China envía a casa a universitarios tras protestas COVID
Varias universidades chinas envían a casa a sus alumnos mientras el Partido Comunista, que gobierna el país, estrecha sus medidas contra el virus y trata de impedir más protestas después de que multitudes enojadas por las restricciones contra el COVID-19 reclamaran la renuncia del presidente, Xi Jinping, en la mayor muestra de disidencia pública en décadas
Las universidades chinas enviaron a los estudiantes a casa y la policía se desplegó en Beijing y Shanghái para evitar más protestas el martes después de que multitudes enojadas por las severas restricciones contra el coronavirus pidieron la renuncia del presidente Xi Jinping en la mayor muestra de disidencia pública en décadas.
Las autoridades han aliviado algunos controles después de las manifestaciones en al menos ocho ciudades en China continental y Hong Kong, pero no mostraron signos de dar marcha atrás en su estricta estrategia “cero-COVID” que ha confinado a millones de personas en sus hogares durante meses. Las autoridades han detenido a un número indeterminado de personas e intensificado la vigilancia.
Con la policía desplegada, no hubo noticias de protestas el martes en Beijing, Shanghái u otras ciudades importantes que vieron multitudes congregadas el fin de semana. Estas manifestaciones no tienen precedentes desde que el ejército aplastó el movimiento de 1989 en apoyo a la democracia liderado por estudiantes centrado en la Plaza Tiananmen de Beijing.
Un grupo mucho más pequeño se reunió en una universidad en Hong Kong el martes para protestar por las restricciones del virus.
Mientras tanto, la Universidad Tsinghua de Beijing, donde los estudiantes se manifestaron durante el fin de semana, y otras escuelas en la capital y la provincia sureña de Guangdong dijeron que estaban protegiendo a los estudiantes contra el COVID-19 enviándolos a casa.
El lunes se relajaron algunas restricciones contra el virus en un posible intento de calmar el descontento tras las protestas del fin de semana en al menos ocho ciudades. Pero el partido en el gobierno mantenía su estrategia de “cero COVID” para aislar todos los positivos.
Algunas universidades organizaron autobuses para que llevaran a los alumnos a estaciones de tren. Señalaron que las clases y exámenes finales se realizarían a través de internet.
“Nos encargaremos de que los estudiantes dispuestos vuelvan a sus localidades de origen”, dijo la Universidad Forestal de Beijing en su sitio web. Señaló que todos sus profesores y alumnos habían dado negativo en el virus.
Las autoridades han ordenado pruebas masivas e impuesto otros controles en distintos lugares del país tras un repunte de los contagios. Pero la iniciativa de dispersar a los estudiantes era inusual en un momento en el que muchas ciudades desaconsejaban los viajes e imponían controles sobre los desplazamientos.
En Hong Kong, unos 50 estudiantes de China continental protestaron el lunes en la Universidad China de Hong Kong, una muestra de apoyo a las personas en el territorio continental. Encendieron velas y corearon “¡No a las pruebas PCR, sino libertad!” y “¡Opónganse a la dictadura, no sean esclavos!”.
Ese acto, y otro similar en un distrito de negocios de Hong Kong, eran las protestas más grandes en el territorio chino desde que se introdujeron nuevas normas impuestas para aplastar un movimiento prodemocracia hace algo más de un año.
La política de “cero COVID” ha ayudado a China a mantener sus cifras de contagios más bajas que en Estados Unidos y otros países grandes. Pero las medidas han ido perdiendo apoyo del público después de confinamientos de hasta cuatro meses en algunos lugares, donde la gente dijo que tenía un acceso irregular a medicamentos y comida.
El Partido Comunista Chino prometió el mes pasado reducir las interferencias en la vida cotidiana y ajustar las normas de cuarentena y otras medidas. Pero un repunte en las infecciones ha obligado a las ciudades a estrechar controles, lo que aviva la frustración de la gente.
La mayoría de los manifestantes protestaba contra las restricciones excesivas, aunque algunos dirigieron su indignación a Xi, el líder más poderoso del país, al menos desde la década de 1980. En un video que fue verificado por The Associated Press, una multitud en Shanghái coreó el sábado “¡Xi Jinping! ¡Renuncia! ¡PCC! ¡Renuncia!”.