Descubren qué tipo de comida rápida solían comer los romanos en la antigüedad
En excavaciones realizadas en Mallorca, arqueólogos descubrieron que las antiguas tiendas de comida rápida cocinaban aves siguiendo un proceso estandarizado
En el Imperio romano, la gente común solía consumir aves canoras fritas como tentempié económico en puestos callejeros, revelaron arqueólogos tras estudiar un antiguo pozo de basura en España.
En las popinae y tabernae, locales de comida rápida en tiempos romanos, era común servir zorzales fritos, un platillo que solía considerarse un lujo, según un estudio publicado recientemente en la revista International Journal of Osteoarchaeology.
El hallazgo se basa en el análisis de restos óseos animales recuperados de una letrina en la antigua ciudad de Pollentia, en la actual España, datados entre el siglo I a. C. y el siglo I d. C.
Durante este período, la antigua ciudad se expandió rápidamente hasta convertirse en un puerto activo, con un foro, templos, cementerios y varias tiendas al borde del camino llamadas popinae, donde se servían bocadillos y vino.
Un grupo de arqueólogos excavó un pozo de desechos en una zona comercial conectada al foro y a una red de locales de comida mediante un sistema subterráneo de drenaje.
Dentro del pozo de basura se hallaron restos de distintos animales, entre ellos mamíferos, peces, reptiles y aves, aunque los zorzales destacaban como la especie “predominante”.
Los arqueólogos hallaron 165 huesos de zorzal, lo que cuestiona la idea de que solo los romanos ricos los consumían.

“Según las fuentes clásicas, estas aves pequeñas eran consideradas un lujo en los banquetes de las clases altas y se cocinaban con gran sofisticación”, explicaron los científicos.
Diversos textos de la antigüedad, entre ellos los de Plinio el Viejo, mencionan la práctica de cebar aves canoras con higos antes de cocinarlas asadas con diversas salsas.
Gracias a este descubrimiento, los investigadores pudieron obtener datos relevantes sobre las prácticas culinarias y el consumo de aves pequeñas en la antigüedad.
Según los expertos, en estos puestos de comida se solía quitar el esternón de las aves para dejarlas planas y luego cocinarlas en aceite.
A diferencia de los restos hallados en zonas comerciales, los huesos de aves encontrados en contextos domésticos suelen estar más completos.

“La extracción del esternón para aplanar las aves habría permitido una cocción más rápida sin perder la jugosidad de la carne, lo que la hacía especialmente práctica para vendedores de comida con alta demanda y consumo inmediato”, escribieron los científicos.
“Como en la gastronomía romana era común freír aves pequeñas en aceite en lugar de asarlas, es probable que en Pollentia los zorzales se cocinaran en sartén, como lo sugieren las recetas históricas”.
Según los expertos, las evidencias más recientes indican que los establecimientos de comida operaban bajo un “modelo estandarizado” orientado a agilizar el servicio.
“Los hallazgos indican que el consumo de zorzales era habitual en contextos urbanos del Imperio romano, lo que pone en entredicho la visión tradicional, basada en textos antiguos, que los asociaba únicamente con banquetes aristocráticos”, señalaron los autores.
“Asimismo, su carácter estacional sugiere que los comerciantes urbanos aprovechaban las migraciones para ampliar la variedad de alimentos y sostener la economía local”.
Traducción de Leticia Zampedri