¿Dónde está Loan? Lo que sabemos de la desaparición de un niño de cinco años que ha conmocionado a Argentina
La última vez que familiares y amigos vieron al niño de 5 años de edad fue cuando recolectaba naranjas en la finca de su abuela paterna; el infante estaba acompañado de sus primos y un tío
Era una tarde apacible en familia. Loan Danilo Peña, de 5 años de edad, colaboraba en una actividad tradicional para la familia: la colecta de naranjas. Era 13 de junio y el menor estaba acompañado de primos y un tío, en la provincia de Corrientes, en Argentina.
Todo iba viento en popa hasta que el menor se alejó unos 600 metros del naranjo y, simplemente, desapareció. La familia del menor acababa de terminar su almuerzo, cuando se impresionaron por lo alarmante de la noticia.
El recuerdo de aquella comida quedó registrado en una fotografía que compartió la tía del pequeño y que, rápidamente, adquirió popularidad en las redes sociales. Las consignas de los internautas fueron cada vez más constantes, al grado de que el hashtag #DóndeEstáLoan adquirió popularidad en las tendencias de X (antes Twitter) en los últimos días.
El caso adquirió gran relevancia en los medios de comunicación de dicha nación latinoamericana.
Una semana después de que ocurrió la presunta desaparición, las autoridades emprendieron una búsqueda exhaustiva. La Policía recorrió montes, barrancos e, inclusive, pantanos, donde no detectaron rastro alguno del menor. Las imágenes fueron difundidas por la prensa argentina.
Fue hasta principios de la semana del 24 de junio que, agentes caninos, detectaron el rastro de olor de Peña en dos autos pertenecientes a una pareja que había asistido al almuerzo en la finca de la abuela paterna del niño.
Se trataba de un exmilitar y una funcionaria del gobierno municipal. Esta última también era amiga de la abuela, la dueña de la vivienda. El caso dio un giro cuando, los fiscales del caso procesaron al capital de la Marina en retiro, Carlos Pérez, quien orquestó la captura del menor y utilizó las conexiones de su cónyuge, María Victoria Caillava, para llevar a cabo su plan criminal.
Peña habría sido entregado a una red de trata de personas.
Cabe mencionar que, uno de los tíos que llevó al pequeño a la zona de colecta de naranjas, también fue vinculado por ser “partícipe primario” en el crimen. Asimismo, el comisario Walter Maciel fue acusado de encubrir el crimen, al plantar un supuesto zapato del niño en un campo aledaño a unos tres kilómetros de la finca. Eso habría despistado a las autoridades entorpeciendo la búsqueda.
Hasta ahora, las investigaciones siguen su curso; sin embargo, la hipótesis más cercana apunta a que, Pérez y Caillava, llevaron a Peña en otro vehículo hasta un lugar conocido como Chaco y entregaron al menor.
El Ministerio de Seguridad de Argentina ya ha dotado de recursos a sus agencias de seguridad para dar con el paradero del infante.
Algunos estudiosos de religiones y cultos han referido que, en una de las confesiones de la abuela de Peña, ella anticipó que “mataría a dos pollos para San Antonio”. Según especulaciones, en la religión espiritista umbanda, San Antonio es Bara, una fuerza energética a la que se le hacen ofrendas u ofrecen sacrificios.
Esta última versión no ha podido ser comprobada.