacer trampas en los trabajos escolares
Bajo las luces fluorescentes de un salón de clases de quinto grado en Lexington, Kentucky, Donnie Piercey dijo a sus 23 alumnos que intentaran burlar al “robot” que producía tareas escritas.
El robot al que se refería era la nueva herramienta de Inteligencia Artificial ChatGPT, que en segundos puede generar de todo, desde ensayos y haikus hasta exámenes escritos finales. La tecnología ha aterrorizado a los docentes y ha llevado a los distritos escolares a bloquear el acceso al sitio. Sin embargo, Piercey, quien lo enfoca de otra manera, lo ha adoptado como una herramienta de enseñanza y dice que su trabajo es preparar a los estudiantes para un mundo donde el conocimiento de Inteligencia Artificial (IA) será un requisito.
“Esto es el futuro”, apuntó Piercey, quien describe a ChatGPT como apenas la tecnología más reciente en sus 17 años de enseñanza que genera preocupaciones por las posibilidades de hacer trampa. La calculadora, el corrector ortográfico, Google, Wikipedia, YouTube. Ahora todos sus alumnos tienen Chromebooks en sus pupitres. “Como docentes, todavía no descubrimos la mejor manera de usar la inteligencia artificial. Pero ahí viene, la queramos o no”.
Un ejercicio en su clase enfrentó a los estudiantes con la máquina en un juego de escritura animado e interactivo. Piercey pidió a los estudiantes que “Encontraran al bot”. Cada estudiante resumió un texto sobre Muhammad Ali, campeón de boxeo e ídolo de Kentucky, y luego trataron de averiguar cuál había sido escrito por el chatbot.
En el ámbito de la escuela primaria, Piercey está menos preocupado por las trampas y el plagio que los docentes de secundaria. Su distrito ha bloqueado a los estudiantes de ChatGPT, pero permite el acceso de los docentes. Muchos educadores de todo el país dicen que los distritos necesitan tiempo para evaluar y descifrar al chatbot, pero también reconocen la futilidad de una prohibición que los estudiantes de hoy, expertos en tecnología, pueden sortear.
“Para ser perfectamente honesto, ¿desearía que pudiera ser ‘desinventado’? Sí. Pero ocurrió”, dijo Steve Darlow, entrenador de tecnología en las escuelas del condado de Santa Rosa, Florida, quien ha bloqueado la aplicación en los dispositivos y las redes proporcionados por la escuela.
Él considera el advenimiento de las plataformas de IA como “revolucionarias y disruptivas” para la educación. Imagina a docentes que piden a ChatGPT que haga “planes de lecciones increíbles para un (maestro) suplente” o incluso para ayudar a calificar trabajos. “Sé que es una charla idealista, pero esto es un verdadero parteaguas. Vas a tener una ventaja en la vida, los negocios y la educación al usarlo”.
ChatGPT se convirtió rápidamente en un fenómeno mundial tras su lanzamiento en noviembre, y las empresas rivales, incluida Google, compiten para lanzar sus propias versiones de chatbots impulsados por IA.
El tema de las plataformas de IA y cómo deberían responder las escuelas atrajo a cientos de educadores a las Conferencias sobre el Futuro de la Tecnología de la Educación en Nueva Orleans el mes pasado, donde Heather Brantley, profesora de matemática en Texas, dio una charla entusiasta sobre la “Magia de Escribir con IA Para Todas las Materias”.
Brantley dijo que estaba sorprendida por la capacidad de ChatGPT para hacer que sus lecciones de matemática de sexto grado fueran más creativas y aplicables a la vida cotidiana.
“Estoy usando ChatGPT para mejorar todas mis lecciones”, dijo en una entrevista. La plataforma está bloqueada para los estudiantes, pero abierta para los docentes de su escuela, White Oak Intermediate. “Tome cualquier lección que esté preparando y diga: ‘Dame un ejemplo del mundo real’, y obtendrá ejemplos de hoy, no de hace 20 años cuando se escribieron los libros de texto que estamos usando”.
Para una lección sobre plano inclinado, el chatbot sugirió que los estudiantes construyeran rampas con cartón y otros elementos que se encuentran en un aula y luego midieran la pendiente. Para enseñar sobre el área de superficie, el chatbot señaló que los estudiantes de sexto grado verían cómo el concepto se aplica a la vida real al envolver regalos o construir una caja de cartón, dijo Brantley.
Ella insta a los distritos a capacitar al personal en el uso de la plataforma de IA para estimular la creatividad de los estudiantes y su capacidad para resolver problemas. “Tenemos la oportunidad de guiar a nuestros estudiantes en el próximo gran avance que será parte de toda su vida. No lo bloqueemos y los excluyamos”.
Los estudiantes de la clase de Piercey dijeron que la novedad de trabajar con un chatbot hace que el aprendizaje sea divertido.
Después de algunas rondas de “Encuentra al Bot”, Piercey preguntó a su clase qué habilidades les ayudó a perfeccionar. Las manos se dispararon. “Cómo resumir y escribir correctamente las mayúsculas en las palabras y usar comas”, dijo un estudiante. Siguió una discusión animada sobre la importancia de desarrollar una voz en la escritura y cómo algunas de las oraciones del chatbot carecían de estilo o sonaban forzadas.
Trevor James Medley, de 11 años, sintió que las oraciones escritas por los estudiantes “tienen un poco más de sentimiento. Más sustento. Más sabor”.
A continuación, la clase se dedicó a la dramaturgia, o como lo llamó la hoja de trabajo que les dio Piercey: “Escritura de Dramaturg-IA”. Los estudiantes se dividieron en grupos y describieron (con papel y lápiz) los personajes de una obra de teatro corta con tres escenas que se desarrollarían en una trama que incluía un problema que debe ser resuelto.
Piercey ingresó detalles de las hojas de trabajo en el sitio de ChatGPT, junto con instrucciones para plantear las escenas dentro de un salón de clases de quinto grado y agregar un final sorpresivo. Línea por línea, generó guiones completamente formados que los estudiantes editaron, ensayaron brevemente y después interpretaron.
Uno era sobre una computadora de clase que se escapa y los estudiantes van de cacería para encontrarla. Los creadores de la obra se rieron de los giros inesperados de la trama que introdujo el chatbot, como mandar a los estudiantes a una aventura de viajes en el tiempo.
“En primer lugar, me impresionó”, dijo Olivia Laksi, de 10 años, una de las protagonistas. Le gustó cómo se le ocurrieron ideas creativas al chatbot. Pero también le gustó cómo Piercey los instó a cambiar todas las frases y la dirección escénica que no les gustaran. “Es útil en el sentido de que te da un punto de partida. Es un buen generador de ideas”.
Ella y su compañera de clase Katherine McCormick, de 10 años, dijeron que ven los pros y contras de trabajar con chatbots. Pueden ayudar a los estudiantes a superar el bloqueo del escritor y ayudar a quienes tienen problemas para articular sus pensamientos en el papel. Y no hay límite para la creatividad que pueden añadir al trabajo en clase.
Los alumnos de quinto grado no parecían ser conscientes de la hipérbole o controversia que rodea a ChatGPT. Para estos niños, que crecerán como los primeros usuarios nativos de IA del mundo, su enfoque es simple: utilícelo para sugerencias, pero haga su propio trabajo.
“No deberías aprovecharte de eso”, dice McCormick. “No estás aprendiendo nada si le das una orden de lo que quieres y te da la respuesta”.
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La periodista de The Associated Press Sharon Lurye, en Nueva Orleans, contribuyó para este reportaje.
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