Denuncian que aliados de Johnson intentan bloquear investigación del "partygate"
Una comisión de legisladores británicos fustiga a los aliados de Boris Johnson en el Parlamento por tratar de bloquear su investigación de si el ex primer ministro mintió acerca de las fiestas realizadas en sus oficinas durante la pandemia de coronavirus, en violación de la cuarentena vigente
Una comisión de legisladores británicos fustigó el jueves a los aliados de Boris Johnson en el Parlamento por tratar de bloquear su investigación de si el ex primer ministro mintió acerca de las fiestas realizadas en sus oficinas durante la pandemia de coronavirus, en violación de la cuarentena vigente.
La Comisión de Privilegios de la Cámara de los Comunes dijo que dirigentes conservadores y ministros del gabinete de Johnson “asumieron la tarea de socavar gestiones de la Cámara de los Comunes”.
Dijo que aliados de Johnson —entre ellos, la exsecretaria de Cultura, Nadine Norries, y el expresidente de la Cámara, Jacob Rees-Mogg— lanzaron “ataques estrepitosos” contra la comisión en redes sociales, radio y televisión. Entre los foros de los ataques se destacaron los programas presentados por Dorries y Rees-Mogg en un canal noticioso de derecha, según la comisión.
Ellos y otros legisladores calificaron la investigación ética de Johnson de “farsa judicial” y “cacería de brujas”, los mismos términos que emplea el ex primer ministro.
Entre los ocho aliados de Johnson denunciados en el informe está Zac Goldsmith, miembro de la Cámara de los Lores y alto funcionario de la secretaría del Exterior.
La comisión, integrada por cuatro conservadores y tres miembros de partidos opositores, dijo que la finalidad de esas declaraciones era “frustrar la intención de la Cámara de que se lleve a cabo la investigación o impedir que la investigación llegue a una conclusión indeseada por los detractores”.
Semanas atrás, la comisión dijo en un informe lapidario sobre la conducta de Johnson en el escándalo “partygate” que el entonces primer ministro mintió acerca de las fiestas que violaban la cuarentena y fue cómplice de una campaña para intimidar a los que investigaban su conducta.
La comisión dijo que las acciones de Johnson constituían una violación tan flagrante de las normas que merecían una suspensión de 90 días del Parlamento, aunque él evitó esa ignominia al renunciar, ya que un legislador le avisó sobre las conclusiones de la comisión.
La semana pasada, la Cámara de los Comunes ratificó el informe de la comisión por 354 votos contra siete.
La comisión no tiene el poder de sancionar a los legisladores a los que acusó de intimidación el jueves: solo la cámara en pleno puede hacerlo. Presentó una moción de que “los miembros de esta Cámara no deben impugnar la integridad de la Comisión ni sus miembros ni tratar de cabildear o intimidar a esos miembros ni alentar a otros para que lo hagan”.
“Corresponderá a la Cámara determinar qué medidas toma, si toma alguna, con respecto a los Miembros de la Cámara a los que se refiere este informe especial”.