Las arañas podrían haberse originado en el océano antes de adaptarse a vivir en tierra firme
Los investigadores de la Universidad de Arizona estudiaron un fósil “conservado en excelente estado” de Mollisonia symmetrica, una antigua criatura marina, que respalda la teoría de que las arañas pudieron haber nadado en los océanos antes de adaptarse a la vida en tierra firme

Una nueva investigación sugiere que las arañas y otros arácnidos podrían haberse originado en el mar, según el análisis de un fósil de 500 millones de años.
El espécimen, “conservado en excelente estado”, respalda la idea de que estos animales nadaron antes de adaptarse a la vida en tierra, según un estudio publicado el martes en Current Biology.
Los investigadores de la Universidad de Arizona analizaron el cerebro fosilizado de Mollisonia symmetrica, una especie extinta del período Cámbrico que hasta ahora se creía antecesora de los cangrejos herradura. Sin embargo, el nuevo análisis reveló que su estructura neural es más similar a la de las arañas modernas y sus parientes, lo que sugiere un vínculo evolutivo mucho más estrecho con los arácnidos.
La parte delantera del cuerpo de Mollisonia, conocida como prosoma, presenta un patrón radial de grupos nerviosos que controlan cinco pares de apéndices. Además, su cerebro no segmentado envía nervios cortos a un par de “pinzas” que se asemejan a los colmillos de las arañas actuales.

La característica clave que identifica al fósil como un arácnido primitivo es la organización única de su cerebro. A diferencia de la disposición de adelante hacia atrás observada en crustáceos, insectos, ciempiés y cangrejos herradura modernos, el fósil presenta un patrón inverso, según los investigadores.
En un comunicado, Nick Strausfeld, autor principal del estudio y profesor en la Universidad de Arizona, explicó que el cerebro del fósil aparece “volteado hacia atrás”, una configuración similar a la que se encuentra en las arañas actuales.
Esta organización de atrás hacia adelante podría representar una adaptación evolutiva clave, ya que permitiría atajos neurales que mejoran el control del movimiento.
Según el estudio, este hallazgo cuestiona la creencia común de que la diversificación de los arácnidos ocurrió únicamente después de que un antepasado común se adaptara a la vida en tierra firme. Hasta ahora, las pruebas fósiles sugerían que estos animales solo vivían y evolucionaban en ambientes terrestres.

“Aún se debate intensamente dónde y cuándo surgieron por primera vez los arácnidos, qué tipo de quelicerados fueron sus antepasados y si estos vivían en ambientes marinos o semiacuáticos, como los cangrejos herradura”, explicó Strausfeld.
Según los investigadores, al adaptarse a la vida terrestre, los arácnidos similares a Mollisonia probablemente se alimentaban de los primeros insectos y milpiés. Incluso sugieren que estos depredadores primitivos podrían haber influido en la evolución de las alas de los insectos, ya que estas representarían un importante mecanismo de defensa.
El estudio concluye que la línea evolutiva de Mollisonia dio paso a varias especies de arácnidos actuales, como las arañas, los escorpiones, las arañas del sol, los vinegaroons y los escorpiones látigo.
Traducción de Leticia Zampedri