Descubren arañas que tejen versiones más grandes de sí mismas para engañar a sus depredadores
También se vio arañas agitando sus telas para crear el movimiento de sus falsos señuelos
Dos especies de arañas fueron observadas por primera vez tejiendo modelos “señuelo” más grandes de sí mismas para protegerse de los depredadores.
Según los investigadores, es la primera vez que una criatura crea versiones “espantapájaros” para escapar de sus depredadores.
Estas arañas tejedoras de orbes pertenecen al género Cyclosa y se encuentran en las densas selvas tropicales de Filipinas y Perú.
Se las observó por primera vez fabricando adornos parecidos a arañas mucho más grandes y peligrosas, hechos de seda y materiales naturales como cadáveres de presas, hojas y materia vegetal.
En ocasiones, estos señuelos, a menudo dispuestos en el centro de la red, pueden ser hasta 10 veces más grandes que sus creadores, según el nuevo estudio publicado en la revista Ecology and Evolution.

Las arañas Cyclosa también agitan sus telas para crear movimiento de sus falsos señuelos, llamados estabilimento, y ahuyentar a los depredadores.
“Aquí, proporcionamos el primer registro científico formal de especies de Cyclosa de dos continentes que crean estabilimento visualmente parecido a la forma de una araña más grande”, escribieron los investigadores en el estudio.
“Los señuelos creados por nuestra especie Cyclosa no solo son más grandes, sino que tienen una forma que se asemeja a una amenaza potencial o a una presa indeseable, lo que potencialmente proporciona un elemento disuasorio más eficaz contra depredadores como los caballitos del diablo”, escribieron.
Se observó a la araña del Perú construyendo sus señuelos en la oscuridad tras la puesta de sol y completando el resto de la telaraña más cerca del amanecer.
Los investigadores sospechan de que este comportamiento está optimizado evolutivamente y es un componente clave de la estrategia de supervivencia de la especie.
“Esta estrategia les permite completar la parte más crítica de su defensa cuando los depredadores visuales no están activos. Así, las arañas pueden descansar y completar las partes más finas de la tela antes del amanecer, y así asegurarse de que su trampa esté lista para capturar a la presa al amanecer”, escriben.
“Esto reduciría al mínimo el tiempo que las arañas están expuestas sin su defensa primaria durante las horas diurnas”, explicaron los científicos.
Sin embargo, los investigadores no tienen claro qué fuerzas impulsaron a estas poblaciones o especies concretas a evolucionar unos “señuelos arácnidos” tan complejos y únicos.
“Tal vez haya una selección particularmente fuerte de la depredación dentro de estos dos grupos que dio lugar a una defensa visual cada vez más compleja”, escribieron.
Los científicos esperan que futuros estudios experimentales puedan aclarar más al respecto.
Sospechan que los experimentos que comparan las tasas de supervivencia de arañas con diferentes tamaños de señuelo y decoraciones de telaraña podrían ayudar a comprobar la función protectora.
Traducción de Olivia Gorsin






