Hallan criaturas marinas adaptadas a las profundidades extremas del “Anillo de Fuego” japonés
La documentación proporciona una de las observaciones más detalladas de la biodiversidad del fondo marino a estas profundidades
Según los científicos, las criaturas de las profundidades marinas de las fosas del cinturón volcánico del “Anillo de Fuego” de Japón se están adaptando rápidamente a las inmensas profundidades.
Los investigadores documentaron casi 30.000 de estos organismos, especialmente los que viven entre 7.000 y 10.000 m por debajo del nivel del mar. Sus hallazgos revelaron que los ecosistemas del fondo marino están determinados por la profundidad, el suministro de alimentos, la actividad sísmica y la estructura del lecho marino.
Estas observaciones formaron parte de una misión sumergible tripulada a la zona hadal, la parte más profunda de los océanos del mundo, en las fosas de Japón, Ryukyu e Izu-Ogasawara del noroeste del océano Pacífico durante seis inmersiones sumergibles entre agosto y septiembre de 2022.
Los videos tomados por el equipo permitieron documentar organismos que abarcaban 70 grupos morfológicos de 11 categorías taxonómicas en ocho tipos de hábitat.
Por ejemplo, la Fosa de Japón, rica en nutrientes, que discurre paralela a la costa oriental de Japón a lo largo de más de 600 km, albergaba una gran abundancia de cohombros de mar y otras criaturas que se alimentan de los depósitos del fondo marino, como los camarones mísidos y las anémonas tubícolas, a unos 7,5 km de profundidad.
Por otro lado, en la fosa de Ryukyu, de alimentación más limitada, a esta profundidad predominaban comunidades muy diferentes, con una ausencia casi total de pepinos de mar.
Y en la fosa de Izu-Ogasawara, a unos 9 km de profundidad, se descubrieron extensas praderas de lirios marinos.
“Esto proporcionó una de las observaciones más detalladas de la biodiversidad y los hábitats del fondo marino a estas profundidades”, afirmó Denise Swanborn, de la Universidad de Australia Occidental, autora principal del estudio publicado en la revista Journal of Biogeography.
“Encontramos diferencias en la composición y diversidad de las comunidades entre zanjas, vinculadas a la profundidad y al aporte de nutrientes de las aguas superficiales”, explicó el Dr. Swanborn.

Una de las inmersiones también condujo al descubrimiento del pez más profundo del mundo, un pez caracol que vive a más de 8 km por debajo del nivel del mar, un hallazgo que los investigadores anunciaron en 2023.
Las inmersiones revelaron que, aunque la abundancia de organismos podía ser menor en la zona hadal en comparación con aguas menos profundas cercanas a la costa, muchos grupos importantes de animales seguían presentes, mostrando “una asombrosa gama de adaptaciones”, según el Dr. Swanborn.
“Dentro de las fosas, en la misma banda de profundidad, las diferencias en las perturbaciones sísmicas históricas y la estabilidad del fondo marino crearon comunidades diferentes”, señaló el ecólogo de aguas profundas.
“Por ejemplo, las zonas históricamente sísmicas de la Fosa de Japón estaban dominadas por organismos de baja diversidad que se habían adaptado a su entorno, mientras que el talud subyacente, más estable, sustentaba comunidades más diversas”, explicó.
Estos hallazgos arrojan más luz sobre cómo la profundidad, el entorno regional y la alteración del fondo marino por las actividades sísmicas y el aporte de nutrientes desde tierra interactúan para estructurar los ecosistemas marinos.
Los investigadores esperan que el estudio pueda sentar las bases para futuras investigaciones ecológicas en las “partes más profundas del océano”.
Traducción de Olivia Gorsin





