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Ataque con drones rusos en Polonia expone vulnerabilidades de la OTAN

Emma Burrows
Jueves, 11 de septiembre de 2025 14:17 EDT
POLONIA-DRONES RUSOS
POLONIA-DRONES RUSOS (AP)

Durante más de tres años, Ucrania ha librado una batalla casi cada noche contra los drones de ataque rusos. La OTAN experimentó una muestra de esa lucha el miércoles.

Las autoridades polacas dijeron haber detectado 19 violaciones de su espacio aéreo, lo que provocó una respuesta de millones de dólares: se desplegaron aviones de combate y se pusieron en alerta los sistemas de defensa aérea Patriot. Hasta cuatro drones fueron derribados con la ayuda de los aliados de la OTAN.

La incursión, que duró varias horas, demostró la vulnerabilidad de la alianza ante los ataques bélicos con drones. Las autoridades rusas dijeron que no atacaron a Polonia, y Bielorrusia, un aliado cercano de Moscú, mantuvo que algunos drones “perdieron su rumbo” porque su señal fue interferida. No obstante, varios líderes y expertos europeos apuntaron que Polonia fue un objetivo deliberado.

Si uno o dos drones hubieran cruzado el espacio aéreo polaco, podría haber sido una “falla técnica”, pero “es inimaginable que pudo haber sido accidental” cuando fueron 19, declaró Radek Sikorski, el ministro de Asuntos Exteriores de Polonia.

Si bien es difícil demostrar la intención, “que varios hayan perdido su ruta empieza a parecer bastante deliberado”, coincidió Thomas Withington, experto en guerra electrónica del Instituto Real de Servicios Unidos, un grupo de expertos en investigación de defensa, seguridad y asuntos internacionales con sede en Londres.

Un objetivo, sugirió, podría haber sido poner a prueba la reacción y la capacidad de respuesta de la OTAN ante los drones.

Confusión y sospechas

Desde enero, Rusia ha disparado al menos 35.698 drones de ataque contra Ucrania, según un análisis de The Associated Press de datos de la fuerza aérea ucraniana.

El espacio aéreo polaco ha sido violado en múltiples ocasiones desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022. Fragmentos de misiles ucranianos causaron la muerte de dos personas en Polonia en 2023, mientras que varios drones se han adentrado en Polonia, Rumania y Moldavia, así como en los países bálticos: Letonia, Lituania y Estonia.

Pero hasta el miércoles, ningún país de la OTAN había sufrido múltiples incursiones en su espacio aéreo. Fue la primera vez que el poder aéreo de la OTAN se enfrentó a objetivos enemigos dentro de un país miembro de la alianza.

Se hallaron fragmentos de drones a unos 554 kilómetros (344 millas) al interior del territorio polaco, una distancia mayor que en cualquier incursión anterior.

Aún queda mucho por aclarar, y por ahora, la OTAN se mantiene cautelosa. “Aún no sabemos si se trató de un acto deliberado o no deliberado”, declaró el jueves el general estadounidense Alexus Grynkewich, comandante supremo aliado de la OTAN en Europa.

“Hoy no podría decir con certeza si fueron 20 (drones) o 10. Solo tenemos que profundizar en los detalles técnicos para determinar eso; tomar el reporte de las tripulaciones que estuvieron en el aire, saber qué vieron, etcétera”, agregó.

Es difícil, “sin pruebas fehacientes”, determinar si Moscú realmente pretendía lanzar los drones al interior de Polonia, dijo Ash Alexander-Cooper, excomandante militar especializado y vicepresidente de Dedrone, una empresa que produce tecnología para detectar y neutralizar las amenazas de los drones.

Sin embargo, con base en lo que se sabe sobre los drones rusos y cómo responden a la guerra electrónica, los expertos que hablaron con la AP dijeron que era muy posible que las incursiones fueran deliberadas.

Guerra electrónica

Hay dos maneras clave de neutralizar la mayoría de los drones: ya sea derribarlos o mediante alteraciones de sus señales electrónicas.

Las interferencias (“jamming”) y la suplantación (“spoofing”) son las principales formas de hacerlo. La interferencia interrumpe la conexión del dron con un sistema de navegación por satélite, mientras que la suplantación lo engaña y le hace creer que está en otro lugar.

Si la señal del dron hubiera sido interferida, ya sea por Ucrania o por Polonia, hubiera aterrizado o volado de regreso a su punto de origen en Rusia o Bielorrusia, dijo Withington.

Si su señal hubiera sido suplantada, podría haberse desviado de su curso, estrellarse o aterrizar.

Si la señal del dron fuera suplantada, intentar interferirla podría, de hecho, “empeorar el problema”, explicó Alexander-Cooper. Interferir un dron normalmente lo manda de regreso a casa, pero Rusia ahora programa algunos drones para que su “casa” sea en realidad su objetivo, así que, si se cortan las comunicaciones por satélite, los drones continúan hacia sus blancos.

Los drones militares también cuentan con unidades de navegación inercial, que utilizan correcciones de posición previas y giroscopios para marcar la posición del dron con respecto a la Tierra para que continúe su vuelo sin señales de satélite ni radio.

En ese caso, los drones solo podrían haber penetrado profundamente en el espacio aéreo polaco si Rusia les hubiera asignado una “misión” específica, expuso Withington.

Aviones de millones de dólares, drones baratos

Es “difícil causar una disrupción” electrónica a los drones de ataque rusos —conocidos como Shaheds—, dijo Alexander-Cooper, y por ello, la OTAN envió aviones de combate para derribarlos.

Se desplegaron aviones de combate F-35 y F-16 y helicópteros Black Hawk, así como helicópteros MI-24 y MI-17 de diseño soviético, informó el Ministerio de Defensa polaco. Los sistemas de defensa antimisiles Patriot alemanes en Polonia también fueron puestos en alerta.

La respuesta, sugirió Alexander-Cooper, fue económicamente desproporcionada a la amenaza.

“Disparar misiles de un millón de dólares ... no es un modelo económico que pueda sostenerse” contra drones que cuestan decenas de miles de dólares, refirió.

El general Wiesław Kukuła, comandante general de las Fuerzas Armadas de Polonia, declaró a la televisión polaca que el costo era otro tema. “Lo que importa es el valor de lo que este dron puede destruir. Si se trata de una vida polaca, no tiene precio”, dijo.

Si nos enfrentamos a enjambres de drones como los de Ucrania, no habría “suficientes aviones en la flota de la OTAN... con bastantes misiles o interceptores para realizar el trabajo”, agregó Alexander-Cooper. Eso también requeriría poner en peligro a pilotos de aviones de combate cuya disponibilidad es limitada y cuya capacitación es costosa, apuntó.

Innovación en drones

Rusia y Ucrania han desarrollado rápidamente nuevos drones, tecnología y tácticas.

Desde 2024, Rusia ha combinado drones señuelo sin carga útil entre los Shaheds armados para saturar las defensas aéreas ucranianas, que no pueden distinguir fácilmente entre ambos tipos.

Moscú también tiene la capacidad de conectar una cadena de drones para rebotar una señal y ampliar el alcance de otro, explicó Fabian Hinz, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres.

En junio, durante la Operación Telaraña, Ucrania utilizó drones que despegaron desde camiones para destruir aviones de guerra rusos valorados en millones de dólares en el interior del país. El servicio de seguridad ucraniano afirmó que utilizó inteligencia artificial para pilotar parcialmente los drones a lo largo de una ruta planificada en caso de que perdieran la señal.

En las líneas del frente, tanto Rusia como Ucrania utilizan drones de fibra óptica para vigilancia y ataque. Es imposible interferirlos electrónicamente ya que están conectados al operador mediante un cable de fibra óptica largo y delgado.

La OTAN contra los drones

Cada noche, Ucrania derriba la mayoría de los drones de ataque rusos, según datos de su fuerza aérea, pero incluso uno o dos pueden causar graves daños.

Tras la incursión del miércoles, las autoridades polacas informaron que se encontraron fragmentos de drones en 16 lugares. Esto podría sugerir que varios de los aparatos escaparon.

El hecho de que algunos drones pudieran adentrarse tan profundamente en el espacio aéreo polaco es un indicio de que “quizás, en algún lugar, la capacidad de detección fue insuficiente”, destacó Withington.

Las defensas aéreas actuales de la OTAN están configuradas principalmente para detectar y neutralizar objetivos de movimiento rápido, como misiles de crucero y balísticos, añadió. No están diseñadas para rastrear objetos pequeños —con frecuencia, fabricados de fibra de vidrio o plástico— que no reflejan las ondas de radar de la misma manera que un misil metálico.

Sikorski declaró el miércoles que Polonia necesita un muro antidrones y “nuevas técnicas” para repeler un ataque masivo.

Nadie murió en el incidente y, por lo tanto, sería erróneo sugerir que la respuesta de la OTAN fue un “fracaso”, destacó Withington.

Sin embargo, agregó, “pudo haber sido mucho más grave. Mi preocupación es que la próxima vez podría serlo”.

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Los periodistas de The Associated Press Jamey Keaten, en Ginebra, Suiza, Claudia Ciobanu, en Varsovia, Polonia, y Lydia Doye, en Londres, contribuyeron a este despacho.

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